The Cure salva la noche en Santiago tras un flojo Lou Reed
Los británicos triunfan tras la actuación de un Lou Reed al que el no ha acompañado ni el sonido ni el repertorio
La banda inglesa The Cure ha ofrecido esta noche uno de las mejores y más aplaudidas actuaciones de los "Conciertos del nuevo milenio". Los británicos han dado su particular fiesta en el Monte del Gozo con una acertada selección de sus clásicos combinada con temas de sus últimos trabajos. El grupo liderado por Robert Smith ha animado como nadie al público que esta noche ha abarrotado el auditorio compostelano, y que se había quedado un tanto frío con el anterior concierto, el del cantante Lou Reed.
Aunque no ha habido grandes saludos, ni palabras en español, el cantante ha sabido expresar en todo momento su agradecimiento a un público volcado. Smith, que sigue maquillándose los ojos de negro y lanza sus tenebrosas miradas de vez en cuando, ha demostrado que tras 22 años de carrera, The Cure puede dar conciertos como si de una banda emergente se tratase.
Eso sí, los de Smith tiene munición para encender el escenario: Just like heaven, Pictures of you, Lullaby, Friday I'm in love, Close to me todas han sonado en Santiago.
El sonido se la juega a Lou Reed
La actuación del neoyorquino ha sido, tal vez, la primera decepción de este festival. El mal sonido y un repertorio elegido por el artista han enfriado a un público deseoso de escuchar sus clásicos. Sólo al principio y al final se acordó de sus temas clásicos, y el resto del concierto ha estado ocupado en gran parte por canciones de sus últimos trabajos, más pausadas y menos emocionantes.
Con el Monte del Gozo lleno hasta la bandera con 30.000 personas, una buena parte, sobre todo a los lados, ha pasado la actuación del cantante de The Velvet Underground de charla, sentadas o tratando de pedir algo en las barras, más llenas que en los descansos.
Parte de la culpa de esto la ha tenido el sonido. Después de un día y medio del festival del Xacobeo 2004, y cuando todos los grupos y artistas que han actuado han disfrutado de un sonido a prueba de vientos y bien acoplado, Reed y su banda salieron al escenario y, de repente, fue como si los plomos se hubiesen fundido. Resultado: la primera parte del concierto ha sido como una eterna prueba de sonido.
Con todo, el público no ha dejado escapar la ocasión de recuperar el nervio con lo de siempre: Sweet Jane, Perfect day, Dirty Boulevard, White Light...
Babelia
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