Un programa de realidad virtual permite a los visitantes del Museo Británico hurgar en una momia
La gente puede tocar la piel, los huesos e incluso los amuletos de un sacerdote egipcio en la exposición inaugurada hoy
Adentrarse en el sarcófago y deshacer las vendas de una momia de 3.000 años es la nueva atracción estrella del Museo Británico de Londres que, mediante una innovadora experiencia de realidad virtual, revela desde hoy los secretos del antiguo Egipto.
El protagonista de La momia. La historia oculta, es Nesperennub, un religioso del complejo de Karnak, en Luxor, que vivió alrededor del año 800 antes de Cristo y cuyo ataúd es uno de los mejor conservados del museo londinense, famoso por su amplia colección de momias. "Escogimos este sarcófago porque es muy representativo. En esa época, el arte de la momificación alcanzó su punto culminante", comenta John Taylor, del departamento del Antiguo Egipto y Sudán del Museo Británico, durante la presentación de la exposición.
Ataviados con unas gafas propias de proyecciones en tres dimensiones, diseñadas, por supuesto, al estilo egipcio, los visitantes pueden tocar las vendas de Nesperennub, su piel, sus huesos e incluso los amuletos que le acompañaron en su paso al más allá a través de un programa de realidad virtual. A poco más de un metro de los ojos de los espectadores, la proyección en tres dimensiones, especialmente elaborada para la exhibición, muestra todos los detalles, capa por capa, de la hasta ahora misteriosa momia. Desde el ataúd hasta el cráneo de Nesperennub, pasando por las inscripciones y sus dientes, cada centímetro del antiguo, pero bien conservado cuerpo, explica un poco más de la vida que este religioso llevaba a orillas del Nilo y su devoción a Ra, dios del Sol.
Más de 1.500 fotografías en tres dimensiones y avanzados programas informáticos han dado volumen a las radiografías de la momia y logran perfilar una imagen relativamente cercana de cómo fue Nesperennub, su estilo de vida y las causas de su muerte.
Murió de un derrame o fue asesinado
Fallecido cuando tenía unos cuarenta años, llevó una vida sana y equilibrada que se refleja en el buen estado de sus dientes, a pesar de una infección de una muela que debió causarle más de un dolor de cabeza y un humor irritable. Nesperennub era además un importante sacerdote, incluso con influencia política, y su muerte pudo deberse tanto a un derrame cerebral como a un asesinato, ya que los expertos hallaron una curiosa perforación en el lado izquierdo de su cráneo.
Los embalsamadores de Nesperennub se deshicieron de sus sesos rompiéndole las cavidades de la nariz. Los órganos vitales, excepto el corazón, se desecharon para ser conservados en sal y posteriormente reintroducidos en el ataúd. El ojo de Horus como símbolo de protección y curación, el tradicional toro sagrado Apis y numerosos amuletos también son una parte importante de la exhibición, pues revelan qué tipo de creencias regían las vidas de Egipto en aquél entonces.
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