Saramago destaca en el homenaje a Montalbán "su ambición de retratar una época"

Bajo los acordes de un emotivo tema del francés Jacques Brel ha arrancado esta tarde en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona un caluroso homenaje al escritor y periodista Manuel Vázquez-Montalbán, fallecido el pasado viernes en Bangkok. En el acto han participado, entre otros, el portugúés José Saramago y la también escritora Rosa Regàs.

Saramago, premio Nobel de Literatura en 1998, ha destacado la trascendencia de la obra que deja el escritor catalán, que no oculta "la ambición de retratar toda una época". Después de reconocer su tristeza por la desaparición de todo un icono, el portugués ha reclamado la relectura de toda la obra de Vazquez Montalbán porque, ha asegurado, de aquí a cien años "su ejemplo será difícil de interpretar. El ejemplo es nuestra herencia". "Vamos a echarle de menos", ha concluido Saramago, quien ha anunciado que su próxima novela "estará dedicada a la memoria de Manolo, pero a la memoria de un Manuel Vázquez Montalbán vivo".

"Hombre de infinitas facetas"

La escritora Rosa Regás, que ha reconocido que desde que conoció a Vázquez Montalbán "siempre ha buscado su pista", ha incidido en el perfil más político del escritor catalán, un ejemplo a seguir ahora que "cunde la apatía en la izquierda y la escasa inteligencia política se extiende por todo el mundo", según Regàs. Para la escritora, "si hasta ahora era nuestro referente, ahora deberemos conformarnos con tenerlo como modelo". Además ha destacado, en sintonía con lo dicho antes por Saramago, la faceta de Vázquez Montalbán como "hombre que supo leer e interpretar la realidad que le rodeaba". A ese perfil, Regàs ha querido añadir el de "hombre de infinitas facetas para crear, luchar y amar, y recuperar la memoria histórica".

El cierre del acto ha quedado reservado al cantautor valenciano Raimon, con quien el escritor compartía una larga y profunda amistad y que ha querido dedicarle un poema cantado de Salvador Espriu. Raimon ha leído un fragmento del final de su libro Un polaco en la corte del Rey Juan Carlos, una obra que, a su juicio, "representa muy bien una sensibilidad que expresa una forma de estar en el mundo". La emotividad del acto ha tenido su punto culminante cuando el hijo del escritor, Daniel Vázquez Sallés, y su viuda, Anna Sallés, han agradecido "tanta solidaridad" y han recordado que "a Manolo, que no era amigo de la solemnidad, seguro que le habría gustado este acto".

Un acto íntimo cargado de reflexiones

Por la mañana, los amigos más cercanos al escritor fallecido han participado en el cementerio de Collserola (Barcelona) en un acto privado donde se han incinerado sus restos. La privacidad del encuentro no ha impedido que muchas personalidades de la cultura y la política catalana se acercaran a darle un último adios y, todos juntos, sacar conclusiones sinceras sobre el importante legado literario y ético dejado por Vázquez Montalbán. Como ejemplo de esas reflexiones, la del presidente del grupo parlamentario de ICV y compañero de militancia política de Vázquez Montalbán en el PSUC, Rafael Ribó, que ha destacado la generosidad y disponibilidad del fallecido, así como su "lucha por la igualdad y la libertad". También ha recordado el carácter crítico de Vázquez Montalbán, que le llevó a "combatir todos los dogmatismos" y ha evocado los brindis del escritor "por la caída de todos los regímenes".

Otra gran conocida del escritor, Maruja Torres, en cambio, ha querido fijarse más en el lado humano de su compañero de profesión. "Su humanidad, poder hablar con él y cotillear", ha resumido la periodista.