David Bowie regresa a los escenarios tras ocho años de paréntesis

David Bowie, uno de los mayores talentos de la música británica, volverá a los escenarios de todo el mundo el próximo octubre en lo que será su primera gira en ocho años. El londinense, que sabe como nadie alimentar su propia leyenda, ha encontrado una excusa perfecta para su regreso: pasear su nuevo trabajo, Heathen (2002), álbum donde el británico abandona los sonidos fríos y abraza con fuerza el pop más artesanal, denso y emotivo. El mismo sonido que le convirtió en el exponente de la vanguardia musical en la década de los 70 del pasado siglo.

Aunque reside en Nueva York y ha expresado en numerosas ocasiones las pocas ganas que tiene de regresar a Reino Unido, donde los medios acosan hasta la extenuación a las estrellas, el cantante inglés, de 55 años, volverá a pisar su país con The Reality tour -como se llama la gira- en noviembre, con actuaciones confirmadas en Manchester, Birmingham y Londres. La primera parada en sus conciertos será el 7 de octubre en Copenhague. Su paso por España aún no se ha confirmado oficialmente. El 4 de diciembre viajará a Estados Unidos y en marzo de 2004 finalizará la gira en Australia y Japón.

Otras ciudades que visitará el Duque Blanco durante esta gira son Estocolmo, Oslo, Helsinki, Rotterdam y Milán. Las entradas se pondrán a la venta el 20 de junio. "Mi banda toca mejor que nunca y sería una tontería no comenzar una gira este año, ahora que estamos en tan buena forma para actuar en directo", ha comentado Bowie.

"El lado más oscuro de la existencia"

Con Heathen regresa el David Bowie más desesperanzado después de tres años de parón creativo. "Los temas de mi último trabajo reflejan el lado más oscuro de la existencia: el miedo, las dudas, la depresión, la pérdida o la desilusión. Me centro principalmente en los estados de miseria absoluta", comentó Bowie en una entrevista a EL PAÍS cuando se lanzó el disco. En el capítulo de las colaboraciones, el álbum cuenta con la legendaria guitarra de Pete Townshend, de los Who, que después de dos décadas vuelve a tocar junto a Bowie en la canción Slow Burns. Asimismo, Dave Grohl, cantante de Foo Fighters y ex de Nirvana, colabora en este trabajo. También hay espacio para la experimentación que siempre ha fascinado al sofisticado Bowie. Moby y el dúo francés Air, se encargan de las mezclas de Sunday y A Better Furniture.

Un talento con muchas pieles

David Robert Jones nació en Brixton, Londres, el 8 de enero de 1947. Desde que en 1963 formó su primer grupo, David Jones and the King Bees, su carrera se ha caracterizado por la experimentación y la innovación. En 1966, se lanzó en solitario convertido ya en David Bowie y desde entonces ha producido veinticuatro discos, todos ellos de gran éxito internacional. Pero, como todo artista, atravesó un tiempo de sequía creativa. Su estela comenzó a difuminarse a finales de los años ochenta y hasta finales de la siguiente década no volvieron a tenerse noticias suyas.

Pero su leyenda comenzó a fraguarse mucho antes. En los años 70 el rock comenzaba a languidecer, con la creatividad herida de muerte por la repetición de fórmulas y clichés estéticos. Un terreno abonado para un tipo como David Bowie, que revolucionó la manera de hacer música con The Rise an fall of Ziggy Stardust and the spiders from Mars (1972), un estandarte del glam rock teñido de ambigüedad sexual, narcisismo y energía. El perfecto complejo vitamínico para la escena musical de esas fechas. Además, con los años, se ha convertido en una obra profética que ha servido de manual de instrucciones a muchos de los grupos del pop británico (Placebo, Suede) que han jugueteado, tres décadas después, con el legado musical y estético del camaleón Bowie. Aprovechando el regreso triunfal de la música que él mismo había cimentado, Bowie comenzó a tejer de nuevo un universo de glamour y ambigüedad, que tuvo su primer capítulo en Hours (2000), y ahora su continuación con Heathen. Bowie ya ha advertido de que el final de la historia todavía no está escrito.