Carlos Núñez publica 'Almas de Fisterra', un disco cargado de leyendas del mar

Almas de Fisterra es el título del nuevo álbum de Carlos Núñez, un disco "cargado de leyendas" y que "nace del mar y del mundo secreto de los finisterres de Galicia y Bretaña, en un viaje al futuro a través del pasado", explicó a EFE el gaitero vigués, que mañana toca en La Nuit Celtic de París ante 100.000 personas. En el disco, en el que colaboran grandes músicos del género como Alan Stivel Liam O'Flynn y el catalán Jordi Savall, convergen "dos mundos, Galicia y Bretaña, que comparten las puestas de sol del infinito y una cultura milenaria, además de una forma de vida que está muy ligada al mar".

La diferencia entre este Almas de Fisterra y los anteriores trabajos de Núñez -A irmandade das etrelas (1996), Os amores libres (1999) y Mayo longo (2000), es que "no se trata de música celta al uso", como había hecho hasta ahora, sino que trata de abrir a su público "una especie de paraíso escondido" que tenía, Bretaña, a la que fue por primera vez con 13 años.

Carlos Núñez recuerda que era muy joven cuando en aquel festival celta fue donde hizo "por primera vez muchas cosas, como tocar la gaita con orquesta, beber la primera 'Guinnes'" o conocer a sus "maestros", The Chieftains. Almas de Fisterra, que sale el lunes a la venta, es un disco "muy internacional", porque en el están también Escocia, Irlanda y Cataluña, y con "grandes colaboradores", como Alan Stivel, al que su padre conoció en el exilio en el año 68 en París y se convirtió en "un segundo padre" para él.

Recorriendo las playas gallegas

"Hace un par de meses, una semana antes de lo del 'Prestige', recorrí con él las playas gallegas y descubrimos que tenemos las mismas leyendas, las mismas ciudades sumergidas, los embarcaderos hacia el más allá, las lavanderas da noite.....", recuerda. También está Dan Ar Braz, que fue el director musical y guitarrista de la banda de Alan Stivel en los años 60. Él hizo en Francia, cuando Núñez grabó La hermandad de las estrellas, La heritage des celtes, con "la idea de hacer un gran espectáculo" al que le invitó: "Fue que llevó la música celta por toda Francia y ha convertido a París en la nueva capital céltica".

En cuanto a Jordi Savall, los dos llevan "soñando con esto mucho tiempo". "En Francia se le quiere mucho y ha tenido grandes éxitos con la viola de gamba, con la que descubrió al sonoridad céltica que también tiene Cataluña. Grabamos a las tres de la mañana en una ermita", indica. Y hablando de sueños, Carlos Núñez asegura que "por fin" ha cumplido el de juntar las tres gaitas, irlandesa, escocesa y gallega, en el tema The Tree Pippers, con Liam O'Flynn en representación del fuego, el bretón Patrick Molard como el agua y el propio Núñez como la tierra.

"He sentido -aclara- lo que quiere decir eso de templar gaitas, porque cada uno de nosotros, con nuestro propio acento, hemos cedido terreno al otro para que todo fuera bien. Ojalá Bush y compañía lo hicieran. Lo grabamos en una capilla medieval de Bretaña, porque he buscado hacer todo lo contrario a lo que vemos en la tele, otra forma de hacer música, con grabaciones en sitios especiales que generasen magia en sí y con todos los músicos juntos para trasmitir emoción".