La familia de Eduardo Chillida asegura que su estado es "irreversible"

El escultor donostiarra Eduardo Chillida, de 78 años, que fue ingresado el miércoles en la UVI de la Policlínica de San Sebastián, se encuentra en un estado crítico que la propia familia del artista ha calificado de "irreversible". Así lo ha informado hoy el diputado foral de Cultura de Guipúzcoa, Luis Bandrés.

Bandrés se ha desplazado esta mañana a San Sebastián con la intención de visitar al artista, por lo que previamente se ha reunido con los familiares del escultor que se encuentran en el centro sanitario para seguir de cerca su evolución. Después, Bandrés ha anunciado a los periodistas que la familia le ha asegurado que la situación de Chillida es "irreversible".

No obstante, los médicos que atienden al escultor han facilitado esta tarde un nuevo parte médico en el que afirman que Chillida permanece en un estado "extremadamente grave". Los facultativos han informado de que, por deseo de los familiares, el paciente ha sido trasladado de la Unidad de Vigilancia Intensiva a una "suite de planta hospitalaria".

El creador donostiarra, quien padece además "una enfermedad cerebral degenerativa irreversible en fase muy avanzada" no está intubado, "pasa de la semiinconsciencia a la inconsciencia" y su estado continúa siendo "crítico".

Chillida, de 78 años, ingresó el pasado miércoles en esta clínica después de que sus familiares detectaran la semana pasada que tenía "un catarro", que se agravó el domingo y, a la vista de su empeoramiento, decidieron trasladarle a este centro sanitario el pasado miércoles por la tarde.

La portavoz de la familia, Almudena Barkaiztegi informaba ya esta mañana que la avanzada edad del escultor y su ya anterior "delicado estado de salud" hacían que los médicos que le atienden comunicaran que su recuperación puede ser "complicada".

Complicaciones

Gonzalo Calderón, yerno del escultor y estrecho colaborador suyo, ha precisado que Eduardo Chillida comenzó la semana pasada a padecer "un catarro", que el domingo "se le agarró al pulmón" por lo que, a la vista de su empeoramiento, "ayer, después de comer", decidieron trasladarlo a la clínica. "Ahora sólo queda esperar a ver cómo supera esto", ha concluido Calderón.

En la clínica se encuentran reunidos numerosos miembros de su familia a la espera de conocer directamente su evolución. Su esposa, Pilar Belzunce, y varios de sus ocho hijos están cerca del artista, entre ellos Luis Chillida, director del museo al aire libre que tiene el escultor en Hernani (Guipúzcoa), quien se ha mostrado muy preocupado por el estado de su padre.

"Está muy mal y no sé... Estamos esperando, pero le dan pocas opciones de seguir", ha dicho Luis Chillida quien, visiblemente emocionado, ha reconocido que los médicos temen por su vida.

Delicado estado de salud

El creador donostiarra ya presentaba en los últimos años un delicado estado de salud que ha motivado que apenas haya participado en actos públicos, en cuya representación acudía habitualmente su esposa u otros miembros de su familia.

Eduardo Chillida Juantegui, nacido en San Sebastián el 10 de enero de 1924, es académico de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando y miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias y cuenta con multitud de galardones y reconocimientos internacionales por su obra artística, entre ellos, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1989.

Durante su prolífica y larga carrera creativa, ha trabajo la fragua, el hierro, el granito, la madera y el hormigón, entre otros materiales, con los que ha diseñado relevantes obras escultóricas mundialmente conocidas, muchas de ellas de gran tamaño.

Tiene esculturas instaladas en numerosos países, sobre todo en España y Alemania, y parte de su obra ha quedado recogida desde el año 2000 en el museo-fundación Chillida-Leku en Hernani, que fue inaugurado por los Reyes de España, en un acto al que asistieron también el presidente del Gobierno, José María Aznar, el canciller alemán Gerhard Schroeder, y el lehendakari vasco, Juan José Ibarretxe el 16 de septiembre de 2000.