La escena española lamenta la pérdida de un referente en la historia del teatro
El fallecimiento de Adolfo Marsillach ha conmocionado a la cultura española pese a que ya se conocía su larga enfermedad.
El secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, ha lamentado conmocionado la pérdida del dramaturgo que, según ha confesado, le "ha afectado mucho" porque era un "amigo". Además de ensalzar la profesionalidad y versatilidad del dramaturgo desaparecido, ha elogiado la figura "nuclear, central e importantísima" en el teatro de Marsillach. "Le he admirado muchísimo, luego tuve la suerte de que se convirtiera en mi amigo, lo que es un orgullo".
De Cuenca ha destacado la "capacidad de hombre de teatro total" del escritor y ha recordado las vertientes por las que pasó Marsillach tanto en el mundo del celuloide y, sobre todo, en el teatro. En este sentido, ha enumerado su faceta como actor, director, adaptador y escritor de teatro, así como actor y realizador de cine.
El director de teatro catalán Sergi Belbel ha manifestado que con la pérdida de Marsillach "ha muerto un grandísimo director teatral" y un "personaje importante del teatro del siglo XX en España". Belbel ha destacado de la trayectoria de Marsillach su labor "en tiempos difíciles porque, a pesar del franquismo, supo mantener el tipo y mantener el rigor". Para Belbel, Marsillach "supo encontrar un público, un estilo, mover los textos" de forma que logró "acercarlos a la sociedad con una voz contemporánea".
El director teatral Mario Gas ha dicho que la muerte de Marsillach supone una "pérdida significativa" porque "ha escrito la historia del teatro español de los últimos 50 años". Gas ha dicho, Marsillach supo conjugar el teatro inteligente con el comercial, pero "siempre peleó por el teatro y, en algunos aspectos, somos hijos de sus luchas y peleas".
El director de la compañía Els Joglars, Albert Boadella, ha recordado que Adolfo Marsillach "ayudó a que toda una generación mantuviera encendida la llama del teatro en los momentos más oscuros del franquismo". "Marsillach es para mí un importante recuerdo de juventud", ha añadido Boadella, que ha aclarado que "durante el túnel de la dictadura, cuando había muy poca calidad en el teatro, Adolfo Marsillach aportaba cierta luz".
El actual director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), José Luis Alonso de Santos, ha dicho que Marsillach "abrió el teatro español a la modernidad. Pocos como él hicieron tanto por la escena española en el siglo XX". Marsillach fundó la CNTC a mediados de los ochenta, y fue su director durante diez años. "Fue su fundador e inventor. Le dio una personalidad propia que los que le hemos sucedido en la dirección hemos intentado mantener. Tradición y modernidad definen esta personalidad".
El filósofo Fernando Savater ha dicho que Marsillach "ha sido prácticamente todo lo que se puede ser en teatro español en los últimos años, desde la dictadura hasta nuestros días".
El cineasta y escritor Gonzalo Suárez ha definido a Adolfo Marsillach como "un hombre muy culto, inteligente y encantador". Suárez, que ha acogido con "sorpresa" la noticia de la muerte de Marsillach, ha dicho que será "un personaje insustituible en la memoria" equiparable a "la envergadura de Fernando Fernán Gómez".
La actriz Aitana-Sánchez Gijón, ha declarado sentirse muy afectada por la muerte Marsillach. "Me ha sentado como un jarro de agua fría", ha dicho, ya que "me han dado la noticia de forma muy abrupta y todavía lo tengo que asimilar". La actriz, que trabajó bajo las órdenes de Marsillach en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ha dicho sentir a Marsillach como "un maestro" y "uno de los hombres más importantes de la profesión". Para Sánchez-Gijón, "fue una suerte trabajar con él", ya que "ver cómo nos dirigía desde el patio de butacas era todo un aprendizaje".
El director general del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales de España, Andrés Amorós, ha expresado su dolor y su "profunda conmoción" por la muerte esta tarde del escritor y dramaturgo. Amorós ha destacado "la inteligencia, ironía, sentido crítico y la pluralidad de los talentos" de Marsillach a quien ha definido como un "gran director y gran escritor" y como una persona de "gran brillantez", que podría llamarse "fuera de lo común".
Babelia
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