El ministro de Economía de Panamá: “La presencia china es marginal”

“La presencia china no mueve la aguja de la economía panameña”, ha dicho este miércoles el ministro de Economía de la nación centroamericana, Felipe Chapman. En una entrevista que compartió con su colega de Exteriores, Javier Martínez-Acha, y que realizó Jan Martínez Ahrens, director de EL PAÍS América, el encargado de las finanzas respondió a las críticas de Donald Trump sobre la supuesta incidencia de la nación asiática en el istmo. Martínez-Acha, por su parte, reiteró el mensaje que dio un día antes el presidente, José Rafael Mulino allí mismo, en el Foro Económico Internacional América Latina y el Caribe: el Canal es y será de Panamá.

El segundo día del simposio que organiza CAF-banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, en alianza con el Grupo PRISA y World in Progress (WIP), fue también un preludio a la esperada visita el secretario de Estado de la superpotencia, Marco Rubio. Se lo espera para la noche de este sábado en una Ciudad de Panamá adornada con banderines del pabellón nacional en sus principales avenidas. El encargado de Exteriores ha dicho que en el encuentro, precedido por el sonado pedido de Trump de que el Canal vuelva a Estados Unidos por la supuesta injerencia china, hablarán de “temas de interés común”. Martínez-Acha recordó que en el país no hay militares extranjeros y que, desde que Panamá maneja el Canal, lo han utilizado más de 350.000 buques de todas las naciones.

El canciller enfatizó en que uno de los principales temas de la agenda será la migración, asunto central en la exitosa campaña presidencial de Trump y que tiene entre sus mayores vías la que cruza Panamá de sur a norte, de la selvática frontera con Colombia del Darién hacia Costa Rica. También resaltó que en la Administración actual se ha reducido el volumen de personas, tras el récord alcanzado en 2023, con casi medio millón de migrantes.

“En enero, el flujo estuvo 90% por debajo del mismo mes del año pasado. En 2024 se redujo el 40%, producto de una decisión que el presidente Mulino implementó el primer día, al firmar un memorando de entendimiento con Estados Unidos para crear un proceso de deportación de migrantes, con respeto de los derechos humanos, que ha servido como un disuasivo”, dijo. Aclaró, sin embargo, que ese puede ser solo el inicio, y que con más cooperación y financiación de Estados Unidos los resultados podrían ser mayores. “La frontera sur de Estados Unidos no está en Texas, está en el Darién”, argumentó.

Chapman, por su parte, señaló los tentáculos criminales que convierten la migración en una fuente de ingresos ilegales: “Es una tragedia humana y un fenómeno global, que incluye a grandes carteles como el Tren de Aragua y el Clan del Golfo, que se lucran de él”. Sobre ese segundo grupo, Martínez-Acha reveló que, minutos antes de la entrevista, había tenido su primer encuentro bilateral con su par de Colombia, Laura Sarabia, quien también asistió al Foro que varios de sus participantes han llamado “el Davos de Latinoamérica”. El encargado de Exteriores centroamericano afirmó que le pidió a Sarabia una mayor colaboración en la frontera.

Los dos ministros de Mulino coincidieron en que las relaciones más importantes para su país son las de Estados Unidos, tradicional padrino internacional de Panamá, y Colombia, que en su orden —y a gran distancia entre sí— son además los dos principales orígenes de la inversión extranjera. El argumento iba a un punto clave para la visita de Rubio: la menor relevancia del vínculo con China, el que inquieta a Trump.

En la charla también surgió la situación de Venezuela. Chapman señaló que el problema migratorio no es reciente, y que una de sus principales causas es la crsis social, económica y política del país sudamericano. Martínez-Acha refrendó la postura el Gobierno panameño sobre las elecciones del 28 de julio pasado: “Para Panamá, el presidente de Venezuela es Edmundo González. El señor Maduro tiene un Gobierno ilegítimo tras un fraude monumental”. Añadió que el cambio en ese país lo debe liderar la población venezolana, pero recordó una promesa de la Administración a la que pertenece: “El presidente Mulino tiene que llevar las actas que certifican el triunfo de Edmundo, que se resguardan en Panamá, a Caracas”.