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ENTREVISTA | CARMEN RICO GODOY

Su última entrevista a EL PAÍS: "Es irracional esa lucha por mantenerse joven"

Publicada el día 27 de mayo de 2001

Carmen Rico Godoy (París, 1939) acaba de publicar Fin de fiesta, una novela en la que con ironía aborda el envejecimiento y el afán de algunos seres humanos por no dejar de ser jóvenes. Le ha costado asumir y aceptar su rostro cubierto de arrugas, pero cree que la vida te descubre nuevas etapas cuando más dificultades te vas encontrando.

Pregunta. ¿Qué quería contar en su novela?

Respuesta. Quería hablar del envejecimiento. Eso era lo que me impulsó a escribir, del deterioro, de las decepciones que supone y de cómo se puede encontrar o no agarraderas para ello. Es evidente que vivimos en una sociedad que detesta a la vejez, no sabe qué hacer

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con ella y rinde culto a la juventud. Es irracional esa lucha por mantenerse joven y creer que todo lo joven es estupendo. He escrito porque quería reflexionar sobre ello.

P. ¿Por qué ridiculiza en su libro a todos aquellos que deciden transformar su

cuerpo?

R. Trato con ironía los estiramientos. Son remiendos que uno piensa que van a ser algo diferente, son zurcidos que sólo consiguen disfrazar la realidad. Cogí el personaje de una actriz porque casi son los más obsesivos. Los actores y las actrices, la gente que trabaja de cara al público, consideran que su físico es lo más importante, porque es un instrumento de trabajo y se vuelven muchas veces obsesivos y es más difícil para ellos asimilar que se van haciendo mayores por dentro y por fuera.

P. ¿Utilizó dos personajes que son gemelas para hablar de desdoblamiento de la personalidad?

R. Me parecía un buen truco para poder hablar desde dos puntos de vista, aunque están viendo lo mismo, y al mismo tiempo podía hablar de la desintegración de una identidad. Me pareció muy difícil, pero muy apasionante. Siempre me han intrigado los gemelos.

P. ¿Le asustan esos personajes que intentan detener el tiempo?

R. Me parece peligroso que el ser humano se detenga en un sitio y no quiera avanzar más; a pesar de todo lo que existe a su alrededor, evoluciona.

P. ¿No cree que las arrugas pueden ser bellas en algunas personas?

R. Es terrible. El envejecimiento y el deterioro físico son muy duros de aceptar, de interiorizarlos y de conformarse. Además, como estás inmerso en una sociedad que desde todos los lugares te advierte de que no debes preocuparte por ese tipo de cosas porque todos tienen miedo es terrible. Te dicen que no te amargues porque tienes surcos en la cara, porque incluso para ello hay solución. Es muy difícil asimilar que no sólo no tiene remedio, sino que estás evolucionando hacia otras cosas que, incluso, puede llegar a tener aspectos estupendos.

P. ¿Ha llegado a ese punto?

R. Yo he ido aprendiendo poco a poco. A ser abuela, a reconocer tu estado vital, y una vez que lo consigues yo creo que se alcanza cierta paz.

P. ¿Está conforme con sus arrugas?

R. No me queda más remedio. Ya sí. Este libro me ha ayudado mucho a reflexionar, a interiorizar muchas cosas. Me fastidia, pero bueno, lo acxpeto. A cambio de otras cosas, como son un cierto distanciamiento de la sociedad y de tener más libertad. Eso que asusta tanto, como el asumir que tienes nietos, pues he descubierto que tiene sus ventajas: te acercas a una generación y lo pasas muy bien. Resulta gratificante y que nunca te imaginas que iba a suceder.

P. ¿Le ha ocurrido con sus nietos?

R. Se establece un contacto muy íntimo y muy especial con los pequeños.

P. ¿Hay resentimiento en su novela?

R. Creo que sobre todo es vitalista, real, mezcla de cosas divertidas y terribles. En toda situación terrible hay algo divertido. Hay pasajes que son muy tristes, pero otros son absolutamente vitalistas.

P. Uno de los personajes de su novela padece cáncer de colon. ¿Ha dejado esta enfermedad de ser tabú?

R. Es cierto que todavía hay cierto miedo a abordar esta enfermedad, se considera algo terrible y todavía asusta muchísimo. Es algo injusto, porque te puedes hacer una lesión de rodilla y quedarte cojo o tener un accidente de coche y quedarte tetrapléjico. Cuando dices que te han operado de cáncer parece que te tienen que preparar el entierro. Es una enfermedad como cualquier otra, unos se curan y otros no, la medicina ha avanzado mucho en esa materia y hay que perder el miedo a hablar de ello. De la noche a la mañana tu vida puede cambiar y puede convertirse en algo terrible.

P. El marido de una de las gemelas está con otra mujer en uno de los momentos más dolorosos de su vida ¿Cree que los hombres pasan por el quirófano cuando se enamoran de una mujer más joven?

R. Hay masas de hombres que se someten a diversas operaciones para parecer lo que no son. Hay algunos hombres que se enganchan a tener apariencia de 40 años cuando están cerca de los 60 y se niegan a aceptar las transformaciones que produce el paso del tiempo. La vanidad les puede.

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