Conservador y adicto al lujo: así es Lachlan, el heredero del imperio de los Murdoch
El empresario, de 52 años, tomará las riendas de la gigantesca compañía News Corp en medio de la campaña presidencial de Estados Unidos en 2024
La mansión es conocida como Chartwell. La imponente residencia de 18 habitaciones, 24 baños y una bodega con espacio para 12.000 botellas ocupa cuatro hectáreas del exclusivo barrio de Bel-Air, una zona de ultrarricos al noroeste de Los Ángeles. La compra del edificio en 2019, por cerca de 150 millones de dólares, rompió los récords entre operaciones de bienes inmuebles de la ciudad. El opulento edificio inspirado en Versalles cambiaba de manos entre magnates de los medios de comunicación. Era propiedad de Jerry Perenchio, quien fue presidente de Univision, y pasó a manos de Lachlan Murdoch, quien recibirá en noviembre de su padre, Rupert Murdoch, el trono del imperio mediático conservador News Corp.
Chartwell guarda un guiño especial para los conservadores estadounidenses. Dentro de su terreno se encuentra la casa que el presidente republicano Ronald Reagan y su esposa Nancy tuvieron en Bel-Air. La mansión es uno de los núcleos del poder de News Corp. El periodista australiano Penny Manning, autor de la biografía no autorizada de Lachlan, El sucesor, afirma que el empresario convocó a su mansión en febrero del año pasado a los ejecutivos más importantes de la empresa. La reunión fue una especie de cumbre para determinar la estrategia digital que el enorme grupo con sede en Estados Unidos, Australia y el Reino Unido tomaría respecto a la Red 3.0. Manning afirma que el encuentro era una señal clara de que Lachlan estaba listo para tomar las riendas de la compañía de la que hoy es copresidente y que heredará para dirigir en solitario una vez que pase la Junta General Anual.
Lachlan, de 52 años, es el tercer hijo de los seis que tiene Rupert Murdoch. Es el segundo que el magnate tuvo con su segunda esposa, la periodista escocesa Anna Murdoch Mann. Esta se separó del magnate de la prensa en 1999. Aunque nació en Londres, fue criado en Nueva York junto a hermana mayor, Elisabeth, y su hermano menor, James. Estudió Filosofía en Princeton, pero muy pronto comenzó el camino que los herederos deben recorrer para hacerse con el control de una empresa familiar. Lachlan trabajó en varios periódicos del grupo, especialmente en el Reino Unido y en Australia, un país donde pasó una década y que aún utiliza como su base de operaciones. Sus hermanos, en cambio, se enfocaron en la parte audiovisual de la corporación, que incluye también la editorial Harper Collins. Él entró en la Junta directiva de News Corp en 1996.
En 2002, con 30 años, entró en la Junta de Fox, el principal canal de televisión del grupo. Su padre destacó entonces el “intelecto y energía” de su hijo. Este, sin embargo, tuvo un gesto de rebeldía cuando abandonó News Corp en 2005. La salida se debió a diferencias con su padre, quien favoreció a Roger Ailes, el polémico ejecutivo que echó a andar Fox News e hizo que el enfoque conservador tuviera su impacto en la cultura estadounidense. Fuera del negocio de la familia, Lachlan creó un fondo de inversiones en Australia con el que hizo varios negocios en el sector. Entre estos, Nova Entertainment, una cadena de estaciones de radio local y el canal de televisión 10.
Lucha por la sucesión
Fue durante esos años cuando se elevó la temperatura de la batalla por una sucesión que todos los espectadores de Succession, la exitosa serie de HBO, han querido comparar con la historia de los Murdoch. Con Lachlan buscando suerte en sus negocios, el foco se puso sobre su hermano James, quien llevaba el canal por vía satélite Sky en Inglaterra y la India. James también supervisó los negocios internacionales de Fox durante más de 20 años, aunque su visión política estaba más alineada con las causas progresistas. De hecho, llegó a mostrar públicamente desacuerdos con la política editorial de los informativos de casa, especialmente tras las elecciones de 2020, cuando los periodistas de la cadena insistieron en un fraude electoral sin tener pruebas del mismo.
Lachlan volvió a la empresa en 2014 por petición de su padre. Se mudó entonces junto a su esposa, la modelo Sarah Murdoch, a Los Ángeles, para estar a medio camino entre Sídney y Nueva York, donde está la sede de la compañía. La ciudad, el hogar de muchas celebridades, le permitió elevar el perfil de la lujosa vida que le gusta llevar. Colecciona Porsches diseñados a la medida y tiene un yate con un valor de 175 millones de dólares.
Con su retorno, Rupert Murdoch se dio cuenta de que tenía mayor sintonía con la visión empresarial y la ideología política de Lachlan, a quien nombró copresidente de News Corp y el estudio 21st Century Fox. En noviembre de 2018 quedó claro para casi todos quién era el elegido del magnate de la prensa para sucederlo. Se llevó a cabo entonces la última reunión con los accionistas antes de que 21st Century Fox pasara a manos de Disney, una operación que se cerró en 2019 por 72.000 millones de dólares. James Murdoch no habló, a pesar de haber sido el máximo ejecutivo en la cadena en los últimos tres años. La voz cantante del evento fue la de Lachlan, quien dedicó el discurso a hablar de la trayectoria del hombre que forjó el imperio mediático durante más de seis décadas. “Siempre ha sentido una pasión por atraer a las audiencias con historias y experiencias duraderas, aunque quizá la más perdurable de todas las historias es la suya”, dijo.
Con la venta del estudio y sus contenidos a Disney, Fox condensó su negocio televisivo en los deportes y las noticias. El nombramiento de Lachlan ha alarmado a algunos analistas de la prensa estadounidense. “Lachlan es un líder menos competente que su padre, pero su visión del mundo es considerablemente más brutal. Su liderazgo intensificará la mala conducta, la desinformación y la maldad que ha definido al emporio mediático de los Murdoch”, asegura Angelo Carusone, presidente de Media Matters, una organización progresista sin fines de lucro que se dedica a monitorear y ofrecer análisis para desmentir y añadir contexto a las fake news que difunde la prensa ultraconservadora en Estados Unidos. Carusone afirma que la llegada de Lachlan es similar a arrojar una cerilla a una pira que espera la combustión.
Los biógrafos de los Murdoch afirman que Lachlan no se mete en decisiones editoriales tanto como su padre y prefiere concentrarse en la estrategia corporativa, especialmente en tiempos donde el negocio de la prensa va en declive. Los críticos de los Murdoch, sin embargo, señalan que su visión conservadora sigue la estela de Rupert y que su gestión como copresidente permitió el auge del polémico Tucker Carlson hasta llegar a ser la máxima estrella de la cadena. Carlson, quien ha sido faro de la ultraderecha, fue despedido en abril, una semana después de que Fox pagara 787 millones de dólares para evitar un juicio por difamación por propagar mentiras sobre las elecciones presidenciales de 2020. Con ese dinero, indemnizaron a Dominion, después de que presentadores e invitados de la cadena aseguraran que esta empresa había participado en una conspiración para robarle las elecciones a Donald Trump y que así consiguiera la victoria Joe Biden. Lachlan defendió a Carlson en varias de sus polémicas hasta que estalló este escándalo y la continuidad del presentador se hizo insostenible.
Lachlan tendrá ahora que dirigir la compañía en una nueva transformación que llega a las puertas de unas elecciones presidenciales en Estados Unidos, que se celebrarán en noviembre de 2024. La llegada del heredero al trono ha sacudido de momento la cúpula de ejecutivos. Se prevé que abandone el Consejo Directivo Anne Dias-Griffin, quien pidió a los Murdoch distanciarse de Donald Trump tras el asalto al Capitolio. También saldrá Jacques Nasser, quien será sustituido en los próximos meses por el ex primer ministro de Australia, Tony Abbott.
En enero de este año, Rupert Murdoch canceló la fusión de Fox y News Corp, dos negocios que fueron separados en 2013 y que Lachlan había propuesto volver a unir para consolidar su poder. Entre los críticos de la operación estuvo James, su hermano menor. Este ha sido uno de los contratiempos recientes del hombre llamado a reinar el imperio que levantó su padre.
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