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Dos petroleros rusos naufragan en el estrecho de Kerch con miles de toneladas de fuel a bordo

El vertido de los navíos, con más de medio siglo de antigüedad y modificados en los años noventa, amenaza con provocar una de las mayores catástrofes medioambientales de la historia del mar Negro

Una imagen tomada desde el buque Volgoneft 212 este domingo.Foto: Associated Press | Vídeo: EPV
Javier G. Cuesta

Un petrolero ruso se ha partido por la mitad y otro ha sufrido importantes daños este domingo en el estrecho de Kerch, la lengua de agua que conecta el mar Negro con el mar de Azov, junto a la costa este de la península de Crimea. Los navíos, construidos hace más de medio siglo y modificados en los noventa, presuntamente no soportaron el oleaje, según ha informado el Ministerio de Emergencias ruso. Al menos un marinero ha muerto y se teme el vertido de miles de toneladas de productos petrolíferos que llevaban en su interior.

Alrededor del mediodía de Moscú, dos horas menos en la península Ibérica, la proa de la embarcación Volgoneft 212 se partió a ocho kilómetros de la costa con 4.300 toneladas de combustible a bordo. Trece de sus ocupantes fueron evacuados, pero uno no sobrevivió, según ha informado el Ministerio de Emergencias ruso, que no ha ofrecido más detalles sobre la muerte del marino.

En las imágenes del accidente se puede apreciar la proa seccionada a decenas de metros del resto del barco, erguida sobre una mancha de hidrocarburos. Una fuente de los servicios de rescate ha declarado a la agencia rusa Interfax que en la zona había una fuerte tormenta y que las tripulaciones “quizás no pudieron hacer frente a los elementos y cometieron errores en la navegación”.

Según el portal especializado Korabel, el buque Volgoneft 212 fue construido en 1969, hace más de medio siglo. Además, la eslora del barco fue modificada en los años noventa. Su diseño original preveía que solo navegase en aguas interiores y ríos, pero la embarcación fue rediseñada para salir al mar bajo buenas condiciones meteorológicas.

El capitán de la embarcación, Leonid V., y otro tripulante del barco han sido hospitalizados en cuidados intensivos, según el canal de noticias Baza. El comandante del barco tragó agua del mar con fueloil y sufrió un golpe en la columna, además de diversos síntomas de congelación.

Una hora después del naufragio, el navío Volgoneft 239, fabricado en 1973 y también modificado en los noventa, quedó a la deriva tras sufrir daños graves. El barco ha encallado a 80 metros de la costa con 14 tripulantes y otro importante cargamento de productos petrolíferos a bordo.

Un hundimiento similar al de este domingo tuvo lugar en la misma zona en 2007. El naufragio de otro barco de clase Volgoneft, que transportaba 4.000 toneladas de fuel, provocó un vertido que contaminó decenas de kilómetros de costa. Greenpeace, prohibida en Rusia tras haber sido declarada organización indeseable en 2023, ha advertido de que el suceso de este domingo podría ser “uno de los mayores desastres provocados por el hombre en el mar Negro”. La ONG ha advertido al diario independiente Meduza, también perseguido por la ley, de que las condiciones del mar pueden hacer imposible contener el vertido.

Salvamento Marítimo y el Ministerio de Emergencias han creado un centro operativo en la vecina región de Rostov del Don, en la Rusia continental, para intentar controlar el derrame. El presidente Vladímir Putin, por su parte, ha sido informado de la catástrofe medioambiental.

Un día antes del suceso, la delegación del Ministerio de Emergencias de Crimea recomendó no salir al mar por vientos de hasta 22 metros por segundo en la zona. Además, el paso en ferry hacia el territorio ocupado fue cerrado por mal tiempo. El Comité de Investigación de Crimea, anexionada ilegalmente por Moscú en 2014, ha abierto sendos casos penales por los incidentes de ambos barcos por presunta violación de las reglas de operación del transporte marítimo.

Rusia se apoya en una “flota en la sombra” de petroleros desde que Occidente impuso sanciones a su exportación de crudo y derivados por la invasión de Ucrania. El G-7 y la Unión Europea no solo pusieron un precio tope de 60 dólares por barril de petróleo ruso, sino que también han vetado a sus aseguradoras cubrir los riesgos de los barcos de esa nacionalidad.

Como respuesta, Moscú ha creado una flota de decrépitos petroleros registrados en países offshore. La Unión Europea identificó 52 de estos barcos la pasada semana, y sus sanciones suman ya 79 navíos de esta flota.

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