‘Caronte’ abrasa Italia: “¿Le parecería normal que nos quedásemos en el hotel?”
El anticiclón ha golpeado el país y ha dejado temperaturas récord en Roma de casi 42 grados
El consuelo de muchos últimamente es que el empeoramiento de su vida pueda ser, al menos, una muesca en el revolver de los récords personales. La única manera de afrontar situaciones como la que este martes convirtió Roma en la parrilla en la que asar a sus vecinos y, especialmente, a los obcecados turistas que se echaron a la calle. Daba igual que el termómetro marcase 42 grados, un récord para la ciudad eterna, convertida más bien en un monumental brasero. La fontana de Trevi, los alrededores del Vaticano o el Coliseo, donde vagaban dos almas en pena alemanas a las 15.37 del martes, punto exacto de la canícula más pronunciada. “Hemos comprado los billetes hace siete meses. ¿Le parecería normal que nos quedásemos en el hotel?”.
La excepcional ola de calor, por motivos obvios, responde al nombre de Caronte, mitológico barquero que transportaba las almas en la Divina comedia de Dante hasta el infierno. El anticiclón está golpeando directamente a Italia y, más allá de los 42 grados de la capital ―se superaron los 40,5 grados registrados en 2007―, provocó aumentos de temperatura de hasta 47 grados en las islas de Sicilia y Cerdeña. Las fuentes de Roma se convirtieron el martes en el único refugio para todos los condenados a vagar por sus calles, ya fuera por razones turísticas o laborales.
La llegada del anticiclón africano ha obligado a las autoridades italianas a poner en alerta roja a 20 ciudades de todo el país, entre ellas las norteñas Venecia y Verona; las centrales Roma, Florencia, Bolonia y Venecia, así como las sureñas Nápoles y Palermo, según los medios locales. En el sur, el calor que empuja el anticiclón desde África será todavía más duro. El mismo día, la ONU confirmó que Sicilia sufrió la temperatura más alta de Europa en 2021: 48,8 grados.
Más preocupante todavía son las altas temperaturas en la zona alpina de Italia. La ola de calor provocará que a 1.500 metros se registren valores de hasta 30 grados. Una subida que afecta a los glaciares de Italia con la frontera austriaca.
Las noches de los próximos días no darán tampoco tregua y conciliar el sueño en ciudades como Roma sin aire acondicionado será complicado. Precisamente, la mejor manera para valorar una ola de calor sigue siendo mirar al contador de la electricidad. Y esta vez ha disparado también el consumo en la capital, donde los ventiladores y aires acondicionados funcionan a pleno rendimiento, registrando los valores máximos de demanda eléctrica en lo que va de año y acercándose al máximo histórico de los 60,5 gigavatios registrados por las distribuidoras de red en julio del 2015.
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