Biden se propone acabar con el ‘fracking’ en terrenos federales
El presidente de EE UU firmará una orden ejecutiva que limita la perforación y protege el agua
Cada día va un paso más allá en sus promesas de campaña. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará este miércoles una serie de medidas ejecutivas para combatir el cambio climático y pedirá a las agencias federales que dictaminen una prohibición sobre la perforación hidráulica en su terreno -técnica conocida como fracking- y el uso del agua que hay en esas tierras. También se comunicará con las distintas agencias federales para determinar cómo de extensa debe de ser la negativa respecto a las nuevas cesiones para extraer crudo y gas en suelo federal.
Hasta la fecha, el demócrata ya ha estampado su rúbrica en una serie de órdenes destinadas a revertir las políticas instauradas durante la Administración Trump, lo que ha incluido la vuelta al Acuerdo del clima de París y el bloqueo a la construcción del oleoducto Keystone XL diseñado para transportar petróleo desde Canadá a través de Estados Unidos para llegar a las refinerías existentes en la Costa del Golfo.
La eventual prohibición de nuevas perforaciones tiene levantada en armas a la industria del petróleo y fue un elemento central en la campaña por lograr la victoria demócrata en el discutido Estado de Pensilvania, donde la extracción de gas natural, a través del método conocido como fracking, ha reportado grandes beneficios y ha sido un negocio al alza.
La orden que firmará Biden se encuadra dentro de un paquete que abordará la conservación de ciertos territorios y la reducción de los gases de efecto invernadero, aunque sobre este punto no hay plazos determinados todavía ni medidas concretas. Biden pretende ponerse como objetivo y proteger de la horadación al 30% del terreno federal y el agua que contiene de aquí a 2030.
Durante la campaña electoral, el entonces candidato se comprometió a que Estados Unidos lograse una economía de energía limpia al 100% y alcanzase emisiones netas cero a más tardar en 2050. Biden se manifestó consciente de que no había un desafío mayor para Estados Unidos y el mundo que luchar contra el daño al planeta y el cambio climático. Por lo que se comprometió a delinear un plan audaz, una Revolución de Energía Limpia, para enfrentar esta grave amenaza y liderar al mundo en la confrontación de la emergencia climática.
En opinión de la Casa Blanca se pueden crear nuevas industrias que revitalicen las manufacturas, generen empleos de alta calidad y fortalezcan la clase media en ciudades y pueblos de Estados Unidos. La Administración Biden pretende dirigir a la nación para convertirse en la superpotencia de energía limpia del mundo. “Podemos exportar nuestra tecnología de energía limpia a todo el mundo y crear empleos de alta calidad para la clase media en casa”, fue una de las promesas de Biden antes de llegar a la Casa Blanca.
“Lograr una economía de energía limpia al 100% no es solo una obligación, es una oportunidad. Debemos adoptar un futuro de energía limpia de forma plena, no solo por todos nosotros hoy, sino también por nuestros hijos y nietos, para que su futuro sea más saludable, más seguro y más justo”.
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