Un viejo carguero nuclear averiado, frente a las costas gallegas
Marina Mercante vigila el paso del buque ruso ‘Sevmorput’ tras los problemas mecánicos que han obligado a este barco a regresar a San Petersburgo
Un carguero de 260 metros de eslora y 32 años de antigüedad mantiene en vilo desde hace una semana a las autoridades marítimas españolas. La accidentada trayectoria del portacontenedores y rompehielos Sevmorput ha hecho que se active el sistema de seguimiento de la Dirección General de la Marina Mercante de España debido a los problemas mecánicos que arrastra desde hace dos meses este buque de propulsión nuclear, el único de su clase que aún está operativo. El Sevmorput tiene una seria avería en la hélice del timón, lo que ha obligado a suspender el viaje que tenía previsto realizar hasta la Antártida e intentar regresar a San Petersburgo. El carguero navega ahora renqueante —a la mitad de su velocidad normal— por el Atlántico. La madrugada de este martes se situó frente a las costas gallegas, a unas 50 millas de tierra —92,6 kilómetros—. Y la mañana de este martes, tras sobrepasar Fisterra, ha tomado la ruta hacia el canal de la Mancha.
“Hasta el momento, los sistemas de vigilancia radiológica ambiental nacionales no han detectado ningún valor de medida anómalo”, explica Marina Mercante. “El barco es navegable. La unidad de energía nuclear de la nave funciona en modo normal”, asegura por correo electrónico a EL PAÍS una portavoz de Rosatom, el ente regulador de la energía nuclear de Rusia. Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) elevó la semana pasada una consulta al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre el buque. Fuentes del CSN explican que no se ha notificado ninguna incidencia relacionada con el reactor nuclear que propulsa al Sevmorput.
“Los medios de Salvamento Marítimo en Galicia estarán listos para atender cualquier tipo de incidente que pudiera producirse mientras el buque se encuentre en aguas territoriales españolas”, sostiene Marina Mercante. De hecho, Salvamento Marítimo ya ha tenido que actuar. La semana pasada, cuando el buque estaba en aguas de las islas Canarias, un helicóptero de este servicio dependiente del Ministerio de Fomento tuvo que evacuar al capitán del carguero al Hospital Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria ante la sospecha de que pudiera padecer meningitis. Finalmente, a finales de la semana pasada, el buque continuó la ruta hacia San Petersburgo que ahora le ha llevado hasta las costas gallegas.
“Esta chatarra nuclear flotante, que se propulsa a través de un reactor nuclear que lleva a bordo, con 150 kilos de combustible de uranio enriquecido, nos recuerda una vez más el alto riesgo de la energía nuclear”, lamentó este lunes Juan López de Uralde, diputado de Podemos. El parlamentario se unía así a las críticas lanzadas también desde el BNG gallego, que ha pedido que el buque no atravesara las aguas de esa comunidad.
Los problemas de este carguero comenzaron el 16 de octubre, cuando el buque ruso notificó “daños en una pala de la hélice frente a las costas de Luanda”, la capital de Angola, según detalla Marina Mercante. En concreto, apunta Rosatom, la avería se produjo en “la unidad de hélice del timón”, a la que se le descolgó una de las cuatro palas. El supervisor nuclear ruso explica que un grupo de buzos se desplazó hasta el buque para tratar de solucionar el problema. Y finalmente los técnicos optaron por cortar otra de las palas para “eliminar el desequilibrio” que hacía que el carguero navegara en zig-zag. Las operaciones se llevaron a cabo en las costas angoleñas y Rosatom sostiene que se tardaron “tres semanas en reparar el equipo debido a las condiciones meteorológicas desfavorables”. Finalmente, “el 2 de diciembre, el barco comenzó a moverse a una velocidad de 10 nudos hacia el puerto de San Petersburgo”, apunta el ente nuclear ruso.
El antiguo carguero soviético viaja con cerca de un centenar de pasajeros, entre la tripulación y el equipo técnico que se dirigía a la Antártida. El buque transportaba material para realizar obras en la base Vostok, la estación de investigación de Rusia en la Antártida.
El paso de este buque nuclear averiado no solo ha alertado a activistas y algunos partidos en España. En Francia la ONG ecologista Robin des Bois ha advertido de la difícil travesía que tiene que afrontar ahora el carguero nuclear averiado, que deberá superar el golfo de Vizcaya, el estrecho de Calais, el mar del Norte... El barco deberá pasar por las aguas de 14 países europeos. Y esta ONG francesa se ha puesto en contacto con la Comisión Europea, que le ha respondido que se está “monitorizando de cerca” la situación del carguero nuclear. Robin des Bois ha pedido que se organice una operación de remolque del buque para evitar cualquier accidente.
La previsión es que el Sevmorput llegue a su puerto de destino antes de fin de año; justo a tiempo para celebrar los 32 años desde que comenzó a operar: su primera misión arrancó el 31 de diciembre de 1988. Este es el último de los cargueros de propulsión nuclear rusos que aún siguen operando. Y parecía destinado al desguace, pero a principios de esta década se decidió que se extendería más su vida y, tras varias obras, volvió a navegar en 2016.
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