Un bólido artificial ilumina el cielo en varios puntos de la Península en su reentrada en la atmósfera
Se trata de la carga útil de un satélite estadounidense que se había lanzado en enero de 2022
Un extraño haz de luz iluminó anoche el cielo de varios puntos de la Península. Alrededor de la medianoche, una especie de estela luminosa atravesaba la oscuridad para sorpresa de numerosos testigos, que grabaron el fenómeno en vídeo y encendieron el debate en redes sociales sobre qué era lo que acababan de presenciar. En este caso, no era un meteorito, ni ninguna roca interplanetaria. La Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, coordinada por el científico Josep Maria Trigo desde el Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC), ha resuelto el misterio: eran restos del sistema de puesta en órbita de un satélite estadounidense durante su reentrada en la atmósfera.
Meteorito? Alguien sabe que es esto? #espacio #meteorito #madrid #españa #satelite pic.twitter.com/CSgiwXFeao
— A. (@aabaonza10) April 1, 2023
El fenómeno se pudo ver desde distintos puntos de la Península, desde el sur de la Comunidad Valenciana hasta Aragón, pasando por Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares, Murcia o Navarra. El bólido artificial luminoso era la carga útil de un satélite estadounidense (el USA 321) que se lanzó el año pasado. “No era un satélite, sino un transportador de satélites, una carga útil que se empleó para llevar a cuatro satélites a su órbita final. Fue lanzado desde Cabo Cañaveral el 13 de enero de 2022 como parte de un Transporter 3 rideshare [una misión de viaje compartido] junto a los satélites USA 320, 321, 322 y 323. Concretamente, el 321 fue un satélite de la Armada estadounidense”, apunta Trigo a EL PAÍS.
Esta clase de fenómenos son normales, explica David Galadí, astrofísico del Observatorio de Calar Alto. “Cuando se lanza un satélite, queda en órbita ese satélite y parte del cohete que lo lanza acaba cayendo, antes o después. Cada vez es más frecuente ver esto porque hay más lanzamientos”, señala el científico. Lo que ocurre es que esos cohetes “no están diseñados para estar en órbita y acaban cayendo a tal velocidad, que el rozamiento con el aire hace que sean incandescentes y se desintegren”, señala Galadí.
A preguntas de los usuarios en redes, Trigo ha indicado, a través de la cuenta de la Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos, que, si bien se preveía su reentrada, “no se puede programar como un reloj” este fenómeno, que tenía unas nueve horas de incerteza. “Esto es debido a que influyen muchos factores atmosféricos y de forma en el proceso de rozamiento y consiguiente deceleración aerodinámica de cada ingenio espacial”, ha justificado.
¿VÍSTEIS ANOCHE LA REENTRADA DE LA CARGA ÚTIL DEL SATÉLITE #USA321 (COSPAR 2022-002CX)? Aquí dejamos la trayectoria seguida mostrando algunas de nuestras estaciones, analizada por @Marco_Langbroek @AETUDelft y @Josep_Trigo @ice_csic @CSIC @IEEC_space
— Red Investigación Bólidos y Meteoritos (SPMN)-CSIC (@RedSpmn) April 2, 2023
➡️🔖https://t.co/CRfB0fblVv https://t.co/OEJNoeWVeX pic.twitter.com/sG1qRcOszc
Galadí señala que el riesgo de que esta clase de fenómenos puedan provocar algún daño personal “es muy pequeño”. “Normalmente, todo lo que vuelve a entrar en la atmósfera se desintegra y es raro que algo caiga en el suelo. Pero, aunque la probabilidad es baja, al incrementarse los lanzamientos, esa probabilidad puede aumentar y un día puede pasar algo”, admite. El experto, de hecho, sugiere la necesidad de “pedir responsabilidad a las empresas que lanzan para que la reentrada sea controlada y caiga donde quieren que caiga”.
La Red de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos lleva un recuento de los fenómenos luminosos que se registran en España y, en lo que va de 2023, lleva más de un centenar reportados. “Estos fenómenos luminosos pueden ser espectaculares y causar alarma, pero se producen a gran altura cuando una roca de origen interplanetario penetra en la atmósfera terrestre a velocidades comprendidas entre 11 y 73 kilómetros por segundo”, explican los investigadores en su web. El interés científico es por los bólidos naturales, pero también registran los artificiales y, según Galadí, el aumento de lanzamientos espaciales arroja, irremediablemente, “más señales de vida de bólidos artificiales” que se cuelan en ese espacio de observación de bólidos naturales.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, Twitter e Instagram, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.