En busca de una terapia para curar la fibrosis pulmonar causada por la covid
El tratamiento, que el CNIO cree que podría estar disponible en un año y medio, se basa en la activación de una enzima que permite la regeneración de los tejidos dañados por la enfermedad
Después de analizar los datos de 89 pacientes ingresados por coronavirus en el Hospital de IFEMA de Madrid durante los peores meses de la pandemia, un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España (CNIO) encontró que las personas con secuelas pulmonares severas causadas por la covid-19 tenían telómeros más cortos y desgastados que quienes presentaban síntomas leves.
María Blasco, directora del CNI0 y jefa de la investigación, explica que los telómeros son pequeñas estructuras ubicadas al final de los cromosomas que protegen las secuencias de ADN dentro de cada célula del organismo. “Son como el plástico que cubre la punta del cordón del zapato”, dice Blasco. Y continúa: “Si los cordones son los cromosomas donde está nuestro material genético, los telómeros son esas fundas transparentes que ayudan a que el cordón no se deshilache y no se estropee”, explica la investigadora.
Las conclusiones del estudio, publicado hoy en la revista científica Aging, son claves en la creación de una posible terapia que cure las lesiones pulmonares generadas por el coronavirus. Blasco cuenta que el acortamiento de los telómeros como consecuencia de la infección vírica impide la regeneración de los tejidos pulmonares. “Por eso una parte importante de pacientes sufre secuelas prolongadas”, dice la científica española. De acuerdo con la investigación, esta reducción en el tamaño de las estructuras que cuidan el ADN generaría fibrosis pulmonar, una enfermedad que reduce la capacidad respiratoria de los pacientes y aún no tiene un medicamento eficaz que la detenga.
La lógica del trabajo de Blasco es sencilla: si los telómeros acortados por la covid-19 disminuyen la capacidad de regeneración de las células y generan secuelas pulmonares, alargar los telómeros para que las células enfermas se recuperen podría ayudar a curar las dificultades respiratorias asociadas a la enfermedad. Blasco afirma que ella y su grupo de trabajo, en el que participan también Raúl Sánchez y Ana Guío-Carrión, demostraron, en investigaciones con ratones y previas a la pandemia, que los telómeros muy cortos en los cromosomas de las células de los pulmones eran suficientes para producir fibrosis. “Lo que vimos ahora con los pacientes de IFEMA es que las personas con sintomatología más severa de la covid son aquellas que tienen el plástico de los cordones más corto, independientemente de su edad”, dice Blasco.
Los pacientes jóvenes del hospital de campaña que sufrieron síntomas graves de la enfermedad también presentaron telómeros cortos
Uno de los hallazgos relevantes del estudio es, precisamente, que los pacientes jóvenes del hospital de campaña que sufrieron síntomas graves de la enfermedad también presentaron telómeros cortos. Según los científicos, es normal que las personas mayores y enfermas tengan un desgaste en las estructuras que protegen el ADN, pero no era previsible que en edades tempranas también los telómeros resultaran deteriorados.
Los científicos explican que la longitud de los telómeros es un indicador de envejecimiento. “Cada vez que la célula se divide, los telómeros se acortan, hasta que llega un punto en que no pueden ejercer su función protectora y la célula dañada deja de dividirse”, dicen los investigadores en el comunicado de prensa que anuncia la publicación del estudio. “Durante toda la vida las células se dividen constantemente para regenerar los tejidos, y cuando ya no lo hacen, porque los telómeros son demasiado cortos, el organismo envejece”.
Los investigadores del CNIO han demostrado que es posible revertir este proceso de envejecimiento activando la producción de una enzima llamada telomerasa, responsable de realargar los telómeros. “La activación de la telomerasa es efectiva para tratar en los animales enfermedades asociadas al envejecimiento y a daños en los telómeros, como la fibrosis pulmonar”, dice Blasco. Por eso, los científicos comenzaron a infectar ratones de laboratorio con el virus para ver si los animales que tienen telómeros cortos desarrollan patologías mucho más graves que los que tienen telómeros normales para su edad. “Si el experimento funciona, sería una demostración causal de que nuestra hipótesis es correcta”, concluye Blasco.
Si el experimento con ratones comprueba la relación entre la gravedad de los síntomas de la covid-19 y los telómeros cortos, el siguiente paso sería comenzar los ensayos clínicos de la terapia génica con telomerasa en seres humanos. “Mi grupo ha demostrado en el pasado que se puede frenar, revertir o incluso curar la progresión de fibrosis pulmonar asociada a telómeros cortos a través de la activación de esta enzima capaz de realargar las estructuras que cuidan el ADN”, dice Blasco.
La idea de la terapia, que podría estar lista en un año y medio, es que al alargar los telómeros se recupera la capacidad de regenerar los tejidos y de proteger las células, es decir de reducir el envejecimiento de los órganos. “Hemos visto que con la telomerasa somos capaces de curar un pulmón de ratón enfermo de fibrosis”. Una vez se pruebe en humanos, este tratamiento también podría ayudar a quienes siguen con lesiones pulmonares tras superar la covid-19.
Según los investigadores, esta terapia génica no solo sería para los pacientes de coronavirus, sino para todos los casos de fibrosis pulmonar asociada a telómeros cortos. El año pasado el CNIO y la Universidad Autónoma de Barcelona crearon Telomere Therapeutics, una nueva compañía para desarrollar una terapia génica con telomerasa para el tratamiento de diferentes patologías relacionadas con el acortamiento de los telómeros, como la fibrosis pulmonar y la fibrosis renal.
De acuerdo con los científicos, este sería el tipo de terapia potencialmente útil en pacientes con lesiones pulmonares que quedan después de superar la covid-19. “En la fibrosis pulmonar hay dificultad para respirar, en última instancia es una enfermedad mortal, a no ser que se realice un trasplante de pulmón, que solo se puede hacer en un pequeñísimo porcentaje de los casos; es una enfermedad progresiva y letal, por eso la terapia génica con telomerosa es tan importante”, concluye Blasco.
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