La sonda china que traerá rocas de la Luna a la Tierra llega con éxito al satélite
Chang’e-5 “alunizó en la cara visible de la Luna el martes por la tarde”, ha informado la agencia estatal de noticias, citando a la Administración Espacial Nacional China
China avanza en su programa de exploración espacial. La sonda Chang’e 5, que partió hace una semana hacia la Luna para recoger rocas y otras muestras de la superficie lunar, se ha posado en el satélite si incidencias, según ha informado la agencia estatal Xinhua. Se trata de la primera misión de este tipo en más de cuarenta años.
El gigante asiático ha invertido miles de millones de dólares en su programa espacial, con la esperanza de contar con una estación espacial tripulada para 2022 y, eventualmente, enviar humanos a la Luna.
El objetivo de esta misión es traer muestras de polvo y rocas lunares, para ayudar a los científicos a entender mejor los orígenes de la Luna, su formación y actividad volcánica en su superficie.
Si tiene éxito, China será el tercer país que ha extraído muestras del satélite, después de Estados Unidos en los años 1960 y la antigua Unión Soviética en la década de los 70.
La sonda va a recolectar dos kilos de material de la superficie en una zona inexplorada conocida como Oceanus Procellarum (Océano de las tormentas), una vasta llanura volcánica visible desde la Tierra, donde excavará la superficie lunar hasta llegar a unos dos metros de profundidad.
Se espera que la nave robótica recoja el material en un día lunar, que equivale a unos 14 días en la Tierra. Las muestras serán enviadas a la Tierra en una cápsula que aterrizará en la región china de Mongolia Interior, en el norte del país, a principios de diciembre. China entró tarde en la carrera espacial, pero se ha propuesto liderar las misiones a la Luna.
Peligros en la superficie
Según el China Daily, la nave tocó la superficie lunar a las 15.11 UTC, 14 minutos después de activarse el motor que transportó a su destino desde unos 15 kilómetros de altura a la combinación de módulo de aterrizaje y ascendente del Chang’e 5 de 8,2 toneladas.
Durante el proceso asistido por motor, las cámaras del módulo de descenso ascendente tomaron fotografías del lugar de aterrizaje y las transmitieron a las computadoras para identificar posibles peligros en la superficie, como rocas grandes, para que la nave pudiera maniobrar para evitarlos.
La sonda Chang’e 5, así llamada en referencia a una diosa que, según la tradición china, habita en la Luna, pesa ocho toneladas y está compuesta por cuatro módulos, que se encargarán respectivamente de la órbita en torno al satélite, del alunizaje, del despegue lunar y del regreso a tierra.
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