Dos científicos vinculan una mayor gravedad de la covid al ADN heredado de los neandertales
Los suecos Svante Pääbo, ganador del Princesa de Asturias, y Hugo Zeberg sostienen que una variante genética de origen neandertal tiene hoy "trágicas consecuencias"
Los humanos modernos salieron de África hace unos 65.000 años y por el camino fueron fornicando con otras especies humanas más antiguas que encontraron a su paso en Europa y Asia, como los neandertales. Dos científicos suecos sostienen ahora que la huella genética de aquellos coitos prehistóricos explica la mayor fragilidad de algunos ciudadanos actuales frente al nuevo coronavirus. “El principal factor de riesgo genético para sufrir la forma grave de la covid-19 es heredado de los neandertales”, concluyen los dos investigadores, muy respetados en su campo. Son Svante Pääbo, director del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig (Alemania), y su colega Hugo Zeberg.
No todo el mundo tiene esta variante genética de presunto origen neandertal y supuestamente capaz de triplicar el riesgo de sufrir una covid más grave. En África, donde no había neandertales, apenas aparece. En algunas poblaciones de América, el 4% de las personas presenta la variante sospechosa. En Europa, el 8%. En el sur de Asia, la frecuencia llega al 30%, con un pico del 63% en Bangladés. “Dada la alta frecuencia de la variante genética neandertal en el sur de Asia, es llamativo que en Reino Unido haya un exceso de mortalidad precisamente en las personas originarias del sur de Asia, pero no en otras minorías étnicas”, reflexiona Zeberg. Un estudio preliminar de 35.000 pacientes ha detectado una tasa de mortalidad por covid un 19% mayor en estos ciudadanos originarios del sur de Asia respecto a los grupos clasificados como “blancos”.
El manual de funcionamiento de un ser humano está escrito en sus genes, que son tramos de las largas cadenas de ADN denominadas cromosomas. Cada célula humana tiene unos 23.000 genes distribuidos en 23 pares de cromosomas. Hace tres semanas, un estudio de 1.600 pacientes de España e Italia mostró una asociación estadística entre una variante genética del cromosoma 3 y un mayor riesgo de padecer los efectos más graves de la covid. Los dos científicos suecos defienden ahora que esta variante es de origen neandertal y, en concreto, muy similar a la rescatada de los restos de una mujer neandertal que vivió hace unos 50.000 años en la cueva de Vindija, en Croacia. Svante Pääbo, pionero en la recuperación de ADN antiguo y ganador del Premio Princesa de Asturias, dirigió el proyecto internacional para leer el genoma de los neandertales, una especie extinguida hace unos 30.000 años.
“No hay nadie que sepa qué variantes genéticas confieren susceptibilidad al coronavirus”, critica el genetista Carles Lalueza Fox
Tras una semana de trabajo intensivo en una cabaña recóndita en Suecia, Pääbo y Zeberg publicaron sus resultados el 3 de julio en un repositorio de estudios preliminares sin revisión independiente. Sus conclusiones son controvertidas. “Parten de una base que no está demostrada. Todavía no hay nadie que sepa exactamente qué variantes genéticas confieren susceptibilidad o resistencia al coronavirus”, opina Carles Lalueza Fox, un genetista del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona que colaboró con Pääbo en el genoma neandertal.
El estudio de 1.600 pacientes de España e Italia, de hecho, encontró dos variantes genéticas asociadas a una covid más grave: la del cromosoma 3 (ahora clasificada como neandertal) y otra en el cromosoma 9 que determina el grupo sanguíneo. Los autores afirmaron hace tres semanas que las personas con el grupo sanguíneo A tienen un riesgo de sufrir una covid grave un 45% mayor que la media de la población. Otro análisis posterior con más pacientes europeos, elaborado por el consorcio internacional COVID-19 Host Genetics Initiative, no ha encontrado ese supuesto vínculo entre el grupo sanguíneo y la gravedad de la covid. “Parece que se va confirmando una señal asociada a la severidad de la covid en el cromosoma 3, mientras que para el grupo sanguíneo hay que esperar a ver si se confirma”, explica Ángel Carracedo, un genetista de la Universidad de Santiago de Compostela que codirige otro de estos análisis genéticos masivos —denominados GWAS— en 20.000 pacientes.
El genetista Óscar Lao advierte de que estos estudios GWAS ofrecen “muchos falsos positivos”: presuntas relaciones gen-enfermedad que se esfuman cuando se analizan más muestras. Lo habitual es hacer estos estudios GWAS con cientos de miles de personas, no con unos pocos miles como se ha hecho hasta ahora con la covid, recalca Lao, del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG-CRG), en Barcelona. Su colega Simon Heath coincide: “Nos faltan estudios para poder sacar alguna conclusión sobre variantes genéticas asociadas a la susceptibilidad frente a la covid”.
“Nos movemos por un terreno peligrosamente sensacionalista”, opina la paleoantropóloga María Martinón Torres
La mayor parte de la información genética de una persona actual procede de aquellos humanos modernos que salieron de África, la cuna de la humanidad, hace decenas de miles de años, pero entre un 1% y un 4% del genoma de los europeos es de origen neandertal. El genetista Óscar Lao recuerda que estos remanentes neandertales se han asociado a problemas como la obesidad y la depresión. El propio Lao publicó hace un mes un estudio que vinculaba algunas secuencias genéticas neandertales a un mayor riesgo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en las personas actuales. “Lo complicado no es encontrar estos resultados, sino interpretarlos. El hecho de que una variante genética neandertal esté más asociada a la covid, ¿qué quiere decir desde el punto de vista neandertal? ¿Les proporcionaba algún tipo de protección respecto a otras enfermedades que en aquella época estaban presentes? No lo sabemos”, reconoce Lao.
La paleoantropóloga María Martinón Torres también muestra su escepticismo ante el nuevo estudio. “Me dan miedo las lecturas reduccionistas sobre lo que significa tener o no una determinada mutación. Se leen muchas veces como maldiciones o predestinaciones”, opina la experta, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en Burgos. “Debemos evitar asociaciones reduccionistas. Una enfermedad es, en la inmensa mayoría de los casos, multifactorial”, subraya la científica. Los factores de riesgo de morir por la covid incluyen la edad avanzada, la diabetes descontrolada, el asma grave, la pobreza y ser hombre, según un estudio de 17 millones de personas en Reino Unido.
Martinón Torres cree que el conocimiento sobre la posible susceptibilidad genética a la covid es tan limitado que “aventurarse a hacer inferencias sobre el pasado y los neandertales es un poco prematuro”. La investigadora es contundente: “Nos movemos por un terreno muy pantanoso y peligrosamente sensacionalista”. Para Pääbo y Zeberg, sin embargo, “en la actual pandemia está claro que el flujo genético procedente de los neandertales tiene trágicas consecuencias”.
El supuesto vínculo entre el grupo sanguíneo y la covid
Apenas tres semanas después de que la noticia circulase por todo el mundo, el presunto vínculo entre el grupo sanguíneo y la covid se desinfla. “Soy consciente de que el consorcio internacional COVID-19 Host Genetics Initiative no ha sido capaz de confirmar nuestro hallazgo inicial de una asociación entre el grupo sanguíneo y la gravedad de la covid”, admite el médico italiano Luca Valenti, uno de los autores principales del análisis genético de 1.600 pacientes de España e Italia que detectó el supuesto vínculo.
“Creo que todavía es pronto para sacar conclusiones, pero la variante genética en el cromosoma 3 [la de presunto origen neandertal] es claramente la principal variante de riesgo que afecta a la predisposición a la covid-19. Y no podemos descartar que el gen ABO [el del grupo sanguíneo, ubicado en el cromosoma 9] también tenga un papel”, opina Valenti, médico del Policlínico de Milán.
El genetista Andre Franke, otro de los coautores, recuerda que los resultados preliminares de la empresa estadounidense 23andMe también apuntan a un vínculo entre el grupo sanguíneo y la covid. Los datos de 750.000 participantes sugieren que las personas del grupo sanguíneo 0 tienen una probabilidad hasta un 18% menor de haber dado positivo por covid. En los otros grupos sanguíneos (A, B y AB) no se aprecian grandes diferencias en la susceptibilidad al coronavirus. “La última palabra no está dicha todavía”, afirma Franke, de la Universidad de Kiel (Alemania).
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