Vox se cobra con recortes sociales y bajada de impuesto su abstención a las cuentas municipales
Varias modificaciones del proyecto de presupuestos del Ayuntamiento de 2020 evidencian las cesiones de PP y Cs a la extrema derecha
Aunque el alcalde celebra no haber necesitado los votos de Vox para sacar adelante los presupuestos —la extrema derecha se abstuvo y las cuentas se aprobaron—, el aroma de la formación los impregna. Antes del debate de las cuentas públicas, PP y Cs promovieron varias medidas transaccionales a sus propias cuentas. Así, redujeron la financiación de varias organizaciones sociales, ahogaron la participación ciudadana o bajaron los impuestos más de lo planteado. Todas, parte del ideario de Vox. Para la oposición es “la hipoteca” de la extrema derecha.
El alcalde José Luis Martínez-Almeida celebra no haber necesitado los votos de la extrema derecha para sacar adelante las cuentas públicas acordadas con Cs. “No hay ningún acuerdo con Vox para la aprobación de presupuestos”, decía Almeida el pasado jueves. A pesar de ello, el alcalde también ha reconocido que su grupo ha hecho “cesiones” para justamente aprobar las cuentas municipales. El portavoz municipal de la extrema derecha, Javier Ortega Smith, celebró la coincidencia del anteproyecto de las cuentas municipales con su programa, “en un 99%”. Ese pequeño porcentaje de discrepancias parecía abocar a que los cuatro ediles de Vox votarán en contra de los presupuestos el viernes 20 de diciembre. Por ello, Almeida aplazó el pleno al lunes: durante el fin de semana esperaba convencer a sus socios de investidura.
El lunes, los presupuestos municipales se aprobaron holgadamente, sin ninguna oposición. Contaron con los votos a favor de PP y Cs (15 y 11 ediles, respectivamente); la abstención de Vox (4); y cero votos en contra. Los representantes de Más Madrid (19) y PSOE (8) salieron del pleno antes de la votación como muestra de rechazo a lo que consideraron una “jugarreta” de PP y Cs. Las derechas aprovecharon que Inés Sabanés (Más Madrid) había renunciado a su acta el viernes y que aún no había sido sustituida para ostentar una efímera mayoría en la sala. “Vox se abstuvo porque sabía que los presupuestos iban a salir adelante”, explican fuentes de Más Madrid, “sino habrían votado a favor”.
Aunque no hubo grandes variaciones entre el proyecto de presupuestos y las cuentas aprobadas, sí que aparecieron notables matices. Entre ellos, una mayor bajada de impuestos —entre ellos el IBI, cuatro décimas más de lo planteado del 0,483 al 0,479%— que detraen casi 90 millones de ingresos; o la desaparición de varias partidas dedicadas a organizaciones sociales o a fomentar la participación ciudadana. Estas pretensiones formaban parte de las exigencias de Vox.
La mañana del lunes, en el pleno, se aprobaron una decena de medida transaccionales propuestas por PP y Cs. Entre otras, recogían un recorte de 425.000 euros a la FRAVM, federación regional de asociaciones vecinales fundada en 1977. Vox declaró la guerra a esta organización, que pierde casi un 30% de sus ingresos, al incluirla en lo que la extrema derecha denomina “chiringuitos”.
La FAPA Giner de los Ríos, que aglutina a las asociaciones de padres y madres de alumnos de la comunidad, también va a ver suprimida su subvención. “No han sido capaces de justificar la totalidad de la ayuda recibida”, zanjaba el alcalde la semana pasada. “Este equipo de gobierno quería fiscalizar las subvenciones a dedo”, añadió Almeida, “desde antes de cualquier conversación que se pudiese tener con Vox”.
También eliminan ayudas para los mayores en Centro, Arganzuela o Carabanchel (900.000 euros menos; 500.000 y 700.000, respectivamente; los que implica una reducción del presupuesto de entre el 39 y el 61%, según distritos); financiación para los huertos urbanos (casi un millón de euros menos); o ayudas para la participación (casi 300.000 euros)…, enumeran desde Más Madrid los recortes aplicados para, desde su punto de vista, “satisfacer a Vox”. “Van a quitar ayudas por motivos ideológicos”, resumía Rita Maestre, portavoz de Más Madrid. Tras un análisis de los matices introducidos en las transaccionales, Más Madrid concluye que disminuirán también las inversiones para el fondo de reequilibrio territorial o el de contingencia. Desde el partido ecofeminista lo describen como “la hipoteca de Vox”.
Desaparece la cooperación público-social
Además de congelar los presupuestos participativos en 2020, el Ayuntamiento va a derogar la ordenanza que rige la cooperación público-social. Esta norma regula la cesión de inmuebles a entidades vecinales; los huertos urbanos; los equipos de actuación distrital... “PP y Cs quieren que vuelva la arbitrariedad”, lamenta el concejal de Más Madrid Nacho Murgi, “que la cesión de locales y otros recursos sean una herramienta de poder de los concejales”.
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