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Los presupuestos de Almeida y Villacís encallan por Vox

El Ayuntamiento esperaba aprobar las cuentas en el último pleno del año, el viernes 20 de diciembre, pero lo aplaza hasta el lunes al no contar con mayoría suficiente

Pablo León
La vicealcaldesa Begoña Villacís (en medio) con Inmaculada Sanz y José Aniorte el jueves en el Ayuntamiento.
La vicealcaldesa Begoña Villacís (en medio) con Inmaculada Sanz y José Aniorte el jueves en el Ayuntamiento.AYUNTAMIENTO DE MADRID

El Ayuntamiento no tendrá presupuestos esta semana. La coalición de PP y Cs no ha conseguido el apoyo de Vox para aprobar las cuentas. Quería dejarlas cerradas hoy, en el último pleno del año, pero ayer por la tarde no se llegó a acuerdo: Javier Ortega Smith, portavoz de la formación de extrema derecha, se levantó de una reunión con el alcalde. A pesar del escollo, tanto PP como Cs esperan reencauzar las negociaciones y aprobar las cuentas el lunes en un pleno extraordinario. Ambos partidos se habían comprometido a tener presupuestos antes de 2020.

Desde el Gobierno municipal, dirigido por PP y Cs, esperaban aprobar las cuentas de la capital hoy, cuando se celebraba el último pleno del año, pero se han visto obligados a retrasarlo. “El pleno extraordinario de presupuestos se celebrará el lunes 23”, comunicaron ayer por la tarde desde el área de Hacienda. Poco antes, Javier Ortega Smith, portavoz de Vox en el Ayuntamiento, abandonaba una reunión con el alcalde que buscaba cerrar el apoyo a las cuentas.

Para aprobar las cuentas, Almeida y Villacís —con 26 ediles: 15 para el PP y 11 para Cs— necesitan los votos de alguno de los otros grupos con representación en el pleno: de Más Madrid, del PSOE o de Vox. Al no contar con el beneplácito de la extrema derecha —Vox ya facilitó la investidura y es el socio prioritario del Gobierno municipal—, el Ayuntamiento decidió retrasar la votación hasta el lunes.

“Es intención de este equipo de gobierno aprobar los presupuestos”, remarcaron fuentes de Hacienda, “y por tanto seguiremos negociando para poder tenerlos”. “Son los presupuestos que Madrid y los madrileños merecen”, agregaron sin dar más detalles.

A diferencia de la Comunidad, donde las tensiones entre PP y Cs son evidentes así como la falta de sintonía en algunos aspectos con Vox, la aprobación de las cuentas municipales parecía un trámite tras el anuncio del partido de ultraderecha de que compartía “el 99%” del anteproyecto económico presentado por Almeida. El portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, declaró que los presupuestos recogían su programa político y que las cuentas emanaban “de las negociaciones de la investidura”.

A pesar de esa coincidencia tan alta, las cuentas no han convencido a los cuatro concejales de la extrema derecha. De hecho, Vox ha presentado una docena de enmiendas a las cuentas municipales. En resumen, piden reducir aún más el IBI —Almeida ya anunció una rebaja— para dejarlo en el mínimo legal (0,4%); detraer financiación a varias organizaciones sociales —que describen como “chiringuitos”— y destinar los fondos a su “cheque social para apoyar a las familias”; y dejar de financiar la Federación Regional de Asociaciones Vecinales (FRAVM), fundada en 1977 y que representa a casi 300 organizaciones vecinales de toda la comunidad. “Supone un despilfarro la entrega [de fondos], mediante subvenciones nominativas, a asociaciones que pueden tener carácter ideológico”, explican en las enmiendas.

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El anteproyecto de presupuestos para 2020 aumenta un 7,6% el gasto, hasta los 4.686 millones de euros; consolidan una bajada de impuestos de 82 millones de euros y, según la oposición ya recogían “guiños a Vox”. PP y Cs incluyeron en las cuentas que presentaron una rebaja del 30% de las subvenciones nominativas (un recorte de 15 millones de euros), pero se mostraron reacios a recortar todas las ayudas a la FRAVM como pedían desde el partido de Ortega Smith.

“Todos hemos hecho cesiones [para elaborar las cuentas] y Vox también tienen que hacerlas”, incidía él alcalde Almeida hace unos días. Ayer, tras la celebración de la copa navideña del Ayuntamiento en Cibeles, el alcalde pidió “generosidad”. Por ahora, Vox no ha cedido.

Un “chantaje” intolerable

“Necesitar el apoyo de la extrema derecha para gobernar tiene consecuencias graves para la ciudad y la ciudadanía”, resumió Rita Maestre, portavoz de Más Madrid, tras enterarse del aplazamiento del pleno. Maestre definió el retraso como “un chantaje que no se puede tolerar”. Hace días, su partido ofreció al Gobierno municipal apoyo para aprobar las cuentas y así "no depender de la extrema derecha". A cambio, Más Madrid pedía que se blindase Madrid Central —también que se ampliase— o que no se privatizasen servicios públicos municipales. “Era una propuesta de mínimos que permitiría continuar con la modernización de la ciudad”, incidió Maestre, cuyo partido ha presentado una enmienda a la totalidad a las cuentas.

Aunque el PSOE estaba dispuesto a sumarse a ese acuerdo, desde Cibeles ignoraron el ofrecimiento. Los socialistas inciden en que “las reivindicaciones de la ultraderecha tienen que ver con su guerra contra la FRAVM y con su ansia por bajar impuestos a los que más tienen”. También han lamentado “las prisas” para llegar a acuerdos “apresurados” con Vox, dijo Pepu Hernández, portavoz municipal del PSOE madrileño. Hablaba en referencia a los presupuestos, pero también a la investidura. “En general, la necesidad del apoyo de Vox no es positivo para Madrid”, agregó Hernández.

Despedir el año con Madrid Central

El Ejecutivo municipal ha convocado una última Junta de Gobierno el próximo jueves que va a estar protagonizada por Madrid Central, según confirmó la portavoz municipal Inmaculada Sanz.

El Ayuntamiento estudia ampliar un año más (hasta diciembre de 2020) las moratorias a los vehículos de reparto más contaminantes así como a los padres y madres de alumnos cuyos centros estén dentro de la zona de bajas emisiones. También ampliar el horario de acceso a motos o alterar el perímetro de Madrid Central permitiendo de nuevo el acceso de vehículos a varias calles.

En un primer momento, el Ayuntamiento negó que fuese a llevar a Junta de Gobierno esos cambios. Más tarde reconoció que estaban valorando las modificaciones y ayer confirmaron que se tratarán en la última Junta de Gobierno, el 27 de diciembre. “En cuanto el mundo se ha dado la vuelta y ha terminado la COP25, han mostrado sus intenciones de rebajar Madrid Central”, lamentó Rita Maestre, portavoz de Más Madrid. “Además, lo hacen con nocturnidad y mientras estamos celebrando las Navidades”, agregó.

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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