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La guerra de las luces

Las grandes urbes madrileñas pugnan en una competición en la que destaca la capital, con más de 10 millones de bombillas en sus calles

Iluminación en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares.
Iluminación en la plaza de Cervantes de Alcalá de Henares. Ricardo Espinosa

Un millar de concejales de toda España se reunieron en septiembre en Madrid para reelegir a Abel Caballero como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, aprovechó la cita para retarle: "Este año te superaremos. Desde Vigo vas a ver las luces de Navidad de Madrid". El regidor de la ciudad gallega lanzó un órdago: "No creo. Las de Vigo las ven en Nueva York". Ambas ciudades iniciaban así una guerra lumínica a la que se han unido las grandes urbes de la Comunidad de Madrid, convencidas de que cuánto más brillen sus calles, más personas las visitarán y más felices serán sus vecinos.

Madrid cuenta con 10,2 millones de bombillas LED, un 37% más que el año pasado. También aumenta, en un 28%, el presupuesto destinado a iluminación, que alcanza los 3,2 millones de euros. La cifra supera notablemente el montante que gastó Manuela Carmena durante cada uno de sus cuatro años de gobierno, pero no bate la marca de Alberto Ruiz-Gallardón, que en 2005 decidió llevar las Navidades de Madrid a otro nivel. Contrató a diseñadores para decorar espacios públicos y duplicó las partidas económicas.

El récord lo estableció en 2009, en plena crisis, cuando dedicó 4,5 millones en sembrar la ciudad de dispositivos luminosos. Almeida ha conseguido otro hito: encender las luces antes que nadie. Lo hizo el 22 de noviembre, un día antes que Carmena, que en 2018 protagonizó un pomposo encendido en la remozada Gran Vía.

La guerra de las luces subió de tono el 24 de noviembre, horas después de que Vigo inaugurara su alumbrado. Caballero advirtió al alcalde de Madrid por televisión: "Si comparan, quedan en ridículo". La ciudad gallega ha instalado un árbol luminoso de 32 metros y casi 10 millones de bombillas, una cifra similar a la de la capital. Sin embargo, el regidor de Vigo subrayó que lo han conseguido con un presupuesto tres veces más pequeño. "Nos costó 850.000 euros, que es muy poquito dinero en relación con lo que esto proporciona a la ciudad". Un día más tarde, Almeida contratacaba: "Caballero está loco por hacer publicidad. Entiendo su pasión desmedida y una ambición irrefrenable por su ciudad, pero Madrid no compite con Vigo. Nosotros competimos contra las ciudades con las que tenemos que competir en un mundo cada vez más globalizado".

"Gasto innecesario"

"Es como pasear por una película. Ver tantas luces da mucha alegría", asegura Mónica García, una cordobesa que visita la capital. "Siempre hemos querido venir en estas fechas. Sabíamos lo que nos íbamos a encontrar, pero aun así nos ha sorprendido", recalca su amiga Lucía. Los viandantes se quedan absortos mirando motivos luminosos. Nadie quiere perderse un detalle. Muchas familias aprovechan para fotografiarse con una de las grandes novedades de esta Navidad: la espectacular bola lumínica 3D de 12 metros de diámetro, siete toneladas y 43.000 luces instalada en el cruce entre la calle de Alcalá y la Gran Vía. Pero no todos están satisfechos. "Lo considero un gasto innecesario. Esos recursos pueden destinarse a asuntos más urgentes. Estar más iluminada no la convierte en una ciudad más bonita", se queja Rocío Pérez.

No solo la capital se ha colmado de luces. Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares y Pozuelo de Alarcón conforman la Santísima Trinidad de la iluminación navideña en la región. Especialmente llamativo es el caso de Torrejón, un municipio convertido en parque temático. La llegada de Pedro Rollán a la alcaldía en 2007 activó el plan para hacer de esta localidad de 130.000 habitantes al este de la comunidad un lugar de referencia. El boom definitivo se produjo hace un lustro y el año pasado una fundación la nombró primera capital europea de la Navidad junto a Lieja, en Bélgica. En los dos kilómetros que conforman el recinto se han colocado más de cuatro millones de bombillas, uno de ellos solo en la Puerta Mágica. Desde la distancia se puede admirar una majestuosa y colorida noria que alcanza los 45 metros. El presupuesto asciende a 1,4 millones de euros, aunque el Ayuntamiento solo destina 800.000 euros. El resto lo asumen patrocinadores privados.

Alcalá ha instalado 750.000 luces en dos espacios de ocio, la plaza de Cervantes y el Recinto Ferial. La inversión total ha sido de 205.000 euros, pero con una particularidad: la mitad de ese montante se ha dedicado a comprar bombillas en propiedad y no a alquilar, como hace la mayoría de municipios. "Para ser Alcalá está pobre de luces", espeta Dolores Godoy. Su amiga Luisa Martínez le discute: "Pues la plaza está preciosa. Yo no estoy de acuerdo con los dispendios. Las ciudades han iniciado una guerra ridícula y se olvidan de otras cosas más importantes". En Pozuelo, el número de luces supera el millón. Este año, por primera vez, se organiza la Joy Christmas. Desde su noria, de 36 metros, se puede divisar la capital. También cuenta con una pista de hielo y otras atracciones, porque no solo de luces vive el hombre.

La segunda ciudad más poblada de la región, Móstoles, se ornamenta con otro millón de bombillas. La fiebre lumínica ha alcanzado también a Alcorcón, donde se han dispuesto casi 750.000 con una inversión de 161.000 euros. O Majadahonda, que este año toma el testigo de Torrejón como ciudad europea de la Navidad, con casi 600.000 bombillas y un gasto en iluminación de 170.000 euros. Leganés tiene 573.000 y una esfera gigante en la plaza de la Fuente Honda que hace las delicias de propios y extraños por su espectáculo de luz y sonido. Otra de las grandes urbes de la región, Fuenlabrada, ha instalado 450.000. Hay a quién le parecen pocas. Su alcalde, Javier Ayala, se ha plantado: "No estamos dispuestos a competir con otras ciudades para ver quién pone más bombillas. Nuestro objetivo es dar a los vecinos la mejor programación".

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