La Boqueria pierde paradas y gana pequeñas plazas y más espacio
El mercado de La Rambla habilitará un aula de formación
El mercado de la Boqueria ha ganado una nueva plaza interior y ha iniciado los trabajos de un aula de formación a costa de perder más paradas. Las dos operaciones siguen la decisión del Ayuntamiento de Barcelona, tomada en el mandato anterior, de esponjar el mercado de la ciudad que soporta más presión de visitantes, que no de compradores. El cálculo es de una media de 50.000 personas al día, una cifra que se dispara los fines de semana, especialmente en los meses centrales del turismo. “No gustaría que vinieran más vecinos a comprar”, reconocía la regidora de Comercio, Montserrat Ballarín este martes, en la presentación de un nuevo espacio, en forma de plaza, que se ha generado en uno de los lados de la Boqueria. Mientras ella hablaba, turistas japoneses se hacían selfies junto a una de las paradas de un mercado que ha ido modificando su oferta y productos, en gran medida, por la presión turística. Menos negocios tradicionales de cualquier mercado —se ha reducido bastante el espacio de fruterías y verdulerías— y proliferación de paradas de comidas preparadas, todo tipo de combos de consumo inmediato y puestos de degustaciones, además de bares y restaurantes. Y un mercado en el que es más habitual ver a visitantes haciéndose fotos que a vecinos con el carrito de la compra.
Promoción de productos
Desde 2017, cuando se inició la amortización de las paradas, el mercado ha perdido 21 negocios: cuatro que han generado una plaza de 50 metros cuadrados, siete cuyo derribo creó un amplio espacio en la zona central del mercado y otros 10, actualmente en obras, que se transformarán en un aula de formación de unos 50 metros cuadrados. “Será un cubo de cristal que contará con un pequeña área de cocina, mesas y pantallas para que se pueda ver desde fuera las actividades que se hagan, todas ellas de promoción y elaboración de los productos de mercado”, explicaba el arquitecto Dani Freixas, que lleva a cabo esa transformación, con un presupuesto de 210.000 euros.
“Ya era hora de que lo arreglaran, hemos estado meses con las paradas cerradas y esta parte estaba muy dejada”, explicaba una pollera justo frente al futuro nuevo espacio que estará listo en primavera y que será gestionado por la Asociación de Comerciantes de la Boqueria. “Ya es difícil salir adelante y si el entorno más próximo está cerrado todavía es más complicado”, añadía Esmeralda que lleva al frente de esa misma parada tres décadas.
La generación de pequeñas plazas en el mercado persigue facilitar los movimientos de las personas en la Boqueria. “Seguiremos con la limitación de entrada de grupos de más de 15 personas los viernes y los sábados”, añadió la regidora en alusión a esa medida tomada en el mandato anterior para frenar el aluvión de grupos de turistas en los pasillos del mercado. “La Boqueria sigue siendo un excelente mercado y ahora se prepara para las fiestas de Navidad, una época en que muchos barceloneses hacen sus compras aquí”, puntualizaba el director del mercado, Salvador Capdevila.
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