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“La Comunidad debería dedicar más dinero a cultura”

La escritora Marta Rivera de la Cruz, de Ciudadanos, ejerce de consejera de cultura y turismo

La consejera de cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz en Alcalá, 31, sede de su departamento.
La consejera de cultura de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz en Alcalá, 31, sede de su departamento.ÁLVARO GARCÍA
Pablo León

Como lleva más de una década en Madrid, Marta Rivera de la Cruz (Lugo, 49 años) se define como “madrileña de Lugo”. Es escritora, periodista —“Echo de menos esa faceta”— y en 2016 se afilió a Ciudadanos. Actualmente, ejerce de consejera de cultura y turismo en la Comunidad de Madrid, que gestiona, entre otras cosas, los Teatros del Canal. Si la Comunidad maneja más de 22.000 millones de euros de presupuesto, la cartera de Rivera de la Cruz solo dispone de un 0,07%.

Pregunta. ¿No le parece escaso el presupuesto?

Respuesta. Antes, esta Consejería tenía tres patas: Cultura, Turismo y Deportes [y un presupuesto de 216 millones de euros para 2019]. Ahora, sin Deportes son unos 160. Defenderé con uñas y dientes que aumente todo lo que se pueda, pero los Gobiernos son dos partes: Hacienda y todos los demás. Me parece que es poco dinero: Madrid se merece más dinero para cultura.

P. ¿Cree que va a conseguir aumentar la dotación?

R. Seré muy pesada porque he negociado dos presupuestos [en el Congreso] y sé de lo que hablo. [Ignacio] Aguado se ha comprometido con nosotros. Esta consejería es transversal: se pueden introducir asuntos de cultura en el resto de áreas… Espero involucrar a todo el Gobierno.

P. ¿También a la parte del PP?

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R. Por supuesto. A los que nos toca Cultura —que por desgracia sigue siendo una maría de los gobiernos— tenemos la tarea de divulgarla; de explicar para qué vale lo que hacemos en términos emocionales, pero también económicos. La cultura es el motor turístico de la región: aquí la gente no viene a la playa, viene a ver museos, al teatro…

P. ¿Por qué se ningunea la cultura?

R. Porque es poderosa. Incluso en los peores momentos, sigue habiendo tejido cultural. Eso es una fortaleza y una debilidad: pase lo que pase, la cultura sale adelante.

P. Parte de la cultura de Madrid es el Orgullo.

R. Al colectivo LGBTI le gusta mucho Madrid porque se ha consolidado como una ciudad abierta: el World Pride de 2017 fue una referencia global.

P. Pero el gobierno de la Comunidad se sustenta en Vox, un partido que ha hecho afirmaciones homófobas.

R. Ese partido no está en el Gobierno. España es un ejemplo de convivencia; el Orgullo es parte de Madrid.

Una nueva directora para teatros del Canal

Para Rivera de la Cruz, un teatro público debe ser "intergeneracional; estar en contacto con el ecosistema teatral local; y un lugar de producción". Ese es su modelo para Canal, "buque insignia de la cultura de la Comunidad". Hace unos días, la coreógrafa Blanca Li fue nombrada directora de la institución, que maneja un presupuesto de 3,8 millones de euros y que el año pasado, con Natalia Álvarez Simó al frente, consiguió una tasa de ocupación del 85%. "Canal ha tenido directores muy buenos: [Albert] Boadella, [Álex] Rigola, Álvarez Simó…", opina la consejera. ¿La elección de Li es una apuesta por lo comercial (estilo Boadella) o más vinculada a lo contemporáneo (la vía Rigola-Álvarez Simó)? "Espero que sea la vía Blanca Li".

El nombramiento se ha realizado de manera directa sin concurso público. “Hay perfiles, grandes nombres, que no se presentarían a un concurso público; que no estarían dispuestos a someterse a ese escrutinio”. ¿Es eso bueno? “En un mundo perfecto, lo ideal sería haber hecho ese concurso público, pero este no es un mundo perfecto”, zanja Rivera de la Cruz.

Desde hace años, parte de la programación de Canal la realiza Clece —empresa de servicios dentro de ACS, propiedad de Florentino Pérez—. Gestiona el Escenario Clece, donde Blanca Li estrenó la pasada temporada Solstice. ¿No le extraña que una empresa de servicios programe en Canal? “Hasta ahora ha funcionado razonablemente bien. El acuerdo [con Clece] dura hasta finales de 2020; no hay una decisión tomada con respecto a la continuidad del acuerdo”. “Me gustaría que del Canal salieran más producciones”, agrega la consejera, “que hubiese una marca Canal”.

P. ¿Qué ocurre en la periferia: se trabaja por la descentralización cultural?

R. No se está haciendo. La capital es un imán tan poderoso que perdemos de vista lo que hay alrededor. Por eso nos hemos marcado el compromiso 179: visitar todos los municipios para analizar su realidad y potencialidad cultural. Quiero que la Consejería sea el hilo que los apoye.

P. La Comunidad entrega gran parte de sus subvenciones de manera directa, ¿eso va a cambiar?

R. Parte de esas subvenciones están blindadas: se las llevan entidades como el Real, la ORCAM… Hay mejorar las subvenciones, tener más dinero, y gastar bien. Actualmente, el 75% de las ayudas son nominativas y el 25% libre concurrencia. Creo que están funcionando.

P. Dentro de sus preocupaciones entra el problema del alquiler turístico.

R. La Comunidad [con Jaime de los Santos al frente] sacó un decreto que fijaba límites, pero es muy complicado que este problema lo solucione el gobierno regional: tienen que implicarse los Ayuntamientos y es necesaria una legislación nacional. La vivienda turística desvirtúa los barrios; complica la convivencia con los vecinos; penaliza a hostales y hoteles y acaba deshumanizando la ciudad, convirtiéndola en un lugar menos atractivo para visitar.

P. Con decreto o sin él, esos problemas persisten. Además, los alquileres no dejan de subir.

R. Los precios de los alquileres son un problema gravísimo —la carestía de una ciudad la marca el precio de la vivienda—, pero hay más factores que los pisos turísticos: la oferta en Madrid es escasa.

P. Tras años de malas relaciones con el Ayuntamiento, ¿ha mejorado el tono?

R. Intentamos no solo que las relaciones sean buenas, sino que abunden. Hemos hablado de los Premios Forqué, del Museo de la Movida… El Ayuntamiento y la Comunidad han estado demasiado tiempo dándose la espalda.

P. ¿Ha llegado el momento del abrazo?

R. Con que nos demos la mano vale. La disposición es buena.

P. ¿Qué opina del cierre del Centro de Artes Vivas de Matadero?

R. Matadero era uno de los proyectos culturales más interesantes de Europa y creo que el anterior equipo municipal lo hizo mal. Yo dejé de ir. Espero que Natalia [Menéndez, la nueva directora del Español y de Naves de Matadero] le de una nueva vida.

P. ¿Cómo avanzan los hallazgos arqueológicos de Plaza de España?

R. La consejería tiene que informar de lo que aparece y lo estamos haciendo en tiempo y forma. Tras la aparición de los primeros restos, visité la zona y pedí en la Consejería que se acortaran los tiempos lo máximo posible; no quería que se dijese que las obras se retrasaban porque faltaba un informe de la Comunidad.

P. ¿Qué ha aprendido de la política?

R. Aunque la mala fama de los políticos ha crecido, he roto muchos estereotipos. También he descubierto la calidad profesional del funcionariado, que se toman su trabajo con dedicación y entrega como en la Consejería.

P. ¿Algo negativo?

R. Que parece que todo tiene que ideologizarse.

P. ¿El Gobierno de Comunidad no está ideologizado?

R. En el equipo no hay independientes; todos tenemos nuestro carnet de partido. Lo que hay que intentar a la hora de trabajar es que ese carnet del partido pese lo justo.

P. ¿No cree que en algunos cargos de Madrid ese carnet pesa bastante?

R. ….

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Sobre la firma

Pablo León
Periodista de EL PAÍS desde 2009. Actualmente en Internacional. Durante seis años fue redactor de Madrid, cubriendo política municipal. Antes estuvo en secciones como Reportajes, El País Semanal, El Viajero o Tentaciones. Es licenciado en Ciencias Ambientales y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS. Vive en Madrid y es experto en movilidad sostenible.

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