El ‘president’ desoye por segunda vez una orden para retirar los lazos
El PSC retira el lazo amarillo de la sede del distrito de Les Corts
El presidente de la Generalitat catalana, Quim Torra, ha desoído dos veces en apenas seis meses órdenes que le obligan a retirar lazos amarillos y otros símbolos independentistas del Palau de la Generalitat. Lo hizo en marzo, cuando la Junta Electoral Central (JEC) le conminó a quitar las pancartas en apoyo a los políticos encarceladas por rebelión; su negativa le llevará a sentarse en el banquillo por un delito de desobediencia. Y lo volvió a hacer este miércoles por la tarde, cuando venció el plazo de 48 horas dado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJC) para retirar esa misma pancarta.
En ambos casos, el argumento de Torra para negarse a obedecer es el mismo: defender la libertad de expresión. El president presentó ayer un recurso al auto del TSJC en el que argumenta que la pancarta de apoyo a los líderes encarcelados por el procés es una manifestación “política” que no debe ser “fiscalizada” por la justicia. Y la compara con otras que han aparecido en edificios públicos, como las que pedían la devolución de los papeles de Salamanca o las que muestran el apoyo a los refugiados.
Esta segunda desobediencia de Torra tiene su origen en una demanda de la asociación antiindependentista Impulso Ciudadano ante la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC. La entidad pidió, como medida cautelar, la retirada de la pancarta. El tribunal accedió a ello y dio 48 horas a Torra. El tiempo empezó a contar el lunes a las 18 horas, cuando se le entregó el requerimiento. Transcurrido ese plazo, la pancarta a favor de la “libertad de los presos políticos y exiliados” —que incluye un lazo amarillo— seguía el miércoles por la noche en la fachada del Palau, en la plaza de Sant Jaume. Torra ya anunció que no pensaba ceder.
Al tratarse de la jurisdicción contenciosa, es Impulso Ciudadano la que debe dar ahora el siguiente paso. La entidad anunció ayer que pedirá hoy mismo al TSJC que ordene a los Mossos la retirada de los símbolos y que ponga los hechos en conocimiento de la Fiscalía por si Torra ha podido cometer un delito de desobediencia.
En el Ayuntamiento de Barcelona, la posición respecto al lazo es que se retirará cuando el consistorio reciba la resolución de la Junta Electoral “que obligue a retirar los símbolos de la fachada”, como “siempre se ha hecho en periodo electoral”, según precisó ayer un portavoz. Frente a esa decisión, el socialista Xavier Marcé, regidor del distrito de Les Corts, decidió ayer retirar el símbolo que colgaba de la fachada de la sede argumentando que “ahora con el reglamento electoral, lo tenemos que retirar”. Esa es la misma tesis que defiende el grupo municipal de Ciudadanos que ayer pidió la retirada del lazo del balcón del consistorio en la plaza de Sant Jaume. Según ellos, la publicación en el BOE de la convocatoria de elecciones para el 10-N supone que la presencia del lazo vulnera la ley electoral.
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