El aguirrismo renace con Isabel Díaz Ayuso
La nueva presidenta de la Comunidad designa para las consejerías a políticos que ya tuvieron responsabilidades con Aguirre y González
Isabel Díaz Ayuso se estrenó el lunes como presidenta de la Comunidad de Madrid anunciando el inicio de un tiempo nuevo, e inmediatamente nombró a cuatro consejeros vinculados con los Gobiernos populares que presidieron Esperanza Aguirre (2003-2012) e Ignacio González (2012-2015). Esas designaciones encerraron un mensaje. Por encima de los vínculos con los dos expresidentes —mayoritariamente rotos por las tortuosas cuitas internas de la formación conservadora en Madrid, los casos de corrupción gestados durante esos mandatos y el paso del tiempo—, el nuevo PP cree en las políticas del viejo. [Fotogalería:La toma de posesión de Isabel Díaz Ayuso, en imágenes]
Monasterio: "En el gobierno hay demasiado sillón"
Rocío Monasterio, líder regional de Vox, criticó ayer que el PP y Cs hayan pactado ampliar de nueve a trece las consejerías del gobierno de la Comunidad de Madrid para así dar cabida a representantes de los dos partidos en el Ejecutivo de coalición.
"No nos parece bien que pasemos de nueve a trece consejerías", dijo Monasterio a su llegada a la ceremonia de toma de posesión como presidenta de Isabel Díaz Ayuso, donde añadió que en el Ejecutivo "hay demasiado sillón". "Es un gasto político ineficaz", siguió. "Los recursos de los madrileños no tienen que estar para esto. Preferimos que estén en sanidad, en educación, dependencia o discapacidad antes de crear nuevas consejerías (...) Nos parece un gasto completamente innecesario", opinó la líder de Vox, que reclama adelgazar la Administración antes de acometer la rebaja fiscal que ha prometido la nueva presidenta. "Estaremos atentos a las políticas, y cuando las veamos, tendremos elementos para juzgar si lo están haciendo bien o mal [los consejeros]", remató Monasterio.
Por su parte, Ignacio Aguado, nuevo vicepresidente regional, celebró la puesta en marcha del gobierno.
"Se va a poner en marcha un gobierno de centro liberal que tiene sobre sus pies 155 medidas sobre las que tiene que caminar y llevar a cabo un trabajo duro, difícil y complicado", opinó el líder de Cs sobre el pacto que le une con el PP, y que necesitará del apoyo de Vox para hacerse realidad. "Estamos con muchas ganas de demostrar a los madrileños que sabemos gobernar", añadió sobre la entrada de su formación en el Ejecutivo. "Garantizo que trabajaré codo con codo con los consejeros del PP".
Javier Fernández-Lasquetty, nuevo consejero de Hacienda, lo fue antes de Sanidad; Enrique Ossorio, ahora titular de Educación, fue antes viceconsejero y consejero de Economía y Hacienda; David Pérez, que será responsable de Vivienda y Administración local, fue siempre aguirrista por encima de todo; y María Eugenia Carballedo, que dirigirá Presidencia, fue diputada con Aguirre —que le encargó presidir la Mesa de Evaluación de candidatos con la que el PP reaccionó a los casos Bárcenas, Gürtel y Púnica— y viceconsejera con González
Díaz Ayuso arrancó su mandato compartiendo "algo íntimo". "A partir de ahora estoy obligada, únicamente, a mirar hacia adelante", dijo en la Real Casa de Correos, donde tomó posesión de su cargo. El pasado, sin embargo, le acompañó por acción y omisión en la ceremonia, tras la que el PP vivió con máximo nerviosismo las idas y venidas que acabaron decidiendo el nombre de los consejeros —con cambios de última hora incluidos—.
Ausentes los expresidentes Ignacio González y Cristina Cifuentes, allí estaba Alberto Ruiz-Gallardón. Cerca se sentó Pablo Casado, el líder nacional del PP, que eligió a Díaz Ayuso como inesperada candidata para Madrid tras crecer juntos en el seno del aguirrismo, donde ambos empezaron como asesores su carrera política. Y entre todos ellos apareció la propia Aguirre, solo unas semanas después de que la Fiscalía Anticorrupción pidiera investigarla en el caso Púnica, como a Cristina Cifuentes.
"Suelo decir con orgullo que un nuevo equipo de políticos se está abriendo paso en la sociedad española y que tenemos derecho a hacerlo", lanzó la nueva presidenta de Madrid, diciéndose parte de una nueva generación de gestores públicos. "Este es el reto de la nueva generación de políticos españoles: el consenso y el diálogo por encima de la tensión permanente y el conflicto".
Tras perder las elecciones de mayo, Díaz Ayuso logró acceder al poder gracias a un pacto de coalición con Cs apoyado desde la oposición por Vox. Aunque cobró su primer sueldo público en 2006, como asesora del gobierno de Aguirre, la nueva presidenta aprovechó ayer esa circunstancia para subirse a la ola de la renovación. La selección de sus consejeros, sin embargo, retrató a un Ejecutivo que estará sometido a fuertes tensiones internas. El perfil conservador de los siete representantes del PP contrasta con el técnico de los seis de Ciudadanos.
Una mezcla que puede ser explosiva, como dijo uno de los nuevos consejeros: "Hay un terreno común entre PP, Cs y Vox, como puede ser la bajada de impuestos. Pero disfrutar, vamos a disfrutar poco".
Control del Presupuesto
Así, Lasquetty dimitió como consejero de Sanidad en 2014 por las protestas de la marea blanca —las movilizaciones del personal sanitario contra los recortes presupuestarios en sanidad— por su intento de privatizar la gestión sanitaria. Enrique López, nuevo titular de Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo, mostró como juez su coincidencia con las tesis más conservadoras defendiendo la prisión permanente revisable o las tasas judiciales; fue nombrado para el Tribunal Constitucional por el Gobierno de Mariano Rajoy; y fue apartado de los casos Gürtel y Bárcenas por su cercanía al PP. Y David Pérez, exalcalde de Alcorcón, se ausentó de la Asamblea en la pasada legislatura para no votar la ley contra la LGTBfobia, y descalificó a las feministas como "mujeres amargadas y fracasadas".
Encabezar las carteras de Educación, Hacienda y Sanidad —en la que seguirá Enrique Ruiz Escudero— garantiza al PP que gestionará alrededor del 70% del Presupuesto. No es poca cosa. Eso da a Díaz Ayuso la palanca necesaria para controlar el primer ejecutivo bicolor de la historia de la Comunidad. También, la herramienta con la que dejar su sello aguirrista en las políticas del Ejecutivo.
Como dijo Díaz Ayuso sobre Aguirre en uno de sus turnos de réplica del debate de investidura: "Hace dos legislaturas que no está. Pero hay algo que no le van a perdonar. Haber bajado los impuestos, haber creado la mejor red de hospitales públicos de España, haber transformado los transportes, haber llevado el bilingüismo a los colegios... porque todo lo que sea vanguardia les irrita profundamente".
Casi nadie en el PP la menciona ya por su nombre, pero la inspiración de las propuestas de lo que fue el aguirrismo está muy presente en el nuevo Gobierno.
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