Agresión homófoba en Madrid horas antes del desfile del Orgullo
La Policía Nacional arrestó a un hombre acusado de un delito de odio contra dos jóvenes
Dos jóvenes han sufrido una agresión homófoba en la ronda de Atocha, en pleno centro de Madrid, en la madrugada del sábado, apenas unas horas antes de que se celebre el tradicional desfile del Orgullo LGTBI 2019. El presunto agresor, un varón de 45 años y nacionalidad española, insultó a los agredidos, a los que siguió hasta encararse con ellos. Según los testigos, propinó un “guantazo descomunal” a uno de los chicos. Luego huyó, pero minutos más tarde fue detenido por agentes de la Policía Nacional y trasladado a una comisaría, donde ha pasado el resto de la noche. Ahora se encuentra en libertad a la espera de comparecer ante el juez acusado de un delito de odio. El detenido, por su parte, niega que se tratara de una agresión homófoba y señala que solo se trató de una discusión debida a que los agredidos lo insultaron primero.
Eran las 3.25 cuando Juan (nombre ficticio), uno de los testigos, vio al agresor sacando dinero en un cajero cercano al museo Reina Sofía. En ese instante pasaron dos jóvenes de unos 30 años a su lado. El hombre interrumpió la conversación con su acompañante, una mujer, para injuriar a los chicos. “Se giró y, sin mediar palabra alguna, les comenzó a insultar”, explica Juan. Lo hizo a gritos, ante la sorpresa de sus víctimas y de quienes pasaban por allí. Les llamó “subnormales” y “maricones de mierda”, pero también les amenazó. “Os voy a volver heterosexuales de la hostia que os voy a dar”, aseguró. A Juan esas palabras le recordaron el ataque homófobo que se produjo la semana pasada en un restaurante de Barcelona.
Las vejaciones no acabaron ahí. El hombre persiguió a los dos jóvenes y continuó increpándoles. Luego comenzó a correr hasta alcanzarles en la glorieta de Atocha, donde se enfrentaron. Discutieron, se formó un pequeño barullo y entonces el presunto agresor propinó un “guantazo descomunal” al chico con la camiseta amarilla. “Fue un golpe seco entre la oreja y la nuca, pero lo que duele más son los insultos. En ese momento tuve miedo, pero ya se me ha pasado. Estos ataques no se pueden permitir”, reconoce Aday, la víctima.
Delito de odio
Juan solo pudo grabar un pequeño vídeo de cinco segundos que no recoge el momento exacto de la agresión. Cortó la grabación para llamar al 112 al advertir la gravedad de lo que estaba ocurriendo. El presunto agresor huyó, pero los agentes lo localizaron unos minutos más tarde junto al museo Reina Sofía. Se enfrentó verbalmente a ellos y siguió humillando a sus víctimas. Fue conducido a dependencias policiales, donde ha pasado la noche acusado de un delito de odio, según una portavoz de la Policía Nacional. Los agredidos también acudieron a comisaría para formular la pertinente denuncia. “Estoy preocupado por si este caso puede traernos represalias. No quiero volver a ver a esa persona ni en el juicio”, asegura David, el otro agredido. Y continúa: “No es normal que vaya por la calle y alguien me insulte por mi condición sexual”.
David, el presunto agresor, ha explicado a EL PAÍS su versión de los hechos. Asegura que el incidente “no tuvo nada que ver con una agresión homófoba; lo han vendido así porque les viene bien”. Según su relato, estaba sacando dinero en un cajero cuando “pasaron seis o siete chavales muy alterados e hicieron unas declaraciones muy desafortunadas hacia mi mujer y se lo recriminé. No me referí a la condición sexual de nadie porque no la conocía”. El hombre asegura que no es homófobo y que lo que sucedió fue una discusión en la que se profirieron insultos por ambas partes. “En ningún momento agredí a nadie por su condición sexual. En mi familia también hay homosexuales”, explica David, que admite que llegó a temer por su integridad física: “Tuve que salir corriendo porque los chicos se avanzaban contra mí. No he dormido en toda la noche”. En cualquier caso, admite que fue detenido tras el altercado.
151 ataques homófobos
En lo que va de año se han producido 151 ataques homófobos en la Comunidad de Madrid, según cifras del Observatorio Madrileño contra la Homofobia. En 2018 hubo un total de 345 agresiones en la región (un 7,5% más que el año anterior), una de media al día. Las principales víctimas fueron gais de entre 20 y 29 años y la mayoría de los ataques sucedieron en la calle, sobre todo en el distrito Centro, en la capital.
“Desgraciadamente, en las celebraciones del Orgullo también existen agresiones. Los ataques no disminuyen, van a más. Cada vez somos más visibles y estamos más expuestos. Todavía hay gente que se toma como una ofensa nuestra felicidad”, sostiene Rubén López, director del Observatorio Madrileño contra la Homofobia. En su opinión, buena culpa de ello la tienen los partidos “que atacan nuestro Orgullo y legitiman este tipo de incidentes”. El Orgullo en Madrid está dedicado este año a los mayores, las primeras generaciones que pelearon por los derechos.
El Orgullo más político
El viernes 28 de junio arrancó una nueva edición del Orgullo LGTBI de Madrid, probablemente una de las más políticas que se recuerdan. El pacto de PP y Ciudadanos con el partido ultraderechista Vox para formar gobierno no ha gustado a las asociaciones organizadoras debido a los comentarios "LGTBIfóbicos" que el partido ultraderechista ha pronunciado en repetidas ocasiones.
Por ese motivo, se ha denegado la participación de PP y Ciudadanos en la manifestación de este sábado, que a partir de las 18.30 encabezarán los mayores LGTBI como homenaje a su lucha histórica por los derechos del colectivo. Este año se celebra también el 50º aniversario de los disturbios de Stonewall, en Nueva York, efeméride que conmemora las celebraciones del Orgullo en todo el mundo.
Vox ha criticado el lunes pasado que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, permita que la bandera arcoíris del colectivo LGTBI ondee en el Palacio de Cibeles durante la celebración de las fiestas del Orgullo, ya que consideran que pertenece a un "lobby que odia a todo el que no piensa como ellos". Durante la campaña electoral, su candidato, Javier Ortega Smith, mencionó la posibilidad de trasladar el Orgullo LGTBI a la Casa de Campo, aunque aseguró que mantendría la subvención municipal a las fiestas. Esta misma semana, la líder regional del partido de ultraderecha, Rocío Monasterio, tachó el desfile del Orgullo de "caricatura denigrante" y añadió: "Cuando una madre y un padre salen a la calle del portal de su casa no tienen por qué encontrarse con ese espectáculo".
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