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“Cuixart cree que Cataluña compraría una solución en clave federalista”

Gemma Nierga presenta en Bilbao el libro `Tres días en la cárcel´ que ha escrito tras más de 12 horas de entrevista

Pedro Gorospe

Gemma Nierga (Girona, 1965) apuesta por el diálogo hasta cuando las posibilidades son mínimas. Tras el asesinato de Ernest Lluch, en la lectura del comunicado que leyó, y que había sido pactado por los partidos, añadió unas palabras que no gustaron a algunos: "Solo dije que tú hubieras intentado dialogar hasta con el que te mató, era tu palabra preferida: diálogo”, explicó tiempo después. Las más de doce horas que ha pasado junto a su interlocutor, Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium Cultural preso por supuesto delito de rebelión por, según la acusación, liderar la manifestación del 20 de septiembre de 2017 ante el Departamento de Economía de la Generalitat, en la cárcel de Lledoners, mantienen ese guion. "Si no hablamos, ¿qué va a ser de nosotros?, se pregunta. Esta semana ha estado en Bilbao presentando su libro Tres días en la cárcel.

Gemma Nierga en la calle Ercilla de Bilbao, durante las jornadas de presentación de su libro.
Gemma Nierga en la calle Ercilla de Bilbao, durante las jornadas de presentación de su libro.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

Pregunta. Empezamos por el final. El libro acaba con una referencia de Jordi Cuixart a Lluís Companys. ¿Es casual o cree que aspira a convertirse en president?

Respuesta. No, Jordi Cuixart no es político, no se quiere dedicar a la política y se lo repite a quien se lo pregunta. En otro momento de las entrevistas con él se lo pregunto directamente y me dice que no. Me dice que es un activista social y que quiere tener la libertad de pensamiento y de movimiento que tiene ahora y sabe que si se metiera en política la perdería.

P. ¿No lo dice con la boca pequeña?

R. No, de verdad que no, se lo he preguntado en las entrevistas y después en la intimidad de otras dos conversaciones que he mantenido con él en el Supremo. Y lo ratifica en ambas esferas.

P. ¿Qué es lo que más le ha sorprendido del Cuixart persona?

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R. Me ha sorprendido la capacidad de adaptarse a la cárcel y de contener la rabia, el odio y la incomprensión y transformarlo en una especia de lucha, que yo no comparto, por las libertades. No es que yo no comparta la lucha por las libertades sino esa actitud de que merece la pena aunque me esté en la cárcel diez años si es por luchar por lo que creo. Y eso le lleva a decir que ha encontrado en la cárcel una especie de felicidad para superarlo. Y es real, de todos los presos él es el que se muestra más tranquilo consigo mismo. Tiene un crio de dos años, está esperando otro y él dice que ha encontrado en la meditación una especie de vía para soportar todo esto.

P. ¿En la meditación?

R. A mí me costaba entenderlo. Pero tiene un tono mesiánico, místico, y muy idealista. Te diría que en algún punto un poco ingenuo, pero todo hace de él una figura muy atractiva. Hay unanimidad en el mundo del independentismo, entre los políticos, a la hora de considerarlo un referente ideológico, más allá de tendencias.

P. Sin embargo, en el libro no se muestra como un independentista excluyente, salvo que haya sido una evolución reciente en la cárcel…

R. Tienes razón, él dice que podría estar en la cárcel por haberse encadenado en una central nuclear o defender el ecologismo. No es un hombre excluyente ni mucho menos. Ya solo el hecho de que me pidiera hacer este libro habla de que no quería un lavado de imagen, no quería una entrevista amable.

P. Se lo preguntaba porque en un momento de sus entrevistas en la cárcel preconiza que “si el soberanismo se limita a la parte más esencialista cada vez será más estrecho”.

R. A él no le gusta esa frase de ensanchar la base del soberanismo porque parece que estás hablando de convencer al otro. Él prefiere usar el concepto de compartir. Habla de luchas compartidas, eso tiene algo que ver de renuncia de sus ideales si eso sirve para trabajar en común por determinados proyectos que avancen en una Cataluña común en la que dice que cabemos todos, y esa posición política es más incluyente que excluyente.

Cataluña partida en dos

P. Sin embargo, después, no sé si es muy realista cuando rechaza que Cataluña esté partida en dos mitades.

R. A mí me sorprendió mucho que mostrara cierta sorpresa cuando le hablé de la otra Cataluña que no se sintió a gusto en 2017, tampoco con los hechos del 1 de octubre, o cuando le hablo de la Cataluña ignorada por sus dirigentes. Es verdad que él muestra una cierta sorpresa, como si no hubiera reparado en ello. Pero también le digo que a medida que avanzaban las conversaciones el diálogo nos servía a los dos para reflexionar sobre lo que había ocurrido. Es posible que incluso este Cuixart no sea el mismo que entró en prisión ni el mismo que yo voy a intentar entrevistar cuando salga la sentencia.

P. Da la impresión, por cómo se muestra, que lo está viviendo su reclusión como un auténtico, aunque indeseado de haber podido elegir, máster de desarrollo personal y político.

R. Absolutamente. Y si en la cárcel se puede aprovechar el tiempo para sí mismo, él lo está haciendo, él está utilizando ese tiempo en la cárcel para socializar, para intentar entender al otro. Él ha compartido en Soto del real con Bárcenas, con Rato… A Rato parece que le dio incluso algunos consejos para meditar. El expresidente de Bankia le preguntó ¿cómo meditas? Y Cuixart habló con él.

P. También describe cómo se acercó a uno que le gritó Viva España al entrar en la cárcel.

R. A él le gusta el desafío de encontrarse con gente muy diferente y empatizar, ayudar. Cuixart se coloca en el sitio del otro, no en el lugar del otro, le gusta compartir.

P. El único insulto que sale de su boca, pese a estar en la cárcel, es el de malnacidos en referencia a los de VOX…

R. El día segundo que es cuando Vox había obtenido buenos resultados en Andalucía me lo encontré con mala cara, y él me dijo que era por los resultados de Vox, efectivamente. Me consta que sigue muy preocupado con eso. Es más en el último alegato ante Marchena cuando habla de los más desprotegidos, está pensando en las consecuencias de que la ultraderecha tenga capacidad de influencia en Andalucía. Ese tema le preocupa mucho.

Independentismo excluyente

P. ¿Y no interpreta que parte de esos votos son una reacción al independentismo excluyente en Cataluña?

R. Yo creo que sí. Se da cuenta de que puede haber una componente de ese tipo en el voto a Vox.

P. Curiosamente deja abierta una puerta a una salida…Dice que Cataluña compraría una propuesta en clave federalista…

R. Es así, está convencido de que Cataluña compraría de forma mayoritaria una salida de ese tipo. Está convencido de ello, cree que es el diálogo el que tiene que instalarse en la política y desalojar a la judicialización como fórmula para no resolver nada. Si no es así…¿Qué va a ser de Cataluña?

P. Imagino que hubo momentos de tensión en la cárcel entre entrevistadora y entrevistado. Hay un momento en el que, hablando del procés usted le recrimina que “hoy estás diferente. Hablas más como un político”…

R. Y él me respondió que daba la impresión de que yo le estaba entrevistando en la radio. El libro lo dividí en tres jornadas. La primera más personal, Cuixart no fue a la universidad y lo repite, es el hermano pequeño de dos hermanas… la segunda parte es la vida en prisión y la tercera es el procés, la política, el independentismo. Yo intentaba ponerle en el espejo de que se hicieron cosas prescindiendo de media Cataluña que se sintió casi pisoteada y él lo negaba. Cada día después de la entrevista nos despedíamos girándonos varias veces, la cárcel genera una relación especial, y tras la última entrevista él no se giró. Después me reconoció que la última entrevista fue dura.

P. De hecho, la única pregunta a la que no le responde es cuando a la referente a los derechos de las abuelas de los catalanes que no están en Cataluña.

R. Si, le dije que mi hijo un día vio un cartel en el que ponía que voto SÍ porque quiero que mi abuela tenga una pensión digna. Y mi hijo me preguntó qué abuela era la que tenía que tener una pensión digna, la de Córdoba o el abuelo de Saint Feliu (mi padre). Me contestó con evasivas. Pero fíjate si se dio cuenta de esa falta de argumento que los de Omnium me hicieron llegar una carta inmediatamente de su puño y letra en la que decía... Gemma, te acabas de ir y no puedo dejar de pensar en tus hijos y en su malestar. “Si nuestra lucha provoca malestar en niños ya no merece la pena, tenemos que replantearlo todo”. Ahí es donde me encuentro y me reencuetro con él, en la búsqueda de luchas y espacios compartidos…

"Algo hemos hecho mal"

P. La teoría la tiene…

R. Luego ya sabes el independentismo está muy dividido, completamente dividido y él es de los más razonables, entiendo yo, claro.

P. Empatiza también cuando le pregunta por las exclusiones de Joan Manuel Serrat y de Isabel Coixet…

R. Reconoce y reflexiona que “algo hemos hecho mal”, sí.

P. ¿Se puede lograr más intimidad a través de un cristal que en un estudio de radio donde solo te separa un micro?

R. Yo logré evadirme del cristal. Aseguraría que hubo momentos en los que no existía. La foto del libro es un montaje, yo hasta el juicio no había estado con él, pero refleja esa proximidad que logramos en la cárcel. Era el tiempo. Yo tenía cuatro horas para estar con él y en la radio ya sabes que andamos siempre con los quince minutos. Te da otra perspectiva.

P. La presentación del libro coincide además con unas declaraciones del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en las que se muestra partidario, en caso de sentencia condenatoria, a aplicar indultos si los presos del procés lo piden… ¿Cree que Cuixart lo pedirá si llega el caso?

R. No. Él dice que no lo solicitaría nunca. Pero ahí hay algo… porque después dice que si lo solicitan otros no me quedaré aquí. Pero sí estoy convencida de que él no lo hará. No pierde la esencia del personaje que es. En su declaración final ante Marchena dijo que lo volvería a hacer.

P. Basa su coherencia en que él es un activista social y utiliza la herramienta de la desobediencia civil para defender sus convicciones y ciertos derechos.

R. Claro es que él es un activista. Mucha gente se echaba las manos a la cabeza con lo de que lo volvería a hacer. Pero él solo habla de desobediencia civil, no institucional, nunca.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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