Un concejal de Vox entrega la vara de mando de Azaña al alcalde socialista de Elda
Francisco Mateo, de la formación de extrema derecha, otorga el símbolo que recuerda la sede del último Gobierno de la II República por ser el edil de mayor edad
La toma de posesión del Ayuntamiento de Elda (Alicante) ha tenido una extraordinaria carga simbólica. El alcalde electo, el socialista Rubén Alfaro, ha recibido por primera vez la vara de mando del último presidente de la II República, Manuel Azaña, cedida al consistorio eldense en 2007. Y el encargado de entregársela ha sido el concejal de mayor edad, Francisco Mateos, el único representante de Vox en el pleno tras las últimas elecciones municipales.
El principio de esta historia está en el final de la Guerra Civil: Las tropas franquistas han ido arrinconando al Gobierno legítimo de la República, que acaba instalándose en la zona comprendida entre los municipios alicantinos de Elda, Petrer y Monóvar. El presidente Juan Negrín se aloja en una finca de Petrer, El Poblet, que se convertirá en la última sede oficial de la II República.
Se instaura así lo que los historiadores conocen como el Gobierno de Elda, que acabará con la marcha hacia el exilio en Orán de Negrín y algunos de sus colaboradores, como Rafael Alberti, Dolores Ibárruri, María Teresa León o Enrique Líster, desde un aeródromo de Monóvar. Elda cae el 29 de marzo de 1939, ocupada por los italianos, y la contienda concluye en el puerto de Alicante, al que se han trasladado miles de ciudadanos con la esperanza de huir en barco.
Años después, la viuda de Azaña, Dolores Rivas Cherif, exiliada en México, lega la vara de mando a la Liga Española Pro-Derechos Humanos, que entre 1996 y 2006 cede su custodia al presidente de Portugal, Jorge Sampaio. Al finalizar su mandato, devuelve la pieza histórica a la Liga, cuyo presidente, José Francisco Alonso, decide que Elda sea su destino final, como conmemoración de la última etapa republicana durante la Guerra Civil.
El símbolo de la Presidencia de la República permanece durante cerca de una década guardado en el Archivo Municipal de Elda. En 2018, tras un proceso de restauración realizado por el especialista eldense Julián del Olmo, la vara se traslada a la entrada del Ayuntamiento, donde queda expuesta desde el 14 de abril, tras una ceremonia a la que acudieron el expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero y la consejera de Justicia de la Generalitat Valenciana, Gabriela Bravo.
En las elecciones del 26-M, Alfaro consigue la reelección como alcalde con mayoría absoluta, ya que logra 13 de los 25 representantes con un 40,23% de los votos. Para su toma de posesión, la mesa de edad queda fijada por la edil más joven, la socialista Sara López, de 26 años, y por el mayor, Francisco Mateos, el único edil de Vox, quien formará parte del pleno municipal tras cosechar 1.407 votos, el 5,57% del total. Por protocolo, Mateos ha sido quien ha entregado al nuevo alcalde la vara de mando de Azaña.
Desde el consistorio eldense, antes de la toma de poesión, apuntaban que esta paradójica circunstancia no entrañará problema alguno. Mateos, que formó parte del Partido Popular hasta el año pasado, en el que dejó su acta de concejal por desavenencias con la nueva directiva popular, es “profesor y respeta mucho todo lo que esté relacionado con la historia local”. De hecho, llegó a ostentar el cargo de concejal de Cultura durante la época en la que el PP de Adela Pedrosa gobernó la capital de la comarca alicantina del Medio Vinalopó. En las últimas elecciones, decidió explorar “nuevas vías” y se convirtió en el cabeza de lista de Vox. “Ni Mateos ni Alfaro han puesto ningún reparo a la situación”, aseguraron las fuentes consultadas. La ultraderecha entrega el legado republicano de Elda al socialismo.
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