Nueva huelga este lunes en el metro de Barcelona

Los trabajadores del Metro de Barcelona han protagonizado ayer una nueva jornada de paros parciales para protestar por la gestión de la crisis del amianto que está llevando a cabo Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Una protesta que ha supuesto una reducción de cerca del 17% de los usuarios del metro sobre todo entre las 7.00 y las 9.00 de la mañana. Por la tarde, dos centenares de trabajadores han protestado por las calles de la capital catalana y frente a la sede de BComú, el partido de la alcaldesa, Ada Colau.

La infraestructura ferroviaria del metro de Barcelona ha soportado importantes aglomeraciones de pasajeros debido a que, con motivo de la sexta jornada de huelga en lo que va de año, en las horas punta solo han circulado el 40% de los convoyes y el 20% en el resto de tramos horarios. Unos servicios mínimos que TMB ya anunció que no permitían garantizar el derecho a la movilidad de la ciudadanía en las franjas de máxima afluencia de viajeros.

A las 7.30 horas ha comenzado la saturación de algunas de las estaciones, sobre todo de la línea 5, lo que ha obligado al servicio de seguridad y a los trabajadores de la empresa ferroviaria a regular el acceso de usuarios a las estaciones de Verdaguer, Sagrada Familia y Sagrera. TMB ha asegurado que de esta forma evita que se sobrepasara la capacidad de los andenes y se minimizaba el riesgo que supone para los pasajeros las aglomeraciones en la zona, manteniendo las colas en los vestíbulos más espaciosos y más seguros.

El descenso de validaciones durante la mañana fue del 17% respecto del lunes anterior, una caída de viajeros muy similar a la de la última huelga, convocada el pasado 8 de abril. Los horarios donde de han producido mayores problemas fue entre las 7.00 y las 9.00 y en la franja entre las 16.00 y las 20.00 coincidiendo con las horas de salida de los centros de trabajo.

Los sindicatos convocantes del paro mantienen que la dirección de TMB relativiza un problema de salud laboral mientras que la empresa mantiene que tiene activado un protocolo para retirar los elementos y otro paralelo para averiguar si ha dañado la salud de los empleados. De hecho, TMB anunció el pasado viernes que habían licitado por 2,8 millones de euros el mantenimiento y desimantado de 63 metros de Barcelona en los que se ha detectado pintura con restos de amianto y antes de desechar 42 de ellos para cambiarlos por otros nuevos.

Por la tarde, los trabajadores han realizado una manifestación que a reunido a varios centenares de empleados que han cortado el tráfico en la avenida de Meridiana. Un grupo de ellos ha rodeado la sede de BComú y ha colgado carteles que rezaban: “Peligro, amianto en comú” y “amianto mata”.

El Metro de Barcelona vive este lunes una nueva jornada de paros parciales convocados por el comité de empresa para protestar por la gestión de la crisis del amianto. El departamento de Trabajo de la Generalitat ha decretado unos servicios mínimos del 40 % en las horas punta y del 20 % en el resto de las franjas horarias para hacer frente a los paros. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha advertido, no obstante, de que estos servicios mínimos no permitirán garantizar el derecho a la movilidad de la ciudadanía en las franjas de máxima afluencia de viajeros.

El metro de Barcelona ha registrado este lunes entre las 07.00 y las 09.00 horas un 17 % menos de usuarios en comparación al lunes anterior, debido a la huelga convocada por la gestión de la crisis del amianto. El descenso en la cifra de viajeros es muy similar al de la última huelga, convocada el pasado 8 de abril.  TMB detalla que los principales problemas se producirán también esta tarde entre 16:00 y las 20:00 horas, ya que coincide con las horas de salida de los centros de trabajo. Además, entre las 21:35 y las 23:35 horas, los intervalos de espera de los convoyes podrían superar los 60 minutos.

TMB lamenta los perjuicios que provocan los paros en los ciudadanos, que harán frente el lunes a la sexta jornada de huelga en el metro en lo que va de año. El último día de huelga, el pasado 8 de abril, las aglomeraciones de viajeros en los andenes, los convoyes atestados y las largas esperas marcaron la jornada en las horas puntas.

Los trabajadores exigen a la dirección de TMB que asuma su responsabilidad ante la problemática de la presencia de amianto, material perjudicial para la salud, en las instalaciones del metro.