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El plan de Salud para bajar la lista de espera crispa a los especialistas

Los alergólogos reclaman más profesionales para reducir las demoras

Jessica Mouzo
Ecografía a una mujer embarazada.
Ecografía a una mujer embarazada.massimiliano minocri

El plan del departamento de Salud de reducir las listas de espera de alergología formando a las enfermeras de atención primaria para que hagan pruebas de alergia ha soliviantado a los especialistas. Los alergólogos avisan de que este tipo de procedimientos tienen que ser indicados por ellos mismos y que la interpretación de las pruebas va más allá de “un pinchacito”. El sector reclama más profesionales para mejorar las listas de espera y advierte de que la medida impulsada por Salud puede precipitar un sobrediagnóstico o una infradetección de alergias en los pacientes.

A marzo de 2019, 10.419 personas aguardaban por una visita al alergólogo y el tiempo medio de espera ascendía a 132 días. Si bien la demora se ha reducido con respecto al 2017 (215 días), la consejera de Salud, Alba Vergés, anunció la semana pasada un plan para reducir la lista de espera en alergología: formar a las enfermeras de atención primaria para realizar los prick test, unas pruebas cutáneas para detectar los alérgenos que pueden afectar al paciente.

La Sociedad Catalana de Alergia e Inmunología Clínica (SCAIC) de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña admitió ayer su “malestar” con la medida impulsada por el Govern y reprochó que no estuviese consensuada con los profesionales. “Nos ha sorprendido porque no estaba hablado esto. El diagnóstico no es solo hacer un pinchacito en la piel, sino que hay que saber interpretarlo. Una prueba positiva no indica necesariamente que tengas alergia y viceversa”, protestó la presidenta de la SCAIC, Teresa Dordal.

“Será difícil reducir a 180 días la reconstrucción de mama”

Salud también ha anunciado que las reconstrucciones de mama tras un cáncer se harán en menos de 180 días. Es decir, tendrán un tiempo máximo de espera garantizado por ley, como las cataratas y las prótesis de cadera y rodilla.

Pero los ginecólogos se muestran excépticos. “Compartimos el objetivo del Departamento, pero será difícil reducir a 180 días la reconstrucción de mama cuando las esperas llegan a dos años. Para hacer una reducción tan significativa se necesita una inversión importante”, apunta Oriol Porta, presidente de la Sociedad Catalana de Ginecología y Obstetricia de la Academia de Ciencias Médicas. “No es tan sencillo. Faltan quirófanos y cirujanos plásticos que sean capaces de hacer este tipo de intervenciones”, agrega.

La especialista advierte de que una iniciativa similar ya se intentó aplicar en Lleida y fracasó. “Una cosa es formar la técnica y otra interpretar los resultados. En Lleida se intentó hacer algo parecido y la enfermera encargada solo podía hacerlo una vez al mes. Así pierdes habilidad y también se trata de saber interpretarlo. Las pruebas salen positivas a muchas cosas pero no significa que seas alérgico”, avisó Dordal. La SCAIC alertó de que esta práctica puede provocar sobrediagnóstico e “implementar erróneamente medidas preventivas”, o incluso, una infradetección, de forma que el paciente no es derivado al especialista y aumenta “el riesgo de reacciones o empeoramiento de la enfermedad”.

Dordal lamentó, además, que “se minimice” el papel de la alergología a una prueba cutánea. “Probablemente, muchos pacientes serán derivados igualmente al especialista porque la interpretación no es fácil y se tendrán que repetir pruebas. Es un gasto de recursos”, agregó.

La SCAIC apunta a la falta de especialistas como la principal causa de las dilatadas listas de espera. En 2010, la sociedad científica redactó un documento en el que advertía de la falta de 20 nuevas plazas de alergólogos para atender la demanda en Cataluña. Ahora, la cifra sería más alta, advierte la organización. “El problema es que hay muchos pacientes y pocos alergólogos. Con que saliesen las 20 plazas, nos conformábamos y se solucionaría parte del problema. No puede ser que el Parc Taulí o el hospital del Mar, que es un hospital de tercer nivel, no tenga alergólogo”, apuntó Dordal. La situación más acuciante, no obstante, está en Girona, donde solo hay dos especialistas.

Primaria saturada

Dordal defiende que, si bien la propuesta de Salud puede funcionar en algún centro de salud concreto, la atención primaria está “saturada” y “es difícil que se pueda hacer en todo el territorio”. “Muchos casos pueden ser controlados desde atención primaria, pero el diagnóstico primero tiene que hacerlo el alergólogo”, concede Dordal.

Por su parte, la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC), defiende la propuesta de Salud. “De hecho, ya hay zonas en las que se está haciendo, como en mi centro, en Castelldefels. Pero no es solo la enfermería. La interpretación la hace el médico de familia o el pediatra y la técnica y los consejos, la enfermera. Se hace con protocolos consensuados”, apunta la presidenta de la AIFiCC , Alba Brugués. La enfermera explica que las alergias más complejas se derivan al especialista, pero el prick test, sostiene, debería ser incorporado a la cartera de servicios de atención primaria.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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