El fuego echa el telón a las Fallas de 2019
La 'Cremà', pasada por agua, reduce a cenizas más de 700 monumentos en los que se han invertido 7,67 millones de euros
Valencia ha echado el telón a las Fallas de 2019 con la Cremà de los casi 770 monumentos –en los que se han invertido 7,6 millones de euros–, que han llenado las calles de multitud de municipios valencianos de arte, ironía e ingenio. Han sido cinco días frenéticos con una alta ocupación hotelera y un buen clima salvo la lluvia del final, que ha obligado a abrir los paraguas en la noche consagrada al fuego.
El espectáculo pirotécnico nocturno de la Nit del Foc, a cargo de la empresa Ricasa, iluminó la noche del 18 de marzo, el cielo de la capital, la misma que ha disparado este martes la última mascletà, en la que se han empleado 300 kilos de material pirotécnico.
A las 22.00 horas, puntual a la cita de todos los años, ha comenzado la Cremà de todas las fallas infantiles y media hora después lo ha hecho la del monumento de esta categoría ganador del primer premio de la sección Especial, la composición Si fallas, del artista Iván Tortajada para la comisión Maestro Gozalbo-Conde de Altea.
Una hora después, el foco mediático se desplazó a la plaza del Ayuntamiento donde la Fallera Mayor Infantil, Sara Larrázabal, y su corte de honor despidieron la falla infantil municipal fuera de concurso, Paradeta de flors número 14 de los artesanos Cap de Suro y que rinde homenaje a los puestos de flores de la céntrica plaza valenciana.
A medianoche ha sido el turno de las fallas grandes y a las 00.30 horas el de la ganadora de la sección Especial, el monumento titulado Juga, juga... i voràs, del artista Carlos Carsí para la comisión de L'Antiga de Campanar, y que ha costado 170.000 euros.
En torno a la una de la madrugada ha comenzado a arder la falla municipal, fuera de concurso y titulada Proceso Creativo que, con un presupuesto de 205.000 euros, ha sido diseñada por el dúo de artistas urbanos PichiAvo y ejecutada por los artistas falleros José Latorre y Gabriel Sanz.
Las Fallas de 2019, las terceras como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, han mantenido las medidas de seguridad por el nivel 4 de alerta antiterrorista y han intensificado la lucha contra el hurto y las agresiones sexuales. Las críticas por el aumento de la suciedad en las calles tras las noches de verbenas se han multiplicado.
A falta de datos finales, la ocupación se ha situado el fin de semana en el 85% y en lo meteorológico, ha sido una de las más soleadas y estables de los últimos años, sin atisbo de lluvia y viento, y con temperaturas primaverales al inicio, rozando los 30 grados para caer bruscamente a 17 en la recta final de la fiesta.
La polémica entre el concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, y las fallas de la Sección de Especial, por criticarles que todos los jurados fueran hombres también ha marcado una fiesta, en las que la explosión entre el público de un petardo en una mascletà de barrio dejó siete heridos aunque ninguno grave.
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