La protesta del 15-M Climático brota en Valencia
Los jóvenes han iniciado la concentración con nueve golpes a un bombo, en referencia a las nueve especies que se calcula que mueren por hora
Centenares de jóvenes se han concentrado este viernes en la plaza de la Virgen de València en respuesta a la convocatoria internacional lanzada por el movimiento estudiantil Fridays for Future, inspirado en la joven sueca Greta Thunberg, que reivindica acciones políticas contra el cambio climático. Los jóvenes han iniciado la concentración con nueve golpes a un bombo, en referencia a las nueve especies que se calcula que mueren por hora.
El núcleo que está organizando el movimiento en la capital valenciana calcula que han acudido a la concentración "cuatro veces más personas" de las que asistieron a la primera manifestación celebrada el pasado 1 de marzo, a la que acudieron unas 150.
El grupo valenciano se ha coordinado con el colectivo europeo y piensa repetir todos los viernes la convocatoria en la misma plaza [hoy, los estudiantes de la ciudad de Valencia estaban de vacaciones por las fiestas falleras]. Después de la concentración, un grupo de los activistas han celebrado una asamblea para hablar de los actos que preparan para los próximos días.
"Alzamos la voz porque aquí ya no hay quien respire. Porque los Gobiernos serán señalados como los causantes de 800.000 muertes prematuras por efectos de la contaminación. Porque, sí, la contaminación mata. También lo hacen los fenómenos meteorológicos como inundaciones, sequías, olas de calor, olas de frío, episodios que se prevén cada vez más intensos", ha dicho la joven que ha leído el manifiesto con el que ha terminado la concentración.
En pancartas y carteles podían leerse mensajes y lemas en valenciano, castellano e inglés como "Hay más plástico que sentido común", "Love our mother", en referencia a la Tierra, o "No hi ha un planeta B [No hay un planeta B]".
La portavoz Rebeca Vicent ha acusado a la clase política de no "tomarse en serio el cambio climático", por lo que el movimiento Fridays for future han exigido que se aplique una justicia climática de inmediato, además de medidas de adaptación y mitigación de las consecuencias de las transformaciones climáticas. "Ni un grado más, ni una especie menos", han coreado los manifestantes.
La manifestación, plagada de pancartas de denuncia por la falta de medidas contra el cambio climático, se ha mezclado con el ambiente fallero que existe en la calle. Representantes de partidos políticos como PSPV-PSOE y Compromís se han sumado a la protesta.
Unos 200 jóvenes en Castellón
“Debemos cambiar nosotros, no el planeta”, dice Daniel Varona, coordinador en el ámbito universitario castellonense del movimiento Fridays for Future iniciado en agosto de 2018 por la joven activista Greta Thunberg. Es una de las reflexiones que han quedado claras este mediodía en la huelga –sin emblemas- por el clima que han secundado en Castellón alrededor de 200 jóvenes, en su mayoría estudiantes.
Conciencia medioambiental adolescente que durante más de dos horas se ha convertido en altavoz de las ideas de la joven sueca que están sacudiendo los cimientos del sistema. Juntos han instado a las grandes corporaciones a colaborar para combatir el actual estado de “emergencia ambiental que estas mismas instituciones han propiciado mediante sus procesos industriales”, tal y como recoge el movimiento Fridays for Future. Un estado límite por el cual la Tierra sufriría un calentamiento global de 2ºC, provocando así un descenso de 10 centímetros en el mar a nivel global y la probabilidad de que el océano Ártico quedase libre de hielo en verano una vez por decenio.
“Necesitamos reaccionar ya ante el cambio climático, el planeta es para todos y queremos cuidarlo”, añade Varona. La concentración de este 15-M verde ha tenido como epicentro en Castellón la plaza de la Independencia. “Hoy hemos cogido fuerzas e ilusión, vemos que no estamos solos y que tenemos muchos apoyos a nivel global”, indican desde la organización de este movimiento apolítico. “Quienes han venido lo han hecho de manera totalmente apartidista; de hecho, uno de los requisitos era no exhibir pancartas ni nada que pueda identificarse con un partido, una entidad o una ideología. Esto es una causa colectiva”, apunta Daniel Varona.
Una causa colectiva que en su decálogo de reivindicaciones reclama, además de declarar el estado de emergencia climático, ejecutar una “reducción drástica” de emisiones, fomentar las energías renovables, implantar la educación ambiental como asignatura, reformular el sistema de movilidad para que sea más justo y sostenible, acabar con las industrias más contaminantes, incluyendo la agricultura y la ganadería industrial, y prohibir todos los fitosanitarios, entre otras medidas.
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