Bicimad tendrá 31 nuevas estaciones antes de junio

El PSOE abrió ayer en el pleno municipal la puerta a que Bicimad pase a estar gestionado directamente por el Ayuntamiento, concretamente por la Empresa Municipal de Transporte. El Consistorio defiende que ese cambio mejoraría la gestión del sistema y facilitaría su ampliación, prometida hace dos años y que todavía no se ha hecho realidad. A la espera de esa posibilidad, el Ayuntamiento de Madrid (Ahora Madrid) prepara la ampliación con el contrato actual, que tan solo permite aumentar los vehículos en 468 al año (ahora hay unas 2.000). El Gobierno municipal ha confirmado en el pleno que antes de junio de este año llevará a cabo la extensión prometida en 2017, con 31 nuevas estaciones que por primera vez traspasarán la frontera de la M-30 con dos paradas en Ciudad Lineal y una en Puente Vallecas.

El grupo municipal socialista no ve tan claro ese paso a gestión directa. “Ahora Madrid ha pedido apoyo para continuar con los trámites para la municipalización y ampliación del servicio y en eso estamos de acuerdo”, dice el concejal del PSOE Ignacio Benito. Aunque el PSOE considera que el expediente para realizar la cesión no cumple con la Ley de Contratos del Sector Público, en el pleno de este martes abrió la puerta a reconsiderar la decisión. “Ese expediente ha pasado por los órganos de fiscalización sin que Intervención General ni Asesoría Jurídica estimaran esa nueva interpretación del PSOE”, responden desde Cibeles. En cualquier caso, con cesión de contrato o sin ella, el Ayuntamiento quiere inaugurar, antes de junio, 31 nuevas estaciones: 10 nuevas en el distrito de Salamanca; seis en Chamberí; cinco en Chamartín; cuatro más en Tetuán; tres en Retiro; y otras tres fuera de la M-30.

Según el Área de Movilidad y Medio ambiente, la gestión directa permitiría aplicar tarifas planas, publicidad, cambiar el tipo de estaciones y bicicleta, evitar ciertas imposiciones del contrato que, a su juicio, generan ineficiencia, billetes combinados con otros servicios como los autobuses de la EMT o los coches y motos eléctricos de alquiler (sharing) y un montón de medidas que el Ayuntamiento tenía previstas para desplegar para mejorar el servicio y que el contrato no admite.

Bicimad arrancó en junio de 2014 como una subcontrata gestionada por la empresa Bonopark. En el Ayuntamiento gobernaba Ana Botella (PP). Un año después, en 2015, el sistema estaba al borde del colapso. El Ayuntamiento, con Manuela Carmena (Ahora Madrid), decidió intervenirlo para evitar su quiebra. Para ello, se llegó a un acuerdo con Bonopark y se realizó una cesión de contrato a la EMT. A pesar de que el PP llevó la operación a los tribunales y apoyó la creación de una comisión de investigación (que no encontró ninguna irregularidad), la operación salió bien: los usuarios crecieron y las quejas bajaron.