Esperar un año para ver al psicólogo
Cientos de niños y adultos esperaron más de 320 días para ser atendidos en 2018, cuando la demora media para la primera cita superó los tres meses
En Madrid, el drama de las listas de espera en la sanidad pública tiene su corazón en Coslada y Chamartín. Entre las dos poblaciones se reparten un centenar de citas de adultos y jóvenes —81 y 38, respectivamente— que entre enero y noviembre de 2018 esperaron más de 320 días de media para que un psicólogo les atendiera por primera vez. La angustia de esas familias sometidas a la tortura del paso del tiempo sin obtener ayuda se reprodujo con distinta intensidad por toda la región: de media, los adultos residentes en la Comunidad tuvieron que esperar cuatro meses para ser atendidos por un psicólogo (121 días), y los niños todo un trimestre (92), según una respuesta parlamentaria del Gobierno a la que ha tenido acceso EL PAÍS. En medio, posibles depresiones, ataques de ansiedad o trastornos esquizoides que se enquistaron sin que nadie los tratara con terapia.
“Unos datos de esta naturaleza son tan extraordinariamente graves que merecerían goma 2 verbal, palabras de protesta muy gruesas”, lamenta José Manuel Freire, diputado socialista en la Asamblea de Madrid y exconsejero de sanidad en el País Vasco. “Que un niño tenga que esperar para algo tan impactante como su salud mental, para atención psiquiátrica, que haya dos centros de salud mental que atienden a más de 300.000 habitantes, o siete a más de 200.000, es gravísimo”, continúa. “Y está, además, lo que no conocemos: estas son primeras consultas de salud mental, y en salud mental las consultas sucesivas son extraordinariamente importantes”, subraya. “No sucede nunca que valga con una visita al psiquiatra o al psicólogo. La continuidad en el tratamiento es clave. Y el Gobierno presiona para que haya poca lista de espera en primeras consultas a costa de retrasar y descuidar las sucesivas”, opina.
Ansiedad y depresión
“Así es muy difícil conseguir resultados efectivos en la terapia”, coincide Fernando Chacón, decano del colegio de psicólogos de Madrid. “Hay procesos como la ansiedad o la depresión que es muy importante atender lo antes posible para el pronóstico. Y el problema ya no es solo que tarden cuatro meses en atenderte. El problema es que las siguientes citas son cada mes o cada dos meses. Cualquiera que haya que ido al psicólogo privado saben que allí las citas son cada semana o quince días”, sigue Chacón, que pone en valor el esfuerzo que está haciendo la Comunidad para incluir especialistas en psicología clínica en la atención primaria. Y subraya: “Un médico de atención primaria puede dar un ansiolítico o un antidepresivo, pero si no hay atención psicológica la recuperación es mucho más tardía. Y eso puede producir un agravamiento [de la condición del paciente] y también un coste económico”.
La Comunidad de Madrid señala que el tiempo medio de espera había descendido a 73 días a 31 de diciembre de 2018, pero esa cifra mezcla las especialidades de psicología y psiquiatría, e incluye a niños, adolescentes y adultos.
No obstante, desde el Ejecutivo se reconoce que hay un problema. La población a la que afecta se cuenta por miles: entre enero y noviembre del año pasado más de 8.000 adultos y más de 3.700 menores pidieron cita para la especialidad de psicología, mientras que más de 3.000 y más de 800 lo hicieron para la de psiquiatría.
“En los últimos años la demanda en salud mental, tanto en población de adultos como especialmente en la de niños y adolescentes, se ha incrementado en nuestra región, por lo que se ha hecho necesario revisar las necesidades y recursos existentes en el marco del vigente Plan de Salud Mental 2018-2020, que cuenta con un presupuesto total a la finalización del periodo de vigencia de más de 33 millones de euros”, explican desde la consejería de Sanidad. “Esto va a permitir la contratación extraordinaria de 225 profesionales de distinto perfil, psiquiatras, psicólogos, enfermeras, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales, que ya se ha hecho efectiva en más de un tercio del total previsto, con 79 profesionales más ya trabajando en 2018, a los que se sumarán otros 89 adicionales este año 2019”.
Mientras llegan los recursos, esperan los pacientes. En once centros madrileños, la espera media de los adultos que necesitaban atención psicológica superó los seis meses. En 19, los cuatro. Y en 29, los tres. Esos calendarios de horizontes infinitos se repitieron para los niños en 5, 12 y 17 centros, respectivamente. Corre el reloj, pasan las hojas del calendario, y miles de madrileños aguardan a una cita que nunca llega.
Esprint final por las leyes de farmacia y salud pública
A poco más de un mes para el cierre de la actividad parlamentaria en la Asamblea de Madrid, previsto para el 21 de marzo, el Gobierno de Ángel Garrido intenta esprintar para lograr la aprobación de la ley de farmacia —que flexibiliza los horarios de estos establecimientos— y de salud pública —que apuesta por limitar las barras libres de alcohol e impulsa que las máquinas que venden comida reserven un porcentaje de su oferta a comida saludable—.
Sin embargo, el futuro de los dos proyectos legislativos está en el aire porque el Ejecutivo quiere aprobarlos en lectura única, para acortar el proceso, y Ciudadanos, su único socio, se opone, porque quiere que se debatan las enmiendas que podrían mejorar los textos.
“No podemos saltarnos el trámite parlamentario porque unos colegios profesionales hayan llegado a un acuerdo, porque las leyes no las hacen ellos, las hacen los parlamentos, y si hiciéramos eso, el mensaje sería deplorable”, explicó una fuente de Ciudadanos sobre la ley de farmacia, que tiene el apoyo de los colegios de farmacia y enfermería. “Se han hecho avances en ese texto, pero no vemos la urgencia de saltarnos el procedimiento y dar la impresión de que el trabajo parlamentario es una filfa”, añadió este interlocutor, que subrayó que aún falta que la dirección de Ciudadanos en Madrid tome una decisión definitiva. ¿Y la ley de salud pública? “Si no hay una situación de emergencia, no hay que ahorrarse trámites parlamentarios”, respondió este representante del partido de Albert Rivera.
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