¿Quién disparó en el ojo a ‘Whisky’?
Las recompensas en busca de pistas contra los maltratadores de animales se multiplican en Galicia. El premio por revelar quién mató a cuatro yeguas en Oia sube a 1.600 euros y se ofrecen 1.000 por contar quién tiroteó a una perra en Verín
Whisky es rubia como el destilado y tuerta por culpa de un hombre. Alguien le disparó en el ojo derecho hace unos días y esta semana apareció herida y perdida en los alrededores del restaurante A Paella, de Cualedro (Ourense). La perra de siete kilos saldrá adelante porque fue rescatada por la Asociación Pro Animales de Verín, pero el autor del delito seguirá impune si nadie revela su identidad. La Asociación Animalista Libera! y la Fundación Franz Weber (FFW) ofrecen una recompensa de 1.000 euros a la persona que dé una pista certera sobre la identidad del criminal. Es la esperanza que queda con las víctimas de maltrato más desprotegidas: las que no pueden hablar. Por eso, en los últimos meses, en Galicia se han multiplicado los anuncios de grupos que reúnen dinero para pagar cualquier información certera y vencer los miedos (o el desinterés) de los testigos por señalar al culpable. Tras el caso de las cuatro yeguas salvajes de Oia (Pontevedra) que murieron apaleadas, atrapadas en una manga de desparasitación, la Asociación Naturalista do Baixo Miño (Anabam), en colaboración de la Comunidad de Montes de Viladesuso y la Asociación de Gandeiros de Cabalos da Groba, prometió confidencialidad y 500 euros. Esta semana, el ofrecimiento a quien ayudase a descubrir la autoría de este grave suceso que atenta contra una subespecie autóctona, los garranos, en riesgo de desaparición, subió a 1.600 después de que tres particulares concienciados con la causa aportasen más dinero para mejorar la recompensa.
Rubén Pérez, portavoz en Galicia de Libera!, reconoce que de momento las recompensas que llevan anunciando desde hace meses por sucesivos casos de maltrato animal no han surtido efecto. "Una vez hubo una pista pero se descartó", lamenta este defensor de los derechos de los animales, pero su grupo no pierde la esperanza.
Este mismo colectivo, fuera de Galicia, organizó junto con otras cuatro asociaciones el llamado Fondo 337, que compensó hace cuatro años diversas denuncias contra el maltrato animal. A cambio de información, ofrecían 2.550 euros. Así, por ejemplo, consiguieron el cierre de un criadero supuestamente ilegal en Murcia, donde malvivían cientos de animales y, según los denunciantes, había fosas con decenas de caballos enterrados.
El "responsable de este cobarde acto de maltrato" puede enfrentarse, por la vía penal, "a una pena de cárcel de hasta un año y a un máximo de 36 meses de inhabilitación para la tenencia, comercio o profesión relacionada con animales", recuerda Libera! en relación con el tiroteo de la perra Whisky. "Si fuera cazador, aspecto que se sospecha, le podría ser retirado el permiso de armas y la licencia de caza". "Por la vía administrativa, este caso excepcional de crueldad podría ser sancionado con hasta 30.000 euros con la nueva Lei de Benestar Animal en la mano", señalan como alternativa. El problema es que la inmensa mayoría de los casos acaban sin castigo porque no se resuelven.
Reina una "pasmosa impunidad", lamentan los animalistas. Los tiroteos a perros se repiten en Galicia y "no se ha logrado detectar quién o quiénes cometieron hechos tan brutales como otro ocurrido en Verín (Ourense) hace un año o en Pontevedra también en 2018". El pasado mes de noviembre, Libera! y FFW ofrecieron otra recompensa de 1.000 euros a quien identificase a los autores de los últimos casos de maltrato a gatos callejeros en A Coruña. El objetivo de la campaña, según Rubén Pérez, era "romper el pacto de silencio" y "visibilizar la reiteradas agresiones de extrema crueldad en varios barrios de la ciudad", con gatos apaleados en Os Mallos y bebederos envenenados con lejía.
En los últimos meses, y tras la entrada en vigor de la nueva Lei de Benestar Animal de la Xunta, estas dos ONG han intentado resolver muchos más casos de "violencia inusitada", siempre con el anuncio de una recompensa de 1.000 euros. El perro de Verín apareció con el hocico destrozado por varios disparos y no quedó más salida que el sacrificio, poco después aparecieron un gato que había sido quemado vivo en Baiona (Pontevedra), un can apaleado en Cervo (Lugo), otro calcinado en Mos (Pontevedra) y una perra en Pontevedra, que estaba preñada y la mataron a tiros.
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