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Los taxistas llevan su protesta ante la Asamblea de Madrid

Varios taxistas están realizando una sentada en el interior de la estación de metro de Ifema Comunidad de Madrid y Ayuntamiento reúnen a la comisión técnica para abordar el conflicto

Los taxistas protestan frente a la Asamblea de Madrid.
Los taxistas protestan frente a la Asamblea de Madrid. KIKE PARA

Los walkie-talkies de los agentes de la Policía Nacional crepitan llenos de instrucciones mientras decenas de taxis empiezan a aparcar frente a la Asamblea de Madrid. Hay pleno en la Cámara y los conductores llevan su cierre patronal hasta la puerta de sus señorías, a las que acusan de no querer legislar para solucionar el conflicto que les enfrente con los vehículos de transporte concertado (VTC). Cuando arrancan las intervenciones de la sesión se llega a escuchar dentro del edificio los pitidos de los vehículos, el retumbar de los petardos y los gritos amplificados por un megáfono. Fuera, el aire se tiñe de rojo mientras arde una bengala. Un diputado entra bajo una lluvia de insultos por llegar en "una cucaracha", como llaman los taxistas a los VTC.  En Vallecas hay apenas un centenar de taxistas, pero por el ruido parecerían miles. [En directo: cuarta jornada de huelga de taxi en Madrid | Las claves del conflicto que ha dejado Madrid sin taxis]

La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid se reunen est jueves para poner en marcha la comisión técnica para recoger propuestas sobre la regulación del taxi y ver su viabilidad, después de que el Consistorio manifestase que estaría dispuesto a asumir determinadas competencias relacionadas con el sector. En Barcelona, los taxistas ha desconvocado su paro indefinido después ante la propuesta de la Generalitat de regular por decreto un tiempo mínimo de una hora de prereserva de los vehículos VTC-como Uber y Cabify-. En Madrid, Garrido es partidario de que sean los Ayuntamientos los que establezcan el tiempo mínimo de prereserva. Este miércoles las protestas en el día de la inauguración de Fitur -en el exterior del recinto y en varios puntos de la ciudad y las carreteras- no sirvieron a los taxistas para lograr compromisos del Gobierno regional ni reciben el respaldo del Ayuntamiento.

"¡Garrido, escucha, el taxi está en la lucha!", proclaman los manifestantes mientras llega el presidente regional, que se niega a legislar el periodo de tiempo que debe transcurrir entre que un usuario reserva un VTC y su llegada, porque argumenta que eso es competencia es municipal. "¡Garrido, eres un presidente que nadie ha elegido!  ¡Ángel Garrido, qué te han ofrecido!", braman los taxistas, recordando que el líder autonómico llegó al cargo tras la dimisión de Cristina Cifuentes. "Aquí hay gente empobrecida como nosotros. Si algún vecino quiere sacar el coche, que nos lo diga y nos movemos", se dicen entre ellos los conductores.

Decenas de efectivos de la Policía Nacional montan un cordón de seguridad frente a la Asamblea. A su alrededor se distribuyen compañeros de la Policía Municipal y de la Guardia Civil. Desde dentro del edificio, observa el personal de seguridad privada de la Cámara. Un coordinador de los manifestantes cruza la acera, se acerca a la puerta del Parlamento regional y pide hablar con un mando policial. Le explican que esa acera es una zona de seguridad. Ahí, le dicen, no pueden manifestarse. Los taxistas deben quedarse al otro lado de la avenida, donde ocupan dos de los tres carriles, permitiendo un lento goteo de coches privados.

Hasta allí se acerca Clara Serra, la portavoz parlamentaria de Podemos, que les apoya en sus reivindicaciones. "El Gobierno de la Comunidad de Madrid no ha hecho sus deberes, su trabajo, desde hace mucho. Estamos aquí con vosotros, tenéis todo nuestro apoyo. El Gobierno de la Comunidad de Madrid no ha hecho sus deberes, su trabajo, desde hace mucho", afirma. Luego, entra en la Asamblea. Allí comienza un pleno extraordinario sobre la situación de la mujer en la Comunidad de Madrid.

"¡Consejera!", grita una voz a través de un megáfono, reclamando la atención de Rosalía Gonzalo, la consejera de Transportes. "¡Aquí también hay mujeres!". "Que sepan que hay muchas mujeres taxistas que nos levantamos cada mañana y nos quieren arruinar", lamenta entre lágrima Beatriz Ostos, una taxista con cuatro años de experiencia.

Luego, el silencio. Poco a poco, los taxistas -que siguen manteniendo su base de operaciones en Ifema por cuarto día consecutivo- se organizan para marcharse con su protesta a otro punto clave en la circulación de la capital: la estación de Atocha. Antes, a primera hora de la mañana, un grupo de unos 30 taxistas volvía a cortar la autovía de circunvalación de Madrid, M-40, en las inmediaciones del acceso al recinto ferial de IFEMA. Este corte duró solo unos minutos ante la rápida intervención de agentes de Policía, que desalojó al colectivo. Varios taxistas realizaron también una sentada en el interior del metro de Ifema, según fuentes policiales, informa F. J. Barroso, sin interrumpir el tránsito de viajeros.

Control policial en IFEMA

En las inmediaciones de Ifema, donde sigue instalado el grueso de taxistas, la mañana transcurre con algo más de calma que en los días precedentes. “Señor Garrido: tick, tack, tick, tack. Se le acaba el tiempo”, suena desde el altavoz que han instalado los conductores. Mientras tanto, entre los corrillos de conductores que se forman a escasos metros del recinto ferial, donde se está celebrando Fitur, se empieza a notar cierta impaciencia. “Tenemos que movernos”, se escucha. “Hay que cortar algo. Aquí no hacemos nada”.

Los cordones policiales controlan los accesos por la M-40 a Ifema. Son ya las 12.30, y los taxistas allí congregados empiezan a reclamar una actuación. Durante la mañana de este jueves se ha producido un intento de corte de la M-40 a primera hora, la quema de algún contenedor y una sentada dentro del vestíbulo de la parada de Feria de Madrid, todos disueltos sin mayores problemas por la Policía. “Nos vamos a la M-40”, suena por la megafonía. “Vamos a cortarla”.

Los taxistas hacen el segundo intento del día. Alrededor de 200 conductores, muchos de ellos pertrechados con chalecos amarillos, se dirigen a la salida hacía la autopista por la calle Silvano. A pesar del despliegue policial, un grupo reducido de ellos consigue acceder a la vía, obligando a cortarla durante varios minutos. El resto son parados por los agentes. “Os estáis echando a la gente encima”, grita un Policía mientras desaloja a los taxistas. “Somos taxistas, no terroristas”, corean los conductores a modo de respuesta. Minutos después, los antidusturbios desalojan a los que han logrado acceder, restableciendo la circulación.

“Tenemos que ir todos. Hay que organizarnos mejor. No puede ser que vayamos cada uno por un lado”, se escucha a la vuelta. Mientras, los que se han quedado preparan la comida. Algunos se han traído las parrillas portátiles, aunque la mayoría se conforma con bocadillos. “A uno de los compañeros se le ha perdido un Iphone 8 en la M-40. Si alguien lo tiene que lo traiga por favor. Sabemos que está por aquí, porque está geolocalizado”, se oye por la megafonía. Además del teléfono, que no aparece, se anuncía que se han encontrado unas llaves de un coche y un DNI.

Poco después José Miguel Fúñez, miembro Junta Directiva de Federación Profesional del Taxi de Madrid, coge el micrófono para hacer un anuncio. “Mañana viernes algunos compañeros iniciarán una huelga de hambre, y otros llevaremos a cabo un encadenamiento. Hay gente que lleva el taxi tan dentro que están dispuestos a poner en juego su salud por lo que está ocurriendo”, asegura Fuñez, que no anuncia el lugar en el que llevaran a cabo dicho encadenamiento para evitar que la protesta sea desarticulada.

Diez manifestantes, tres policías y un periodista han resultado heridos de carácter leve en los altercados que se han producido en la zona de los recintos feriales de Ifema, en Madrid. Según fuentes de Samur Protección Civil recogidas por EFE, el periodista ha sufrido una caída y el resto presenta cortes y contusiones.

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