El trámite de la nueva ley de la CCMA dilata el cambio en su cúpula

Una de cal y otra de arena para la renovación en la dirección de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), el ente que gestiona TV3 y Catalunya Ràdio. El pleno del Parlament dio finalmente ayer luz verde a la tramitación de la reforma legal para que, por ejemplo, los miembros del Consejo de Gobierno sean escogidos por la mayoría de dos tercios de los diputados de la Cámara y se realice un concurso de méritos. Sin embargo, el trámite tardará meses, lo cual alargará más la interinidad de los actuales consejeros. El principio de acuerdo al que habían llegado Junts per Catalunya, ERC y Ciudadanos también queda aparcado.

Irónicamente el buscado consenso entre todos los grupos del Parlament para modificar la ley de la CCMA —largamente reivindicado por los trabajadores de los medios públicos y las asociaciones de periodistas— dilata la renovación en el Consejo de Gobierno. Algunos de los miembros llevan años con su mandato vencido. Núria Llorach, por ejemplo, ostenta la presidencia de manera interina desde junio de 2018.

La Cámara catalana debatió ayer dos propuestas de reforma de la ley, una impulsada por Ciudadanos y otra firmada por todos los grupos parlamentarios instada por los comunes y que se arrastraba desde la legislatura pasada. La formación naranja finalmente retiró la suya, que había sido enmedada en la totalidad por Esquerra Republicana y Junts per Catalunya. La otra tendrá que comenzar ahora su trámite parlamentario y pese a que la voluntad de los grupos es que sea rápido lo cierto es que puede tardar unos seis meses.

Medio año en la actual coyuntura política es una eternidad. Y más en la dimensión desconocida que se abrirá una vez se conozca la sentencia del juicio sobre el procés, el momento hasta el que Junts per Catalunya y Esquerra se han conjurado para mantener su unidad en el Govern. La tramitación de la nueva ley estaría entonces muy condicionada por la continuidad de una legislatura altamente inestable.

Fuentes de Ciudadanos explicaron ayer que no piensan pactar un Consejo de Gobierno interino sino que aspiran a que la nueva dirección sea elegida bajo las condiciones de la nueva ley, que, entre otras cosas, establece un método de elección por dos tercios de los diputados del Parlament y a través de un concurso de méritos. Esta negativa deja por el suelo la posibilidad de un gran acuerdo como el que la formación naranja llegó a negociar con Junts per Catalunya y Esquerra en diciembre del año pasado.

Los neoconvergentes y republicanos no cierran la puerta a elegir una dirección previa a la reforma de la ley pero son conscientes que la negativa de Ciudadanos echa por tierra esa posibilidad. El principio de acuerdo con la formación de Inés Arrimadas —que incluía una silla para los naranjas, otra para el PSC, dos para Esquerra y dos para Junts per Catalunya— era incómodo para todas las partes pero cumplía con creces con la idea de que fuera un gran pacto parlamentario que involucrara a dos tercios de la Cámara.

Desde los comunes se muestran confiados en que la renovación se haga a partir de lo que establezca la reforma de la ley. Ciudadanos y los partidos independentistas se enfrentaron ayer por el supuesto sesgo informativo tanto en TV3 como en Catalunya Ràdio.