El nuevo director artístico del Liceo apuesta por dar entrada a otras artes
Víctor García de Gomar quiere “un teatro con personalidad propia” en Europa
Ama la ópera con locura —hizo sus pinitos como barítono, cantando papeles como el conde de Las bodas de Fígaro— y, tras años de carrera como gestor artístico en el ámbito concertístico en el Palau de la Música y el Auditori de Girona, Víctor García de Gomar toma por por fin las riendas de un teatro de ópera. El proximo 2 de septiembre se incorpora al Liceo como nuevo director artístico, relevando en el cargo a Christina Scheppelmann, con un proyecto ambicioso e ilusionante que busca un Liceo "con personalidad propia" en la escena europea.
"Queremos un Liceo orgulloso con su tradición y radical y moderno en su proyección internacional", explica García de Gomar. "La labor de equipo será la clave de esta nueva etapa".
En el nuevo relato liceista, el lema que se repite como un mantra es trabajar en equipo. Por ello, la plena sintonía con el director general del teatro, Valentí Oviedo, y el director musical, Josep Pons, ha inclinado la balanza en la elección de García de Gomar como nuevo responsable artístico. Así lo reconoce Salvador Alemany, presidente del Gran Teatro del Liceo, que ayer abrió el acto de presentación del nuevo fichaje leyendo un mensaje de Scheppelmann en el que felicita a su sucesor.
"La ópera es lo esencial, pero el Liceo debe ser un espacio de referencia cultural más allá de la ópera y la danza, creando puntos de encuento con todas las artes".
"Respeto mucho el trabajo profesional de Scheppelmann, que ha dejado bien cosidas las dos próximas temporadas, y he hablado con ella sobre el nuevo rumbo del Liceo”, comenta su sucesor en el cargo, que llega al teatro dispuesto a aplicar algunas de las recetas del éxito del modelo artístico del Palau, en el que ha trabajado durante siete años junto a Joan Oller, director del Palau, que estuvo presente en la sesión informativa. "La ópera es lo esencial, pero el Liceo debe ser un espacio de referencia cultural más allá de la ópera y la danza, creando puntos de encuento con todas las artes".
La pasión por la voz es una constante en su trayectoria profesional; se nota en las líneas maestras de los recitales de lied, los oratorios y las óperas en versión de concierto que han renovado la oferta del Palau. "Hay que buscar un equilibrio entre la tradición y la innovación, generando un relato profundo que nos haga reflexionar sobre el papel de la ópera como un arte vivo y cercano capaz de transformar a las personas".
No anda lejos del discurso estético y artístico del desaparecido Gerard Mortier, o de Joan Matabosch, director artístico del Teatro Real de Madrid que antes desempeñó el mismo cargo con éxito en el Liceo. Pero hay rasgos novedosos e innovadores como la voluntad de primar las decisiones en equipo frente a la gestión personal. "Las decisiones se tomarán en equipo, en un modelo de gestión conjunta que será complementado y enriquecido con la incorporación como asesor del director teatral Àlex Ollé, de la Fura dels Baus".
Esa colaboración se materializará en cuatro producciones planificadas a largo plazo; dos montajes de alquiler, seleccionados entre los que ha estrenado en grandes teatros europeos, y el encargo de dos nuevas producciones. No se desvelaron títulos y plazos concretos, ni el sueldo como asesor de Ollè. "Será mínimo", explica Valentí Oviedo. "Está muy ilusionado con el proyecto de García de Gomar y Pons, quiere compartir su experiencia y solo cobrará un complemento a sus honorarios como director de cada montaje".
El otro mantra del nuevo proyecto es la priorización de los objetivos. Quieren más coproducciones con grandes teatros, "nuevas y diversas en su concepción escénica" —citó nombres como Claus Guth, Stefan Herheim y Simon Stone, entre otros directores de escena—, y encargar nuevas óperas —apuntó nombres como George Benjamin, John Adams, Osvaldo Golijov—, además de recuperar el patrimonio lírico catalán.
También quiere articular un diálogo con las artes plásticas para ampliar la mirada sobre el hecho operístico y "sin renunciar a las noches de gloria y la presencia de grandes voces, revisitar el gran repertorio con una mirada más innovadora y radical".
Es, ante todo, una declaración de intenciones. El relato artístico tiene dimensión social con programas educativos y proyectos artísticos de pequeño y mediano formato capaces de "reducir la desigualdad, motivar a los niños y también a los mayores" y poner en marcha una escuela de ópera para descubrir y formar nuevos talentos”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.