Torra considera “una gran oportunidad” la reunión con Sánchez
El president planteará el rechazo a la monarquía, al 155, a la "represión" y defenderá el derecho de autodeterminación
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha asegurado este miércoles que el encuentro que mantendrá mañana con Pedro Sánchez supone una "gran oportunidad de diálogo" para plantear lo que ha definido como "los grandes consensos de la sociedad catalana". El presidente de la Generalitat ha asumido los datos de una encuesta publicada este fin de semana, según la cual existe un amplio consenso del 80% en la sociedad catalana en torno a cinco cuestiones que serán las que planteará al presidente del Gobierno.
Esas cuestiones transversales, ha dicho Torra, son: el rechazo a la monarquía, a la aplicación del artículo 155 y a la "represión judicial" contra los líderes del proceso independentista, además de la defensa del derecho de autodeterminación y del modelo de la escuela catalana. Esa serán las cuestiones que Torra planteará a Sánchez durante el encuentro, aunque se ha mostrado dispuesto a hablar de otros temas.
"Aspiramos a discutir de esto con Pedro Sánchez y también de los tema que crea", ha añadido Torra durante la sesión de control parlamentario y en respuesta a una pregunta del líder del PSC, Miquel Iceta, en la que le ha pedido al presidente de la Generalitat que no se cierre en banda ante la entrevista con el presidente del Gobierno.
"Estamos en un momento delicado, hemos de ser capaces de arriesgar, de salir de las zonas de confort, de escuchar cosas que quizás no nos gustan, pero hemos de cumplir con nuestra obligación", ha dicho Iceta, quien le ha pedido a Torra que represente a todos los catalanes en esa entrevista. "Hablen de todo, pero consigamos que la reanudación del diálogo sea real. Necesitamos tender todos los puentes y dejar de cavar trincheras", ha añadido el primer secretario del PSC.
La sesión de control a Torra ha subido de tono con las preguntas de Alejandro Fernández (PP) y la líder de la oposición y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, quienes han coincidido en preguntar sobre las medidas que pensaba adoptar para garantizar la normalidad ciudadana el próximo viernes, ante el anuncio de manifestaciones de protesta y el amplio despliegue policial que se prevé.
El presidente de la Generalitat ha pedido sin éxito al líder del PP catalán que se desmarcara de las palabras que acababa de pronunciar Pablo Casado en el Congreso, asegurando que Torra buscaba un derramamiento de sangre y una civil en Cataluña. Fernández se ha negado a desmarcarse de Casado con el argumento de que la sesión de control parlamentario era a Torra, no a él, a lo que el presidente de la Generalitat le ha replicado que no podía apelar a la "decencia y la dignidad".
Una veintena de entidades se manifestará el 21-D
A las entidades mencionadas también se unirán SEPC, Arran, La Forja, las JERC, la JNC, Joves Demòcrates, Endavant, IAC, Lluita Internacionalista, Constituents per la Ruptura, Poble Lliure, Universitats per la República, ISC-CSC, ANGI, Embat y Crida LGTBI.
Torra ha garantizado que el Govern asegura las libertades de los ciudadanos todos los días del año y que también lo hará este viernes y le ha preguntado directamente al diputado del PP: "¿Les interesa que el viernes pase algo?".
Arrimadas ha inquirido directamente a Torra si iba a hacer un llamamiento "para que no se produzcan actos ilegales anunciados por los CDR" el próximo viernes y el president ha hecho un llamamiento al "civismo y la serenidad" y ha pedido a la diputada que "no invente un relato de violencia". La líder de la oposición ha entendido que Torra "estaba amparando a sus amigos de los CDR" y "protegiendo a los violentos para que ataquen España y aprieten", a lo que Torra ha respondido de manera airada.
"Basta de mentiras. Ya está bien de escuchar estos discursos falsos y mentirosos, porque siempre hemos dicho que estamos por el diálogo, la democracia, la justicia y la paz y ustedes no nos han de dar lecciones de nada", ha dicho Torra, mientras Arrimadas mostraba unas fotos de acciones violentas de los CDR.
Poco antes, el vicepresidente Pere Aragonès también había mantenido un diálogo subido de tono con el diputado de Ciudadanos José María Cano, quien ha considerado que el Gobierno catalán amparaba "acciones violentas de los comandos separatistas" y era el responsable de la marcha de empresas y el cierre de negocios a causa del proceso independentista.
Aragonès ha reprochado al diputado que no condenara las acciones de la extrema derecha y también le ha acusado de mentir. "Si un independentista actúa violentamente, nosotros lo rechazamos porque nos da vergüenza", ha dicho el vicepresidente Aragonès, que en otro momento ha insistido en que "el Govern confía en la economía catalana y sus empresas".
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