Bar Chicote: estraperlo, prostitución, política, espionaje y mucha diversión
La película ‘El barman de las estrellas’, cuenta la vida del legendario local, y de Perico, su dueño
Perico Chicote, El barman de las estrellas, nació en la calle del reloj de Madrid en 1899. A los ocho años, antes de ir a la escuela, vendía aguardiente de moras a los trabajadores del mercado de los Mostenses. Su padre y su hermano habían muerto. Con 11 años de edad mantenía a su familia repartiendo telegramas por la capital de España. Con 16 empezó a trabajar como aprendiz de barman en el hotel Ritz. Allí conoció a Dalí, y, con su ayuda, creó el Dalitini. Cuentan que el artista se hizo un pequeño corte en el dedo cuando bebía un Dry Martini. Unas gotas de sangre colorearon la bebida. Dalí pidió otro y agregó una cereza. “Aquí tienes un nuevo cóctel”, dijo al salir del hotel con Lorca y Buñuel. Con el cineasta aragones, Chicote mantuvo una larga camaradería incentivada por los cócteles. “Perico era mi hermano, era el rey del buen beber, del buen conocer y del buen saber. Era un personaje de leyenda. La radio me proporcionó conocer gente importante. Y entre esa gente estaba Perico Chicote”, cuenta el periodista Luis del Olmo en el documental que dirige Eva Vizcarra, una madrileña de Carabanchel afincada en Valencia. La película, que se ha estrenado este miércoles en los cines Babel de la ciudad del Turia, opta a 10 premios, entre ellos el de mejor película, mejor dirección, mejor guion original y mejor película documental. La Academia de Cine anunciará las nominaciones en diciembre.
Con Chicote desaparece una época de Madrid, titulaba este diario el 27 de diciembre de 1977. Tres días antes había muerto la persona que en septiembre de 1931 puso en marcha un local que revolucionó la vida madrileña y española durante la república, la dictadura y la movida; que fue refugio de artistas, políticos, contrabandistas de medias, penicilina, prostitutas, estrellas de cine y de espías. “Fue un hombre con carisma, capaz de unir la intelectualidad con el poder con una simpatía natural”, señala el escritor y periodista Javier Rioyo, buen conocedor del local.
“Todos venían a pasarlo, y bien, y eso quiere decir que aquí pasó de todo”, le dice un barman al director Álex de la Iglesia en la barra de Chicote, a pocos metros de la mesa donde escribió el guion de El día de la bestia. “Lo primero que hice al llegar a Madrid fue venir aquí. Conocía el lugar por los Cuentos de la Guerra de Hemingway. Con un daiquiri tirábamos toda la noche. En la pensión donde estaba era imposible dormir”, recuerda el director vasco. El periodista Julián García Candau explica cómo miraba con recelo a todos lados la primera vez que entró en el mítico local. “Chicote imponía”, señala. "En Chicote se ahogaban muchas penas y miserias", comenta Javier Tolentino, director del Séptimo vicio, de Radio 3.
Estraperlo, prostitución, espionaje e historias de amor. Como la de Manolete y Lupe Sino, y la de Ava Gadner y Luis Miguel Dominguín. “Aquí se han besado las bocas más hermosas”, comenta la actriz Cayetana Guillem Cuervo. Todo podía pasar en el local de Perico Chicote, nombrado hijo predilecto de Madrid en 1968. El bar, diseñado por el arquitecto Luis Gutierrez Soto, era moderno para su época. El art déco impregnaba las estancias públicas y privadas con un concepto muy americano. “Muy cinematográfico”, apunta el actor Paco León.
“Allí sucedían cosas que en la calle eran imposibles. ¿Cómo consiguió que el franquismo le permitiera pecar? Es algo que todavía me sorprende”, destaca su directora, que describe a Chicote como un “fachorra vital e inteligente” que supo nadar con todos. “Es el lugar más fascinante e intrigante de la España de la posguerra. Un nido de espías repleto de artistas de éxito”, señala extasiado De la Iglesia, que no descarta rodar en los sótanos del local, famosos por albergar el museo de las bebidas que su propietario coleccionó a lo largo de su vida. Más de 20.000 botellas. Onassis quiso comprarlo sin éxito. “Nadie le puede negar los méritos. Un señor de derechas que se había hecho a sí mismo. Era de derechas, pero se podía tomar café”, señala Candau. “Era como el Bogart de Casablanca”, dice De la Iglesia.
Leyendas que siempre han formado parte del local, y también el cine. Los abrazos rotos, de Almodóvar, La huella del crimen, de Juan Antonio Bardem, forman parte de la historia del legendario bar. Su dueño participó como barman en Campeones, de Ramón Torrado. Perico Chicote cautivó con su encanto y sus cócteles a medio mundo. Hasta el famoso compositor mexicano, Agustín Lara, le dedicó un chotis.
La película, que ha sido realizada con la colaboración de RTVE, la Generalitat Valenciana y À punt media, se estrenará en Madrid el próximo año. Endora Producciones, que ha realizado el filme, lleva 19 años produciendo cine y televisión con gran éxito. Su documental El arquitecto de Nueva York, dedicado a Rafael Guastavino, arquitecto responsable de las más emblemáticas edificaciones de Nueva York, obtuvo el Delfín de Oro en Cannes y la medalla de bronce en el New York Festivals.
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