A juicio cinco narcoempresarios que importaban pescado de Ecuador para traer cocaína
Uno de los envíos de media tonelada de droga fue interceptado en el puerto de Marín en 2010
Bruno Santiago Allo, de A Illa de Arousa, dueño de una empresa de pescado congelado en la localidad pontevedresa de Ribadumia, y su tío Juan Ramón Allo Dios, que dirigía desde Lugo negocios relacionados con la importación de productos del mar, son dos de los principales presuntos narcoempresarios acusados de montar una tapadera legal para enviar cocaína en contendoresdesde Ecuador. Uno de estos envíos de más de media tonelada de cocaína, valorada en casi 18 millones de euros, fue abortado en octubre de 2010 tras ser interceptado en el puerto de Marín un cargamento de producto congelado que había sido embarcado en el de Guayaquil (Ecuador) un mes antes.
Los cinco acusados serán juzgados este martes en la Audiencia de Lugo, desde donde se coordinó la operación policial en la que participaron gentes de Udyco de la Policía, del grupo fiscal de la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera. El fiscal solicita condenas de 12 años de prisión y multas que superan los 71 millones de euros para cada uno. Solo uno de ellos afronta un año más de pena por la agravante de reincidencia en el tráfico de drogas.
Por las investigaciones policiales posteriores a la detención de los implicados, se tuvo conocimiento de que tío y sobrino, mantuvieron reuniones en Madrid y Galicia con el resto de los acusados, desde julio del 2010, para coordinar los preparativos del envío de cocaína, simulando operaciones comerciales de importación de pescado congelado a través de la empresa legal de la que era administrador único Bruno Santiago.
Pero el dispositivo con intervenciones telefónicas se montó cuando el buque, con dos contenedores declarados como “escualo entero congelado” y “pota de calamar entera congelada”, llegó a Marín el 24 de septiembre y fue inmovilizado casi un mes tras una primera inspección aduanera.
Finalmente, la carga fue rechazada en el Punto de Inspección Fronterizo por la Dependencia Provincial de Sanidad por control documental no satisfactorio, debido a irregularidades detectadas en el certificado sanitario de origen. Al examinar el contenedor de calamar se encontraron diversas cajas de aspecto diferente a las que traían el producto congelado por lo que se solicitó una orden judicial de registro. Una vez abiertas, la policía incautó siete bolsas de plástico y ocho cajas de cartón, conteniendo diferentes cantidades de cocaína y elevada pureza que en algunos casos llegó a alcanzar un índice superior al 83%.
También este miércoles, en la Audiencia de Pontevedra con sede en Vigo se juzgará a un presunto traficante de heroína, J.J.S.S., con antecedentes penales, al que la fiscalía solicita cinco años de prisión por vender esta sustancia en la zona de la avenida de Galicia.
La misma Audiencia sentará en el banquillo a otro presunto vendedor de estupefacientes que tenía como principal punto de distribución un edificio frecuentado por toxicómanos en Vigo. Se enfrenta a una petición de cuatro años y medio de cárcel por la fiscalía.
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