El proyecto de Gaudí no contemplaba la escalinata de la Sagrada Familia que amenaza varias viviendas
Los vecinos del templo revelan un informe de 1975 del Ministerio de Educación que evitaría el derribo de los edificios de la calle de Mallorca
Ni la tregua firmada por el patronato de la Sagrada Familia y el Gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, detiene el culebrón. La Asociación de Vecinos del barrio reveló este jueves la existencia de un documento del Ministerio de Cultura, de 1975, que asegura de forma muy categórica que el arquitecto Antoni Gaudí no proyectó la escalinata ni la plaza de acceso al templo por la calle de Mallorca. Según el escrito, fue una aportación posterior de discípulos del arquitecto. El documento vendría a negar la máxima que sostiene el patronato: que el proyecto original preveía esa gran avenida. Esa ha sido la tesis reiterada de la junta constructora para argumentar que se limitan a ejecutar el proyecto que había ideado Gaudí. Lo que sostiene ese documento podría suponer el indulto de los edificios afectados, que suman 1.200 pisos y 3.000 vecinos, una afectación que cálculos posteriores rebajaron a dos centenares de viviendas.
El documento lo firma la Comisión de Patrimonio Histórico Artístico, que en 1975 dependía del Ministerio de Educación y Ciencia, y responde a un requerimiento del Ayuntamiento, que preguntó si debía detener las obras del edificio del pasaje de Font del promotor Núñez y Navarro, como pedía la Junta Constructora. El edificio en cuestión es un bloque de viviendas situado justo frente a la fachada de la Glòria —actual— de la calle de Mallorca que la inmobiliaria proyectó en esas fechas. El texto de Patrimonio afirma que el edificio impediría "la construcción de las escaleras de acceso al templo acabado, según pretende realizarlas la Junta. Y a este respecto cabe advertir. No existe proyecto de Gaudí de tales escaleras ni del conjunto del templo [...] No puede aducirse, pues, que el nuevo edificio afecte a la obra de Gaudí". La segunda aclaración es reveladora: "Las escaleras citadas fueron dibujadas por los ayudantes de Gaudí, por primera vez en 1906, 24 años después de iniciarse el templo". El documento, de solo un folio, añade: "Desde 1925 su realización está impedida por la planificación urbana. Gaudí vivía cuando el Ayuntamiento decidió e hizo público no tenerlas en cuenta en dicha planificación". La conclusión del expediente es que "se puede autorizar el proyecto de nueva edificación". Y las obras, que se presentaron inicialmente para la construcción de un aparcamiento, continuaron.
La Asociación de Vecinos de la Sagrada Familia entiende que este documento "desmiente la afirmación del patronato", que sostiene que las escaleras ya estaban en el proyecto original. El presidente de la entidad, Joan Itxaso afirma que los vecinos son partidarios de que se acaben las obras, "pero respetando la alineación del templo sobre las aceras de la manzana comprendida entre las calles de Mallorca, Sardenya, Provença y Marina. Itxaso también reclama que se levante la afectación que pesa sobre los edificios amenazados de derribo. "No podemos hacer urbanismo a medida del templo", lamenta.
Tanto el Ayuntamiento como el Templo han contestado con evasivas a la revelación vecinal. Hace justo un mes pactaron regularizar las obras tras 133 años de trabajos sin licencia y este jueves han respondido que en ello están ahora mismo, en redactar un plan urbanístico que de cobertura a la licencia. Y que cualquier aspecto que salga de lo ya construido se debatirá en el futuro en una Comisión. Una "comisión para abrir el debate con el patronato, vecinos y vecinas y entidades del entorno", ha respondido el Ayuntamiento. "Se hará sin apriorismos, poniendo todas las opciones sobre la mesa y buscando el máximo consenso", ha añadido. Por su parte, desde la Sagrada Familia no se ha querido entrar en polémica:"El documento que han presentado los vecinos hace referencia a la segunda fase del trabajo" y cuando se llegue a ella, la Junta Constructora del templo "ya se pronunciará", según portavoces de la institución.
Los responsables de la construcción del templo aseguraban con rotundidad recientemente que se sentían legitimados en ejecutar el proyecto de Gaudí. De hecho, ya lo abordaron en una comisión de trabajo que organizó el anterior mandato municipal, de Xavier Trias, que dio aire a las aspiraciones de los responsables de la Sagrada Familia que, por otra parte, no quieren asumir lo que supone una expropiación: quien se encarga de reubicar a los vecinos y asume ese coste.
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