Un inspector de Policía sobre el 1-O: “Nos enfrentamos a un muro humano”
El mando evita explicitar si hubo orden de cargar en su declaración como investigado y justifica que se golpeara a votantes en la cara
Los presuntos excesos de la Policía al impedir el referéndum del 1-O han llegado al juzgado. Desde este martes declaran como investigados un total de 24 mandos y agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) que, según el juez, actuaron de forma desproporcionada en siete escuelas e institutos que se utilizaron como centro de votación en el referéndum. Algunos de los heridos el 1 de octubre de 2017 –como Roger Español, que perdió la visión de un ojo por una pelota de goma– se han concentrado a las puertas de la Ciudad de la Justicia de L'Hospitalet (Barcelona) para denunciar el dispositivo policial.
Cuatro de los 24 funcionarios han sido citados este martes por delitos de lesiones y contra la integridad moral. El de mayor rango es un inspector jefe –identificado como Camel 1– que está investigado por las cargas policiales en dos centros: la Escola Mediterrània de la Barceloneta y las Escoles Pies. En la Mediterrània, tres mujeres resultaron heridas por las cargas policiales. En su declaración como investigado, de alrededor de una hora, el inspector ha eludido concretar si recibió órdenes de cargar desde la sala de mando o si las dio él mismo.
El juez, que ha llevado el peso del interrogatorio, ha preguntado al inspector si estaba previsto el uso de la fuerza para impedir el 1-O. "Nos enfrentamos a un muro humano que iba a impedir la acción policial. Allí dentro se dieron golpes con paraguas", ha dicho en alusión a la actitud violenta de algunos votantes. El juez, sin embargo, le ha hecho ver que en las imágenes aportadas a la causa no consta la presencia de ningún paraguas.
El inspector, que se incorporó al operativo especial procedente de Madrid, ha justificado el uso de las defensas y ha defendido que se empleó la fuerza necesaria para cumplir la orden judicial de impedir el referéndum. Durante el interrogatorio se le ha exhibido un vídeo en el que se ve a un policía golpear con una porra en la cara a Alejandra R., una de las afectadas. El inspector ha defendido, según fuentes judiciales, que "en función del nivel de acometividad" de la persona, se puede "golpear a la gente en la cara en ocasiones".
Sobre las órdenes recibidas, Camel 1 ha dicho que hubo reuniones en los días previos y que el objetivo era "requisar urnas" y "luego irse". Todo ello debía hacerse, según esas indicaciones, con "la máxima celeridad" para evitar "quedar atrapados". Y puso como ejemplo el cerco que, el 20 de septiembre de 2017, se organizó alrededor del Departamento de Economía de la Generalitat para evitar los registros ordenados por el juez. Durante el 1-O, el inspector ha añadido que estuvo en contacto con una sala de mando llamada Jefatura Unidad de Intervención. El mando -que no ha contestado a las preguntas de las defensas- no ha aclarado si esa unidad dio la orden de cargar contra los ciudadanos en las escuelas.
El segundo mando, un subinspector, también debe responder por dos hechos distintos ante el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona Francisco Miralles: la actuación en Mediterrània y en el instituto Pau Claris de Barcelona. Esta última fue una de las actuaciones más polémicas del 1-O. El auto judicial -que también cita para este martes a otros dos agentes- subraya que un total de 24 personas resultaron heridas y mantiene que los policías actuaron con "desproporción en el uso de la fuerza".
El colectivo Irídia y el Ayuntamiento de Barcelona ejercen la acusación en la causa judicial y representan a la mayoría de lesionados durante el 1-O. Los abogados han recopilado horas de imágenes que han sustentado la investigación contra los policías. Esas imágenes sirvieron para refrescar la memoria de algunos afectados. Como Raquel Figa, que fue empujada por el subinspector en Pau Claris y este martes también está en las puertas del juzgado. "Estoy aquí para dar apoyo a nuestroa abogados y contenta de que el juez se esté tomando en serio la investigación", ha explicado Figa arropada por una decena de personas con bufandas y lazos amarillos de apoyo a los políticos independentistas presos.
El subinspector no se ha reconocido en las imágenes en las que se le ve, presuntamente, empujando a Figa. Ha explicado, sin embargo, que simplemente la levantó y de la inercia la muje fue desplazada. Este segundo mando, procedente de Sevilla, tampoco ha recordado si empleó la defensa.
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