Sin pruebas concluyentes contra el yerno de la viuda del expresidente de la CAM
El análisis policial de su móvil solo recoge sospechas sobre su relación con el dueño de un desguace
El juez José Luis de la Fuente ha decretado el fin de la fase de instrucción por el asesinato de María del Carmen Martínez, la viuda del que fuera presidente de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Fiscalía. La investigación, que ha durado casi dos años, no ha logrado reunir pruebas concluyentes contra el único sospechoso, Miguel López, yerno de la víctima.
El último informe policial, que incluye el análisis de su Ipad y su Iphone, se limita a arrojar sospechas acerca de su relación con el dueño de un desguace, con el que llegó a cruzar más de 200 llamadas en menos de cinco meses. Y solo una de ellas después del crimen. La policía también recela de las nulas referencias al asesinato que ha encontrado en los mensajes que López intercambió tras la muerte de su suegra con sus familiares directos.
El magistrado ha dado cinco días de plazo a la Fiscalía y a la acusación particular, que ejerce el único hijo varón de la fallecida, Vicente Jesús Sala, para que formulen sus conclusiones provisionales, antes de decidir si eleva la causa a la Audiencia de Alicante para enjuiciarla por el procedimiento de jurado popular.
Fuentes del Ministerio Público han confirmado a este diario que la institución acusará a López de asesinato y tenencia ilícita de armas, los delitos por los que está imputado, y pedirá la apertura del correspondiente juicio oral. El fiscal del caso, José Llor, ha descartado asimismo pedir la prórroga de la instrucción pese a las sospechas que la policía desliza en su informe hacia el dueño del desguace, Jesús Tavira, que tiene la condición de testigo en el proceso. Por su parte, el abogado defensor, Javier Sánchez-Vera, ya anunció en su día que pedirá el sobreseimiento del caso por falta de pruebas.
María del Carmen Martínez falleció a los 72 años de edad el 9 de diciembre de 2016, minutos después de recibir dos disparos en la cabeza en el lavadero del concesionario de coches de su familia, Novocar, situado en Alicante y dirigido por el sospechoso. López fue detenido el 8 de febrero del año siguiente, pero solo permaneció en prisión preventiva 39 días y quedó libre tras pagar una fianza de 150.000 euros.
La policía sostiene que una guerra fratricida por el control del emporio empresarial que levantó el difunto Vicente Sala motivó el crimen de la matriarca del clan. Según el sumario, fue el propio Miguel López quien descerrajó los dos tiros a su suegra. Los investigadores aportan una veintena de indicios incriminatorios en su contra, pero ninguna prueba directa. Ni se hallaron restos biológicos que se correspondan con su perfil genético en la escena del crimen, ni encontraron el arma homicida, una pistola de principios del siglo XX con balas modificadas artesanalmente.
La hipótesis policial, que el fiscal y la acusación particular han hecho suyas, apunta a que Miguel López ensayó el asesinato de su suegra cuatro días antes en el mismo lugar donde pensaba tirotearla. Pretendía evitar así que Martínez cediese al primogénito de la saga la llamada acción de oro de Samar Internacional SL, que le confería poder decisorio en esta firma, la auténtica joya de la corona del holding familiar, una multinacional del sector del plástico que facturó en 2016 240 millones de euros.
Vicente Jesús Sala y su madre formaban un bloque homogéneo dentro de la familia que estaba enemistado con el que integraban las otras tres hijas del expresidente de la CAM (Mar, Eva Fuensanta y Antonia), sus respectivos maridos y sus hijos. La tensión familiar se disparó en los meses anteriores a la muerte de la matriarca, como quedó de manifiesto en dos juntas de accionistas celebradas en junio y agosto. Hace unos meses, tras cruzar demandas en los juzgados, Vicente Jesús Sala llegó a un acuerdo con sus hermanas para comprarles sus títulos en la industria familiar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.