El Conca recomienda que la colección del Macba sea pública

Cuando el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) se creó en 1985 no tenía ni edificio ni colección. Treinta años después, el museo, que sirvió para regenerar el corazón del Raval, cuenta con más de 5.200 piezas. Son la suma de las piezas adquiridas por el consorcio entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundación Macba, además de otras obras cedidas o depositadas por colecciones privadas. En cifras: el 40% son propiedad de la Fundación Macba, el 38% del consorcio, el 15% de la Generalitat y el 6% restante del Ayuntamiento. Ayer, el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (Conca) durante la presentación del estudio Evaluación estratégica del Macba 2015-2017, propuso que toda la colección sea de titularidad pública “en virtud del soporte que se presta al equipamiento y al mantenimiento de la colección”. La petición sorprende ya que la Fundación Macba se constituyó en 1987 con la única misión de nutrir de piezas y ampliar el patrimonio del museo. Desde 2016 ha comprado 37 de 18 artistas.

Según defendieron Gemma Sendra y Pilar Parcerisas, vicepresidenta y miembro del plenario del organismo de la Generalitat, respectivamente, en la línea de que “el Plan de Museos 2030 apuesta por una colección única de titularidad pública y administrada por la Generalitat de Cataluña”. El informe, que analiza uno de los periodos más difíciles del museo: de crisis económica general; de cambio de dirección, tras la polémica exposición de la obra censurada en la que se sodomizaba al rey Juan Carlos I que acabó con el relevo de Bartomeu Marí por Ferran Barenblit, y de huelga de personal subcontratado durante meses que llevó a la pérdida de visitantes y de ingresos durante 2017, reclama un incremento de las aportaciones públicas, actualmente el 77% del presupuesto (11 millones de euros) y del crecimiento de los recursos propios (18%), además de incrementar el mecenazgo (4,5%).

Las dos participaron en una mesa redonda, que contó también con Ferran Barenblit y Josep Maria Carreté, director y gerente del Macba, y fue conducida por la periodista Catalina Serra. Todos debatieron sobre algunos de las recomendaciones planteadas poco antes por Mercè Gisbert, miembro también del Conca. Entre ellas, que el Macba ha de liderar, en su “responsabilidad de equipamiento nacional”, la integración de la comunidad artística a través de sinergias entre artistas y el programa de la entidad; superar el elitismo y la distancia entre público y museo a través de un discurso más didáctico y claro, con exposiciones de autores y temas más populares. También la firma de acuerdos con colecciones privadas del país, más allá de la que mantiene con la Fundación La Caixa; vincularse más a la universidad y aumentar los públicos y visitantes. Este año se espera alcanzar los 290.000 visitantes (40% locales y 60% turistas), después del bache que supuso el año anterior por las huelgas que hizo descender la cifra a los 258.000.

"En la capilla o en otro sitio"

El gerente Carreté aseguró que aunque no se había presentado el Plan Estratégico 2022, aprobado en octubre de 2017, “llevamos un año aplicándolo”. Sobre este nuevo marco de trabajo, el Conca defiende en su informe la reforma del espacio existente y la ampliación en la Capella de la Misericòrdia, tras cederla el Ayuntamiento en 2013 para ganar 3.000 metros cuadrados más. Un tema polémico después de que el Ayuntamiento haya ofrecido este espacio comprometido a la Generalitat para construir el CAP del Raval Nord. Pese al informe, ayer, Gisbert, durante su presentación, recordó la necesidad de contar con más espacio “para exponer la colección y no tenerla almacenada, en la capilla o en otro sitio”.