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El Ayuntamiento planea enviar los delfines del zoo de Barcelona a Baltimore

Las entidades animalistas critican que el santuario estadounidense todavía no está construido y el consistorio estudia dejarlos en un centro europeo temporalmente

Alfonso L. Congostrina
Una cuidadora junto a uno de los delfines del Zoo
Una cuidadora junto a uno de los delfines del ZooAlbert García

El Ayuntamiento de Barcelona quiere trasladar los delfines del zoo a un santuario de Baltimore, en Estados Unidos. Una instalación que todavía no se ha construido y que complica todavía más el futuro de los seis ejemplares de cetáceos. La teniente de alcalde de Ecología, Janet Sanz, anunció en diciembre de 2016 el cierre definitivo del delfinario del Zoo de Barcelona. Era necesario construir un nuevo espacio y para el equipo de gobierno no tenía ningún sentido realizar una inversión de más de 10 millones de euros para mantener una especie que no está amenazada y que no encaja con el relato futuro del parque zoológico.

Sanz se comprometió a realizar el traslado de los seis animales propiedad del zoo antes de que finalizara 2018. Dos de los delfines, Kuni y Leia, fueron trasladado meses antes, en septiembre de 2016, al Oceonogràfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. En Barcelona siguen Blau, Anak, Tumay y Nuik, en las mismas instalaciones donde hace no tanto tiempo animaban al público con sus acrobacias.

Durante el consejo municipal celebrado ayer en el Ayuntamiento de Barcelona, la directiva del Zoo, junto con el departamento de ecología del consistorio, anunciaron que se quiere enviar a los cuatro animales junto a Kuni i Leia al futuro santuario de delfines del National Aquarium de Baltimore, en Estados Unidos. Una instalación que no estará construida hasta 2020.

La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los animales (FAADA) asegura que los delfines del acuario de Baltimore llevan meses sometiéndose a un proceso de adaptación antes de que sean trasladados al santuario. “Los delfines de Barcelona deberían haber empezado también hace tiempo con una serie de cambios, y para ello incluso se ofreció la posibilidad de traer un experto en rehabilitación de cetáceos”, asegura la organización. Una posibilidad que el parque declino. De hecho, FAADA denuncia que desde el Ayuntamiento se ha entablado diálogo con delfinarios de Europa para que acojan temporalmente a los animales, antes de ser enviados a Baltimore.

“De esta manera, los animales se trasladarían en otoño hasta esos centros, con la premisa de que, en cuanto el santuario esté disponible, se realice un nuevo traslado”, denuncia FAADA. La entidad animalista considera que dos movimientos en tan poco tiempo “es demasiado para los delfines”, aunque entiende que los animales “necesitan un cambio urgente pues llevan toda la vida encerrados en el diminuto y pobre espacio del delfinario del Zoo de Barcelona”.

FAADA sugiere al Consistorio trasladar los animales al santuario Aegean Marine Life Sanctuary, en Grecia. Una bahía que ya está acondicionada pero se encuentra a la espera de recibir los permisos y la inyección económica necesaria para convertirse en santuario mucho antes que Baltimore. Lo cierto es que la Asociación Europea de Mamíferos Marinos (EAMM) ha impuesto una serie de requisitos mínimos para el mantenimiento de cetáceos en los zoos. Unos requisitos que el parque de Barcelona, miembro de la EAMM, no cumple y que podría suponer su expulsión si no se deshace de los delfines antes de 2020.

Los delfines llevan más de 47 años exhibiéndose en el Zoo de Barcelona. Allí vivió desde 1983 hasta 1994 la icónica orca Ulises, antes de que la trasladaran al SeaWorld de San Diego (Estados Unidos).

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