La izquierda celebra la gran fiesta política de Galicia a seis bandas

La manifestación por el Día da Patria Galega del 25 de julio de 2015 fue histórica. Después de la traumática ruptura del BNG, del nacimiento de Anova de la mano de Xosé Manuel Beiras y del pacto electoral de este con Esquerda Unida bautizado como AGE, aquel día las tres formaciones marcharon juntas por las calles de Santiago junto a Compromiso por Galicia. Era el primer paso para intentar una candidatura conjunta de cara a las autonómicas de 2016 que sumase también a Podemos, una negociación que fracasó. Tres años después, la izquierda con representación en el Parlamento gallego ha celebrado a seis bandas el Día Nacional de Galicia, como bautizó la Xunta el 1 enero de 1979 la fiesta oficial de la comunidad. Ni siquiera En Marea, la candidatura de confluencia que en 2016 se convirtió en segunda fuerza, ha logrado un acto unitario.

Nacida de las mareas municipales, Anova, Podemos y EU para aquellos comicios de 2016 que el PP de Feijóo ganó con mayoría absoluta, En Marea ha afrontado este miércoles dividida en cuatro. Su dirección, encabezada por Luís Villares y controlada por Cerna, una escisión de Anova, ha celebrado la jornada en Vista Alegre, mientras Anova, liderada por Antón Sánchez, se ha decantado por el parque de Galeras. Podemos Galicia, dirigido por Carmen Santos, se ha ido a Sarria (Lugo) y EU, con Eva Solla como máxima dirigente, a Mugardos (A Coruña). El PSdeG-PSOE ha conmemorado como siempre la fecha en Rianxo (A Coruña), cuna de Castelao, esta vez con la participación del expresidente de la Xunta Emilio Pérez Touriño. Y el BNG ha celebrado su tradicional manifestación en Santiago, que cumple 50 años.

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Villares ha asegurado que ni hay "ni va a haber ruptura" en En Marea, pese a que Compostela Aberta, la formación que gobierna en Santiago con Martiño Noriega como alcalde, ha impulsado la convocatoria de una mesa de confluencia para "relanzar" el proyecto, en cuya dirección no están representadas las mareas municipales y partidos de los que nació. "La sociedad es plural, es colorida, es diversa y por tanto esa diversidad es un valor también del espacio político de En Marea", ha esgrimido Villares para restar trascendencia a la división en el Día de Galicia. "Entendemos nuestra alternativa política desde esa suma de diversidades sociales que entendemos que nos enriquece y que no nos perjudica".

Antón Sánchez, líder de Anova, no aprecia, sin embargo, esa pluralidad a la que se ha referido Villares en la dirección de En Marea. "Tenemos un problema en Galicia si la pluralidad existente en En Marea es menor que la pluralidad existente en las mareas municipalistas y quien se niega a ver esta realidad está traicionando los principios de la unidad popular", ha advertido Sánchez en su discurso, ante Beiras y la militancia del partido nacionalista.

En línea con la demanda de Compostela Aberta, el portavoz de Anova ha pedido un "retorno al consenso fundacional de En Marea" y ha incidido en que "no hay futuro en la unidad popular cuando se pretende la hegemonía de una parte sobre el todo": "Ninguna marca vale más que la unidad popular, ninguna parte vale más que el todo". Beiras, por su parte, ha reclamado más autonomía para En Marea en el Congreso de los Diputados y ha llamado a las fuerzas estatales de Podemos e Izquierda Unida que "rectifiquen con lealtad y el grupo parlamentario confederal de En Marea tenga autonomía política".

Con Touriño como invitado especial, el PSdeG-PSOE ha aprovechado la fecha para recalcar en Rianxo en una ofrenda floral a Castelao el "componente galleguista" del partido. “Sentimos Galicia, queremos Galicia, vivimos Galicia y queremos dar lo mejor para Galicia”, ha proclamado su líder, Gonzalo Caballero, mientras Touriño ha pedido "una Galicia mejor y más grande dentro de una España plural y solidaria”.

Miles de personas han secundado en Santiago la manifestación del BNG y su líder, Ana Pontón, ha aprovechado para presumir de "unidad y cohesión" frente a los problemas internos de En Marea: "Mirad el espectáculo que dan un día sí y otro también. Tienen enormes energías para pelear entre ellos en Galicia, pero se quedan sin ánimos para hacerse oír en sus centrales madrileñas. No van a venir esas soluciones ni ese futuro de aquellos que defienden una cosa en Madrid y declaran lo contrario en Galicia".