Excursión fotográfica al pasado de Madrid

“Mira, por aquí pasábamos cuando íbamos de camino al pueblo. ¡Cuando aún tenía el 600!”, le explica un abuelo a su nieto mientras señala una de las fotografías expuestas en la muestra Paseos fotográficos de Loty por la Comunidad de Madrid, 1926-1936, que se puede ver, hasta el próximo 9 de agosto, en la sala Lorenzo Vaquero de Getafe. La foto retrata la plaza de la Libertad de Aranjuez, hoy conocida como plaza de San Antonio. “Abuelo, yo estuve en Aranjuez hace poco y no me acuerdo de nada de esto”, afirma el pequeño. “Claro, si es que está todo muy cambiado…”, sonríe el abuelo.

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La estampa bien podría ser la de cualquier madrileño que lleve ya unos cuantos años recorriéndose la región. Habrá lugares que apenas reconocerá, como la citada plaza de San Antonio y su fuente de Diana, o la población de Manzanares El Real vista desde su imponente castillo. Otros que quizá jamás haya visto, como la desaparecida Escalera de Covarrubias del Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares. Y otros que no han cambiado prácticamente nada desde hace siglos, como la laguna de Peñalara, el valle del Lozoya o el Monasterio de El Escorial. Es, precisamente, con este último de fondo, donde el autor de todas estas instantáneas se retrató durante uno de sus múltiples paseos. Su nombre era Antonio Passa porte, un fotógrafo de origen portugués que fue contratado por la firma madrileña Loty para realizar las 12.000 fotografías que hoy forman su archivo.

Loty, a la que daban nombre la primera y última sílaba de los apellidos del matrimonio formado por Concepción López y Charles Alberty, llevó a cabo su actividad entre los años 1926 y 1936. Como explica Isabel Argerich, comisaria de la exposición, Loty tuvo la idea visionaria de crear un archivo de imágenes que luego pudiera vender, funcionando como lo que hoy sería una agencia fotográfica. Además de en España, realizaron instantáneas en Portugal, Italia y Argentina. Se centraron en fotografía de paisajes y monumentos y explotaron, sobre todo, la venta de esas imágenes como tarjetas postales, un formato en pleno auge entre los años veinte y treinta. De hecho, esta exposición es también un valioso testimonio de los comienzos del turismo en España: nos muestra algunas de las primeras excursiones y viajes documentados a diferentes enclaves de la comunidad. Entre los criterios de selección de las imágenes de la exposición, se ha tenido en cuenta que fueran sitios que ya tuvieran interés turístico en aquella época, lugares que ya se fotografiaban entonces por su valor paisajístico o cultural, y que siguen constituyendo algunas de las joyas más valiosas de nuestro patrimonio. Cuando estalló la guerra, el negocio de Loty terminó. Charles huyó a Francia, mientras que Concepción permaneció en España; continuó trabajando, pero no siguió con el negocio de las tarjetas postales. La mayor parte del Archivo Loty es público y se puede consultar en el Instituto de Patrimonio Cultural de España.

Entre las instantáneas más curiosas de la exposición se encuentra una tomada en Villarejo de Salvanés. En ella se puede ver a un grupo de vecinos reunidos en torno a un vehículo de difusión del esperanto, con la Torre del Homenaje del viejo castillo presidiendo la escena. También se puede contemplar la imagen de un excursionista sin camisa admirando el paisaje de La Pedriza, la de un grupo de esquiadores en el Puerto de Navacerrada o la de un paisano, con su carreta y sus bueyes, a la entrada del Monasterio de El Paular. Además de las ampliaciones, se exponen cuatro fotografías originales en su formato de tarjeta postal.

Después de su parada en Getafe —donde se puede visitar de lunes a viernes de 10.00 a 14.00—, la exposición, que forma parte de la red Itiner de la Comunidad, continuará su itinerancia por Villa del Prado (del 14 de agosto al 4 de septiembre), Parla (del 13 de septiembre al 4 de octubre) y Soto del Real (del 8 al 29 octubre).