Carmena y Garrido anuncian el realojo del Gallinero
En el asentamiento chabolista viven 187 personas, la mayoría menores, según el censo del pasado diciembre
El asentamiento chabolista del Gallinero habrá desaparecido en septiembre, anunció ayer la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena, acompañada por el presidente regional Ángel Garrido en una visita al lugar. El proceso de realojo, que se iniciará este verano, afecta al censo que se realizó en diciembre de 2017: 184 personas, de las que 103 son menores, integradas en 44 unidades familiares. La iniciativa será financiada al 50% por el Ayuntamiento y la Comunidad.
Los dos mandatarios madrileños han anunciado que el asentamiento chabolista será completamente desmantelado y el terreno donde se enclava se restaurará para reintegrarlo en el medio natural. El poblado de El Gallinero se constituyó después de que en 1999 se desmontara el primer poblado de rumanos en Madrid, el Malmea, en el distrito de Fuencarral. En el actual asentamiento, situado en el distrito de Villa de Vallecas, a la altura del kilómetro 12 de la autovía A-3, llegaron a residir hasta 500 personas en unas condiciones infrahumanas, indica el Ayuntamiento. En la actualidad, son muchas menos. El proceso de realojo incluye a los residentes en diciembre de 2017, según los datos del censo elaborado por la Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid (184 personas, de las que 103 son menores, integradas en 44 unidades familiares).
El importe de la actuación se financiará al 50% entre el Gobierno regional y el Ayuntamiento. También se aportarán en la misma proporción las viviendas en régimen de alquiler para los vecinos que tengan derecho a ser realojados, indica la Comunidad de Madrid en un comunicado.
La nueva ubicación de las familias se llevará a cabo de dos formas. Unas tendrán acceso directo a una vivienda y a otras se las trasladará a un alojamiento alternativo temporal, compartido y supervisado por los servicios sociales. Las casas están ubicadas en distintos distritos de la ciudad y está previsto que los menores residentes en el poblado sean escolarizados en el nuevo curso, asegura el Ayuntamiento.
El párroco de la iglesia de San Carlos Borromeo, Javier Baeza, que trabaja desde hace años en el asentamiento se alegra de la medida, pero critica al mismo tiempo la tardanza del Ayuntamiento de Ahora Madrid, que prometió el realojo desde que llegó al gobierno municipal. Aunque, añade, la gestión ha sido mucho mejor de la llevada a cabo por la anterior alcaldesa Ana Botella. Él no ha asistido al anuncio de hoy, porque lo considera “un circo que han montado los políticos y que puede estigmatizar a las familias”. “Es increíble que aparezca el presidente de la Comunidad de Madrid cuando nunca antes había visitado el Gallinero”, critica. Opina que “quizá hubiera sido más lógico que anunciaran el desmantelamiento del poblado cuando ya se hubieran ido los vecinos”. La forma en la que se ha llevado a cabo puede dificultar la integración de los vecinos en otros lugares porque los estigmatiza, añade.
Baeza recuerda que son familias con muchos problemas que necesitan un acompañamiento y espera que esto se cumpla. Desde hace años trabaja con los habitates del poblado, que proceden en su mayoría de Tandarei (Rumanía). En 2011 comenzaron a distribuir desayunos y a llevar a los niños a la escuela. También ofrecen asesoría jurídica y una vez por semana les llevan comida del banco de alimentos. Durante estos años consiguieron que les instalaran dos fuentes de agua en el último gobierno de Ana Botella y con Carmena varias letrinas, una para cada dos o tres familias.
El Ayuntamiento asegura en un comunicado que ambas administraciones, local y autonómica, cuentan con un protocolo de colaboración que después se concretará en un convenio que previsiblemente se formalizará antes de que acabe este mes.
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