Un parque de atracciones surrealista en la Plaza Mayor

El artista suizo Jean Tinguely (Friburgo, Suiza, 1925-Berna, 1991) se dedicó a crear obras para satirizar la sociedad industrial y la sobreproducción de objetos que conlleva. Una de sus creaciones más famosas es la fuente Stravinsky (situada junto al Centro Pompidou de París), un estanque con 16 extravagantes esculturas —entre el reciclaje y el surrealismo— que se mueven por aspersión de agua. Tinguely inspira una de las ocho atracciones no menos extravagantes y surrealistas que la compañía catalana Antigua & Barbuda instalará este fin de semana en la Plaza Mayor para conmemorar el IV centenario de esta emblemática plaza.

Una de ellas, llamada Tingalya en honor a Tinguely, es una noria de seis metros de altura, hecha con materiales reciclados, en la que los niños dan vueltas sentados en sorprendentes asientos, como tazas de váter o sillas usadas. Además, uno de sus acompañantes debe dar vueltas a una manivela para moverla. “El concepto es muy distinto de las ferias normales, donde das dinero al niño y este se va a montarse en algo. Aquí tiene que haber compenetración entre los familiares que manejan las atracciones y quienes se suben en ellas, que son quienes tienen que accionar el mecanismo”, dice Jordà Ferrer, fundador de Antigua & Barbuda. “A veces, incluso gusta más al que mueve el invento que al que se monta”, bromea.

El proyecto de la compañía, denominado Arquitectura de feria, orbita en torno al concepto de reutilizar poéticamente objetos en desuso, también cercano a la obra de Tinguely. “Nos gusta poner en relieve la arquitectura de los objetos, darle más valor al reciclaje, pero además que se vea que todo es manual, que se puedan ver los engranajes y no haya nada escondido”, dice el creador. Ferrer encuentra los elementos de sus atracciones por rastros y mercadillos —además de a través de donaciones— y tarda entre tres semanas y tres meses en su taller en poner en funcionamiento cada invento.

Además de Tingalya, en la Plaza Mayor habrá otras siete creaciones: los Minicaballitos, un carrusel inspirado en juguetes antiguos que se mueve mediante pedaleo de algún voluntario; Olivia y Barbuda, una curiosa caseta de tiro con huesos de aceituna, y el Árbol de Hierro, una suerte de construcción en altura en la que los asientos son triciclos y cohetes que requieren del movimiento de una manivela. Otras atracciones serán los Trineos, un columpio construido con dos trineos que se deslizan por el aire; Le Tour, una curiosa carrera ciclista en la que se controla a varios muñecos; el Zootropo, antecedente del cine que cuenta historias a través de un ojo de pez, y las Tumbonas, única de las atracciones pensada solo para los adultos. “Todas son estructuras atemporales, creo que encajarán muy bien en la plaza Mayor”, dice Ferrer.

Arquitectura de Feria. Plaza Mayor. Sábado, de 11.30 a 14.30 y de 18.00 a 23.00. Domingo, de 11.00 a 15.00. Para todos los públicos. Gratis.